Sierra & Tierra: La vorágine en la que todos vivimos
Javier Sierra es columnista del Sierra Club. Sígalo en Twitter @javier_JS
En su obra maestra, el autor colombiano José Eustasio Rivera narra la extrema explotación laboral y violencia en el Amazonas de Colombia durante el boom del caucho a principios del siglo 20. La tituló La Vorágine, el gran tumulto.
Hoy vivimos en Estados Unidos una vorágine sin precedentes, en la confluencia de un movimiento popular contra el racismo y la brutalidad policial, una mortal pandemia y un colapso económico. Y las personas de color —especialmente los afroamericanos y los hispanos— son las que más sufrimos las consecuencias de este gran tumulto.
El asesinato de George Floyd en Minneapolis a manos del policía Derek Chauvin, el linchamiento de Ahmaud Arbery y el asesinato en su hogar de Breonna Taylor durante un operativo policial ilegal, además de infinidad de otras muertes impunes de afroamericanos, han desatado un alzamiento de furor e indignación sin precedentes desde 1968. En todo el mundo civilizado, decenas de millones de personas se han alzado contra el racismo y la injusticia social en solidaridad con la comunidad negra estadounidense bajo el lema Black Lives Matter. Cada año, las fuerzas policiales matan a casi 1,000 personas, impactando desproporcionadamente a afroamericanos e hispanos.
Las marchas y mítines en apoyo a nuestros hermanos y hermanas afroamericanos han sido abrumadoramente pacíficos, en medio de la violenta represión que han sufrido. Pese a su intento de asfixiar todo lo que es decente en nuestro país, Trump vive ahora al lado de Black Lives Matter Plaza, Washington, DC.
Este alzamiento a favor de la decencia y la justicia está triunfando. Pese a los esfuerzos de la administración Trump de vilificar a los manifestantes, una aplastante mayoría (84%-27%) apoya las manifestaciones.
Pero sin justicia no habrá paz. Los responsables de las muertes a manos de fuerzas policiales tienen que ser juzgados con todo el peso de la ley. La policía tiene que permitir a los manifestantes marchar y defender la justicia sin reprimirlos.
Recordemos que esta explosión de clamor popular viene también fomentada por una pandemia que ya ha infectado a cerca de 2 millones de personas y matado a más de 110,000. Los afroamericanos y los hispanos tienen casi tres veces más probabilidades de conocer a alguien que ha muerto de COVID-19 que los estadounidenses blancos. Como consecuencia, vivimos un colapso económico que ha destruido más de 40 millones de empleos.
Mientras tanto, la administración Trump intensifica su ataque a las protecciones medioambientales, que pone especialmente en peligro a comunidades hispanas, afroamericanas e indígenas.
Los protagonistas de La Vorágine logran triunfar contra quienes los mortifican, pero no contra el sistema que los reprime. Esa es nuestra tarea, hoy y en el futuro.