Barrios de minorías todavía sufren por COVID-19 a una semana del inicio de reapertura en NYC

Con la Fase 1 se registra una tendencia a la baja del número de casos, aunque vecindarios de Queens, El Bronx y Brooklyn siguen reportando el mayor número de afectados

El sector de la construcción mostró más dinamismo, esta semana, con nuevas reglas ante la pandemia.

El sector de la construcción mostró más dinamismo, esta semana, con nuevas reglas ante la pandemia. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

A casi una semana del inicio de la reapertura económica de la Fase 1 de la Gran Manzana, las autoridades han dejado claro que todavía la ciudad se encuentra en una etapa de transmisión moderada, lo que significa que cada día, decenas de personas siguen siendo diagnosticadas con COVID-19.

Pero a medida que la ciudad enciende su motor económico, aún a muy bajo voltaje, las autoridades siguen viendo con “optimismo prudente”, la baja en la cifra de hospitalizaciones, casos y muertes.

La tendencia que definió el comportamiento de la pandemia en la ciudad, desde que se confirmó el primer caso el 1 de marzo pasado, sigue siendo la misma: los barrios con más concentración de minorías raciales, siguen siendo los más castigados.

Tres localidades siguen reportando el mayor número de afectados por el COVID-19: Corona (Queens), Boro Park (Brooklyn) y Baychester-Williambridge y Fordham (El Bronx).

De 30,000 pruebas diarias que se realizaron esta semana en todo el estado, la tasa más alta de pacientes positivos siguen detectándose en la ciudad de Nueva York, con 1.7% del total de testeados.

Otros datos que se derivan de la masificación de las pruebas en los últimos días, obliga a dirigir la mirada nuevamente a El Bronx, con 2.4% del total de pacientes a los cuales se les realizó la prueba y resultaron positivos en COVID-19, seguido por  Brooklyn  con 1.9% y Queens con 1.6%.

“Los que más, los que menos”

Hasta la fecha, de acuerdo con la data oficial del Departamento de Salud de la Ciudad (DOHMH), el vecindario de Corona, en Queens, acumulan el mayor número de muertes en toda la ciudad.

En contraste, en el Bajo Manhattan, particularmente en el distrito financiero y en SoHo, además en el Upper East Side y el Upper West Side, los números de decesos e infectados, muestran también un brusco descenso en los últimos cinco días.

En general, solo El Barrio (East Harlem) y Washington Heights, siguen resaltando en rojo en el mapa de Manhattan, aunque se observa una considerable caída en la cifra de infectados, si se pone en perspectiva con la realidad de abril y principios de mayo.

“Nosotros, a diario, monitoreamos los datos que nos llegan de cada uno de los departamentos de emergencias de la ciudad. Afortunadamente, no hemos visto picos específicos o significativos en la cantidad de personas que visitan los departamentos de emergencias”, reporta la Dra Oxiris Barbot, comisionada del DOHMH.

La curva de decesos, asociados con complicaciones con el COVID-19, ha bajado significativamente en NYC (Foto: EFE)

Los indicadores de la “mejoría”

El número de pacientes hospitalizados, por complicaciones asociadas con el COVID-19, sigue en franco descenso en comparación con el momento más agudo de la crisis.

Si se recurre a los antecedentes estadísticos de la segunda y tercera semana de abril, cuando los enfermos recluidos en un día superaban los 1,710, esta segunda semana de junio, el número de pacientes que requerían una cama de un centro hospitalario para ser atendidos, fue en promedio de 50 personas diarias. La mayor parte de estos casos, fueron en los centros hospitalarios del Condado de la Salsa.

Eso implica, una caída en hospitalizaciones de más de un 97%.

El  último día más mortífero en la Gran Manzana, a causa de complicaciones con la infección viral, fue el pasado 3 de junio con 33 decesos cuantificados por el DOHMH, eso se traduce también en una baja abismal en la mortalidad, cuando venimos de días realmente trágicos, en donde a mediados de abril se llegaron a contar hasta 590 decesos en un solo día, hasta saturar las morgues.

Otro ángulo de la “vuelta a la normalidad” con la apertura económica en la Gran Manzana, entrañó muchos temores.

Las protestas y saqueos que mostraron imágenes de grandes concentraciones humanas en las calles, en muchos casos sin mascarillas y protagonizando situaciones violentas, ha encendido las alarmas de las autoridades, de que se podrían registrar otros focos en la ciudad.

Y en el peor de los casos, un retroceso en la lucha contra la pandemia.

Por ello, las autoridades en sus alocuciones diarias, no se cansaron de exhortar a los neoyorquinos que intensificaran lo más posible sus medidas de prevención, como usar mascarillas y lavarse las manos.

“Aún cuando estén en las calles, necesitamos que usen cobertores para la cara de manera consistente, que usen los desinfectantes para manos y que recuerden que si son personas que caen en las categorías de alto riesgo, es vital que limiten sus actividades”, insistió la Dra Barbot.

El alcalde Bill de Blasio, además, recomendó a los manifestantes a realizarse pruebas de descarte de COVID-19.

Aunque en esta semana, existen indicadores de que el coronavirus ha sido notablemente reducido en la ciudad epicentro de la pandemia, los efectos de estos desafíos traumáticos al distanciamiento social, podrían tener peso en las estadísticas de las próximas semanas, temen las autoridades.

