Crisis de migrantes en Europa: el año que cambió un continente
Más de un millón de personas llegaron a Europa en 2015. Cinco años después, reflexionamos sobre lo que ha cambiado
Hace cinco años, más de un millón de personas cruzaron a Europa. Muchos de ellos asumieron grandes riesgos y se embarcaron en peligrosos viajes en un esfuerzo por escapar del conflicto y encontrar una vida mejor.
Pero la repentina afluencia de personas provocó una crisis humanitaria y política mientras Europa luchaba por responder a la situación.
Miles murieron intentando llegar a las costas y, mientras algunos países les abrían los brazos, otros levantaban vallas y cerraban sus fronteras.
El impacto de esta migración masiva se siente todavía hoy.
En este reportaje, corresponsales de la BBC, expertos y personas que hicieron el viaje reflexionan sobre ese dramático momento.
¿Cómo cambió Europa? ¿Cómo cambiaron las vidas de los involucrados?
Cómo empezó: “Sabía que no teníamos futuro”
Lara Tahan, profesora siria: Mi vida antes de la guerra en 2011 era muy buena. Yo era profesora de matemáticas en Alepo, con dos hijos. Pero cuando comenzó la guerra supe que no teníamos futuro en el país. Solía conducir al trabajo y ver cadáveres a los lados de la carretera. Así que huí a Turquía, que era la opción más fácil en ese entonces.
Mark Lowen, corresponsal en Turquía de 2014 a 2019: La guerra de Siria puso a Turquía al frente del asunto de la migración. Limita con Grecia y Bulgaria, por lo que en muchos sentidos se convirtió en la sala de espera para llegar a la Unión Europea. En 2015, hubo un gran flujo de personas de Siria a Turquía y luego a Grecia.
Julian Miglierini, reportero de la BBC en Roma: En Italia la migración ha sido un gran problema durante años. Su cercanía con el norte de África la convirtió en un destino privilegiado para quienes deseen arriesgarse a cruzar el Mediterráneo, y mucha gente lo hizo.
Guy De Launey, corresponsal en los Balcanes: Ese verano en Serbia era común ver en las calles a personas que habían viajado desde el Medio Oriente. Tomaban la ruta de los Balcanes, que serpenteaba hacia el norte a través de Grecia y Macedonia del Norte en el camino hacia países como Alemania.
Lara Tahan, profesora siria: Mis dos hermanas ya vivían en Alemania. Me di cuenta de que Turquía no era el futuro que estaba buscando para mí y mis hijos pequeños, así que decidí viajar a Alemania en busca de mejores oportunidades.
Jenny Hill, corresponsal en Berlín: Alemania había acogido a personas que huían de la guerra y la persecución y tenía reputación de ser un país hospitalario. Cuando miles de personas llegaron a principios de septiembre de 2015, una multitud los recibió con carteles pintados a mano y regalos para las personas que bajaban exhaustas de los trenes. Estallaron en aplausos y vítores espontáneos. Fue un momento extraordinario.
Lara Tahan, profesora siria: Llegué a Múnich después de un viaje largo y complicado. ¡Estaba lloviendo a cántaros! Para mí esa fue la primera cosa extraña que noté… ¡Lluvia en el verano! Pero conocí a personas muy agradables que recibieron muy bien a los refugiados.
Maddy Savage, corresponsal en Suecia: Al mismo tiempo, en Suecia, el estado de ánimo era que este era uno de los países más acogedores del mundo. En las estaciones había personas con pancartas que decían “bienvenidos refugiados”. Y un año antes el primer ministro había pronunciado un discurso pidiendo a los suecos que abrieran su corazón a los migrantes.
Samar Jaber, ingeniera de Jordania: En la universidad siempre hablaban de cómo Suecia recibía a los refugiados, así que huí de Jordania. No tuve elección porque mi vida estaba en peligro. Mi hermana ya estaba en Suecia y finalmente nos reunimos. Cuando llegué pensé que por fin era libre.
