Trabajadores de construcción demandan leyes de seguridad que los protejan

Los jornaleros, en la mayoría inmigrantes se sienten doblemente afectados, por la pandemia de COVID-19 y las condiciones inseguras de trabajo

Trabajadores de construcción en su mayoría hispanos, durante la marcha.

Trabajadores de construcción en su mayoría hispanos, durante la marcha. Crédito: NICE | Cortesía

NUEVA YORK.- Un grupo de jornaleros marcharon este martes desde la oficina del gobernador Andrew Cuomo en Manhattan hasta el sitio donde murió un trabajador de construcción hispano hace dos semanas, para exigir que el primer ejecutivo estatal como la Legislatura de Nueva York, tomen medidas para evitar más fatalidades entre los trabajadores inmigrantes.

La marcha y vigilia recordó a Mario Salas Vittorio, el trabajador de construcción de origen mexicano que murió el 16 de julio, después de que una pieza de moldura de la parte superior de un edificio del vecindario Murray Hill, en Manhattan, se estrelló contra el andamio donde estaba trabajando. El incidente, en el que además quedaron heridos de consideración otros tres jornaleros, ocurrió en el edificio localizado en el 136 East de la calle 36 y la avenida Lexington

Los promotores de la marcha por los trabajadores caídos, señalaron que las comunidades inmigrantes se han visto desproporcionadamente afectadas por las muertes relacionadas con el coronavirus y están siendo las más afectadas por su impacto económico.

“A medida que los trabajadores inmigrantes sobreviven e intentan recuperarse de una crisis de salud pública, debemos estar protegidos en el trabajo. Nuestras vidas son esenciales, no solo nuestro trabajo”, dijo un portavoz de New Immigrant Community Empowerment (NICE), la organización que promovió la marcha.

Vistiendo camisetas amarillas, portando velas y flores para honrar a los trabajadores fallecidos, además de grandes pancartas y entonando cánticos en los que se reclamó más protecciones para los inmigrantes y trabajadores de bajos salarios en el curso de la pandemia de COVID-19, los protagonistas de la marcha dijeron que no pueden esperar más por medidas que los protejan.

En algunas de las pancartas se leía: ¡Nuestras vidas están en juego!, ¡Los trabajadores inmigrantes no somos desechables!, ¡Ni una vida más!, en alusión a los frecuentes accidentes de construcción en los que han perdido la vida muchos trabajadores inmigrantes.

“Necesitamos que el gobierno Nueva York nos proteja pasando leyes de salud y seguridad y castigando a empleadores y compañías que no cumplen con su responsabilidad de mantener condiciones de trabajo seguras”, dijo el jornalero Fernando Peña, de El Salvador.

La senadora estatal Jessica Ramos, que marchó junto a los jornaleros declaró: “Es hora de poner fin a los contratistas sin escrúpulos que se aprovechan al robar salarios y no proporcionar equipos y capacitación de seguridad. Me uno a New Immigrant Community Empowerment (NICE) para exigir justicia para aquellos que han perdido la vida”.

A través de un comunicado NICE dijo que, tras de dejar a miles de trabajadores inmigrantes sin trabajo, la industria de la construcción fue una de las primeras en reabrir después de que la pandemia de coronavirus cerrara la economía. Pero desafortunadamente, un mes después de la reapertura, las condiciones inseguras han causado la muerte de dos trabajadores inmigrantes y tres heridos en trabajos de construcción en la ciudad de Nueva York.

“Estos incidentes son muy comunes, las investigaciones a menudo tardan años en llegar a una conclusión dejando a las familias inmigrantes desesperadas, y si las empresas son declaradas culpables de negligencia, la multa más severa a la que son sometidas por quitarse la vida humana es de $ 10,000. Este ultraje debe terminar. Ahora se necesitan protecciones para los trabajadores inmigrantes y los trabajadores de bajos salarios”, declaró NICE opera centros de trabajadores en Jackson Heights, Queens, Flatbush, Brooklyn y en el sur de El Bronx.

La familia de Mario Salas continúa exigiendo respuestas sobre cómo pudo suceder esta tragedia que le quitó la vida a un padre de tres hijos y que aún tenía mucho por vivir.

El cuerpo Salas fue enterrado en México, después que el consulado mexicano intercediera para ayudar a la familia con los arreglos.

Según el Departamento de Edificios (DOB), los trabajadores estaban restaurando partes de la fachada en el momento del colapso. La inspección más reciente presentada para el edificio desde febrero de 2019 mostró que la fachada no era segura y necesitaba reparación, según el DOB. La investigación del departamento sobre el incidente fatal está en curso.

 Otros incidentes de construcción

El mismo día en que murió Salas, apenas unas horas antes, muy cerca de allí, un edificio vacío de cuatro pisos colapsó en el 211 East de la calle 34. En ese caso no hubo víctimas, pero las propiedades circundantes fueron evacuadas por precaución.

Fue el tercer derrumbe de estructura en la ciudad en los últimos días. El 13 de julio, 125 trabajadores fueron evacuados después de que se descubriera una gran grieta en un edificio en construcción en Long Island City, Queens. Previamente, un edificio de tres pisos se desplomó el 30 de junio en el vecindario Carroll Gardens en Brooklyn.

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