La trabajadora de la construcción boricua, Deisy Andujar, se incorporó el mismo lunes 8 de junio a un proyecto en Manhattan. (Foto: Fernando Martínez)

La “nueva normalidad”

El reto de los últimos días fue significativo, porque de acuerdo con las proyecciones entre 200,000 y 400,000 trabajadores iniciaban su retorno a la cotidianidad.

Aunque no hay registros, que muestren una película detallada de cómo fue el comportamiento laboral ante la Fase 1, en general, el sector comercial de minoristas prefirió mantener la cautela, ante el clima de violencia.

El dinamismo del sector construcción, caracterizado por una fuerza laboral mayoritariamente hispana, sí se sintió con más fuerza en los cinco condados.

La boricua Daisy Andujar, de 42 años, quien trabaja en una empresa de construcción, reinició esta misma semana sus actividades, como supervisora de seguridad y salud, en un gran proyecto en el corazón de Manhattan. Comenta que las medidas de higiene y protección, son muy rígidas.

“Estamos cumpliendo responsablemente todos los pasos. Mascarillas, lavado de manos y todo lo que implica el nuevo esquema de distanciamiento social, medición de la temperatura corporal y todas las indicaciones que han hecho las autoridades. Estamos muy enfocados en protegernos. No quisiéramos retroceder”, explicó Andujar.

Las circunstancias de los trabajadores de comercios mayoristas y minoristas fueron muy distintas, la apertura empezó a ser más paulatina y con muchos dilemas.

Tiendas minoristas con muchas dudas

El colombiano, Josué Piñate, de 35 años, que trabaja en una tienda por departamento en Manhattan, cuenta que por temor a saqueos el gerente de su área, se comunicó a principios de semana para indicarle que están organizando el “regreso”. 

“Todavía en este sector hay muchas dudas, pues hay muchas dudas: ¿la gente todavía podrá probarse la ropa en un probador? ¿Solamente pueden ir los que compraron por internet? ¿La gente comprará con citas programadas?, eso es muy complicado, pues el cliente no siempre sabe lo que quiere exactamente”, dice el inmigrante que tiene cinco años en el mundo de la moda.

El pasado viernes, varios almacenes de la emblemática Quinta Avenida de Manhattan, abrieron sus puertas, al igual que centenares de comercios de los cinco condados.

Más allá, en el Alto Manhattan, el comerciante dominicano, Miguel Feliz, de 60 años, propietario de una tienda de telas en la Avenida St Nicholas de Washington Heights, comentó que no podía esperar más para abrir.

“Más de tres meses cerrado y pagando la renta igual. Yo me arriesgo, aunque uno calcula que las ventas van a estar muy bajas porque la gente, especialmente mis paisanos, están muy golpeados con esta crisis. Mi hijo y yo atenderemos la tienda, no puedo llamar a los dos empleados que teníamos, lamentablemente“, reseñó el inmigrante.

Hasta el pasado viernes centenares de emblemáticas tiendas por departamento se mantenían cerradas, hasta nuevo aviso, por temor a saqueos, y por dudas en los protocolos para frenar la pandemia. (Foto: Fernando Martínez)

El Subway con más pasajeros

Como era de esperarse, los nuevos números de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), muestran que la cantidad de pasajeros está en aumento, desde que la ciudad entró en la Fase Uno de reapertura.

La cantidad de pasajeros en el metro llegó a 800,000 el lunes, un 17 por ciento más que la semana anterior, es la primera vez que la cantidad de pasajeros llega a ese número, desde el comienzo de la pandemia.

La MTA opera un servicio regular de autobuses y metro, aunque los cierres de metro durante la noche permanecen en su lugar para la limpieza.

La presidenta interina de tránsito, Sarah Feinberg, dice que la MTA planea regresar al servicio de 24 horas en algún momento.

“Llegaremos allí en algún momento, pero en este momento creo que es increíblemente útil para nosotros tener esas horas durante la noche en las que no hay nadie en el sistema, donde simplemente podemos ingresar al sistema y limpiar eficientemente durante un par de horas “, dijo Feinberg.

Tiendas minoristas de los cinco condados, ya desde el lunes pasado, abrieron sus puertas sin temores. (Foto: Fernando Martínez)

Claves de la Fase 1 en NYC:

  • 94% fue el descenso de la cifras del número de fallecidos por complicaciones con el COVID-19 en los cinco condados, desde el lunes de junio hasta el pasado viernes 12 de junio en comparación con el dramático mes de abril.
  • 2.4% de los testeados en El Bronx resultaron positivos en COVID-19, durante la segunda semana de junio.
  • 85% de los hospitalizados con complicaciones por COVID-19, esta última semana, tienen más de 75 años.
  • 20% aumentó el número de pasajeros en el Subway en Manhattan, desde el pasado lunes 8 de junio, El Bronx tuvo el menor número de pasajeros en toda la ciudad, con un incremento del 12%. El uso de las rutas de autobuses aumentó en un 13%.
  • 397 muertes se han registrado en los vecindarios de Corona, en Queens, pertenecientes al código postal 11368 desde el pasado mes de marzo, constituyéndose como el epicentro de la pandemia desde el punto de vista de mortalidad.
  • 0 muertes se han registrado en el código postal 11106, del Bajo Manhattan, perteneciente al Distrito Financiero, 3 muertes en Tribeca y 9 decesos en Soho, desde que se expandió el coronavirus en NYC, significando los números más bajos de toda la ciudad.

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