“Lo gestionaremos”, responde Europa
Guy De Launey, corresponsal en los Balcanes: El gran cambio se produjo cuando la policía de Macedonia del Norte disparó gases lacrimógenos contra las personas que intentaban cruzar la frontera con Grecia. Las autoridades dijeron que estaban abrumadas. Parecía que Europa de repente se había dado cuenta de un problema oculto a primera vista.
Nick Thorpe, corresponsal en Europa Central: En Hungría, el gobierno anunció que erigiría una valla en su frontera. La policía también selló la estación principal de trenes de Budapest para evitar que las personas siguieran el viaje. Pero estas medidas provocaron que la gente acudiera a los contrabandistas y la ilegalidad.
Bethany Bell, corresponsal de Austria: En un camión que había viajado desde Hungría a Austria se hallaron los cadáveres de decenas de migrantes. Fue un momento impactante que puso de relieve el problema del tráfico de personas y la desesperación de quienes se vieron atrapados en la crisis.
Jenny Hill, corresponsal en Berlín: Angela Merkel, como todos nosotros, estaba horrorizada por el descubrimiento del camión. Pareció tener un impacto profundo en ella. Apenas unos días después, anunció que Alemania aceptaría 800.000 solicitantes de asilo ese año. Y por primera vez utilizó lo que se convertiría en su eslogan: “Wir schaffen das”, “Lo lograremos”.
Nick Thorpe, corresponsal en Europa Central: Merkel, de acuerdo con la canciller austriaca, acordó acoger a quienes quedaron atrapados en Hungría. Miles se rindieron en la estación de Budapest y se marcharon a Viena. La opinión de Hungría era esencialmente: “Si quieres acoger a estas personas, hazlo”.
Lara Tahan, profesora siria: Después de llegar a Múnich, fui a dos campos de refugiados antes de que me trasladaran a una pequeña ciudad en Hesse. Conocimos a alemanes que querían ayudar a los refugiados a integrarnos. Me han apoyado mucho en cada etapa y todavía vivo ahí.
Jenny Hill, corresponsal en Berlín: El enfoque de Alemania fue tratar de garantizar que los recién llegados se distribuyeran por todo el país para que ninguna zona se viera afectada de forma desproporcionada. En realidad, fueron los alcaldes y las autoridades locales quienes organizaron toda la logística. Pero fueron apoyados por un notable movimiento de voluntarios.
Maddy Savage, corresponsal en Suecia: Las familias de inmigrantes en Suecia a menudo terminaban en lugares remotos o en alojamientos temporales que les obligaba a trasladarse de un lugar a otro. Y aunque la apertura a los recién llegados era la norma, eso comenzó a cambiar a medida que la presión sobre los recursos se hacía más evidente.
Guy De Launey, corresponsal en los Balcanes: Finalmente, la Ruta de los Balcanes se declaró cerrada en marzo de 2016. Eso ayudó a reducir el flujo de personas.
Mark Lowen, corresponsal en Turquía de 2014 a 2019: Un acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía unas semanas más tarde demostró ser muy eficaz. Turquía recibiría miles de millones en ayuda de la UE a cambio de aceptar a los refugiados sirios. Eso condujo a una disminución masiva en el número de migrantes.
Trabajo y vivienda: “Pensaron que sería el paraíso”
Samar Jaber, ingeniera de Jordania: Suecia fue muy difícil al principio y la gente intentó aprovecharse de mí antes de que me concedieran el estatus de refugiada. Ahora tengo un estatus legal y quiero usar mi título, pero me he dado cuenta de que aquí no aceptan títulos extranjeros.
Maddy Savage, corresponsal en Suecia: Mucha gente pensó que Suecia sería el paraíso, pero la realidad ha presentado más desafíos de los que esperaban. Incluso los inmigrantes con alto nivel educativo y un inglés excelente han tenido dificultades para progresar porque sus títulos universitarios no son válidos en el país.
Samar Jaber, ingeniera de Jordania: He solicitado unos 100 trabajos y nunca me han llamado para una entrevista. Así que ahora estoy estudiando para obtener un diploma sueco. Quiero construir un futuro, quiero ser independiente, pero han pasado seis años y no tengo nada.
Maddy Savage, corresponsal en Suecia: La vivienda y el empleo han sido dos de los mayores problemas. Suecia tiene grandes limitaciones de alojamiento en las principales ciudades. A menos que durante años la persona haya estado en una lista de espera para obtener vivienda social, conseguir una vivienda dependerá de las conexiones.
Jenny Phillimore, profesora de Asuntos de Migración: Uno de los legados de 2015 son las formas innovadoras con las que las personas han abordado temas como la vivienda. En Hamburgo y Bremen, de hecho, convirtieron contenedores de carga en hogares para inmigrantes. En Amsterdam, construyeron una “ciudad contenedor” que albergaba 50% de jóvenes holandeses y 50% de refugiados. Pero todavía hay problemas.
Maddy Savage, corresponsal en Suecia: La tasa de desempleo de los ciudadanos nacidos en el extranjero es del 21,2%, frente al 5,5% de los nacidos aquí. El objetivo es que los recién llegados no hagan trabajos en el mercado negro, y ha habido un debate sobre si debería haber reglas más flexibles que les permitan trabajar con mayor facilidad.
Samar Jaber, ingeniera de Jordania: No puedes sentirte estable. ¡Parece que cada vez que hago algo me piden otra cosa! ¿Crees que quiero quedarme en casa y no trabajar? Todos queremos trabajar. Pero no hay nada.
Jenny Hill, corresponsal en Berlín: Alemania tiene una población que envejece y algunos vieron a los recién llegados como una respuesta a la escasez de trabajadores cualificados: las grandes empresas como Siemens comenzaron a ofrecer contratos de aprendizaje. Pero inevitablemente hubo problemas y el tema de la migración dominó el debate social durante varios años.
Consecuencias políticas: “La fatiga de compasión ha echado raíces”
Jenny Hill, corresponsal en Berlín: Los delitos cometidos por solicitantes de asilo dominaron los titulares. Los ataques contra mujeres jóvenes en Colonia en la víspera de Año Nuevo de 2015 a manos de hombres que llegaron, en su mayoría, del norte de África alimentaron la ira, al igual que el ataque terrorista en un mercado navideño de Berlín, perpetrado por un hombre tunecino que había llegado a Europa como solicitante de asilo.
Maddy Savage, corresponsal en Suecia: El crimen también se ha convertido en parte del debate sobre inmigración aquí. Ha habido incidentes de alto perfil, pero la policía dice que el crimen en ciertas áreas de alta inmigración no proviene tanto de los recién llegados como de redes criminales y pandillas.
Jenny Hill, corresponsal en Berlín: Hubo una reacción violenta contra la política de “Lo lograremos” de Merkel, y pronto abandonó el eslogan a medida que crecía el apoyo al partido antimigrantes Alternativa para Alemania (AfD). La “Flüchtlingspolitik” (política de refugiados) polarizó a la sociedad.
Julian Miglierini, reportero de la BBC en Roma: En Italia, los nacionalistas explotaron la falta de cooperación percibida por parte de la UE y otros países europeos durante la crisis. Han expresado sentimientos anti inmigrantes y el mensaje ha calado en muchos italianos. Desde entonces, los nacionalistas han cosechado éxitos en las elecciones.
Daphne Halikiopoulou, profesora de Política Europea: La tendencia que hemos visto en Europa a partir de la crisis económica y luego continuando con la crisis de los inmigrantes es la reducción de la corriente política dominante y el auge de políticas nacionalistas.
Maddy Savage, corresponsal en Suecia: Los nacionalistas demócratas suecos han recibido más atención aquí desde la crisis y han ganado popularidad. Se ha vuelto más aceptable expresar opiniones contrarias a la inmigración, y el centro-izquierda ha introducido e incluso adoptado como política un límite en los números de acogida.
Bethany Bell, corresponsal en Austria: La crisis ha provocado un cambio significativo en la política austriaca. Oponerse a la inmigración ha sido un tema importante para el canciller Sebastian Kurz. Su mensaje antiinmigrante lo ayudó a ganar dos elecciones y quitarle votos a la extrema derecha. Sigue siendo un tema clave para su partido conservador.
Daphne Halikiopoulou, profesora de política europea: Las cifras reales de inmigración a menudo no se corresponden con las personas que votan por un partido en particular. Lo que es más importante es cómo los votantes perciben la crisis y cómo se presenta. De esta manera, los partidos han podido influir de una manera que no lo hacían antes.
Guy De Launey, corresponsal en los Balcanes: Algunos políticos nacionalistas han intentado utilizar la crisis para generar apoyo. En general, la simpatía por la difícil situación de los que vienen por la Ruta de los Balcanes parece haber disminuido. La gente está protestando contra los centros de asilo y la fatiga de compasión se ha arraigado.
Nick Thorpe, corresponsal en Europa Central: En Hungría, el gobierno conservador del partido Fidesz ha utilizado la crisis para reforzar su propio apoyo. Esto, combinado con un boom económico, los hizo imbatibles en 2018.
Daphne Halikiopoulou, profesora de política europea: Podemos entender el impacto de la crisis migratoria principalmente en términos de la oportunidad que representó para los partidos [nacionalistas] para aumentar su apoyo. Y creo que seguiremos viendo a estos partidos integrarse más en las corrientes políticas dominantes.
Escuelas e integración: ‘Quiero construir una vida aquí’
Jenny Phillimore, profesora de Asuntos de Migración: Lugares como Suecia y Alemania, que registraron el mayor número de llegadas, tuvieron un enfoque menos organizado para abordar la integración. Pero hubo un enorme esfuerzo de voluntarios, que fue una de las cosas más positivas que surgieron de la situación.
Maddy Savage, corresponsal de Suecia: Todavía es difícil para los inmigrantes ascender socialmente. Más temprano que tarde, veremos cómo se desarrollan las cosas para los niños que vinieron aquí y se acercan a la edad en la que ingresarán al mercado laboral.
Jenny Phillimore, profesora de Asuntos de Migración: Ese será el momento en que Suecia sepa si su respuesta ha sido un éxito o no. El país cuenta con una población que envejece, por lo que recibir de repente una inyección de 40.000 personas jóvenes y capaces podría convertirse en un gran éxito.
Jenny Hill, corresponsal de Berlín: En Alemania, las escuelas reclutaron más maestros y se aceleró la formación de personas de otras profesiones para aumentar el número en la enseñanza. Se organizaron clases adicionales para niños que no compartían un idioma común.
Lara Tahan, profesora siria: A mi hija le va muy bien aquí en la escuela. Ambas hablamos alemán con fluidez y tenemos muchos amigos. Ella es ambiciosa y quiero que lo haga mejor que yo.
Jenny Hill, corresponsal de Berlín: Muchos de los que llegaron se han integrado, aprendido el idioma y construido nuevas vidas aquí. De ninguna manera ha sido un proceso perfecto y todavía hay muchos problemas, pero cientos de miles de personas, sirios, iraquíes y muchos otros, están echando raíces.
Mark Lowen, corresponsal en Turquía de 2014 a 2019: Realmente ha cambiado la estructura de Estambul. Algunas calles tienen tiendas, restaurantes y cafés exclusivamente sirios. Y muchos de esos sirios quieren quedarse en Turquía ahora porque están asentados y es un país seguro.
Samar Jaber, ingeniera de Jordania: Suecia es un país muy generoso. Me ha cambiado. Solía tener miedo de muchas cosas, pero ahora me siento diferente. Me estoy preparando para estudiar una maestría y espero poder cumplir mis sueños.
Lara Tahan, profesora siria: Estoy deseando recibir mi pasaporte alemán. Decidimos venir aquí para tener una vida mejor y vivir con dignidad y seguridad. Nuestra calidad de vida aquí es muy buena.
*Algunos nombres han sido cambiados para proteger la identidad de las personas.
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