Cientos rinden tributo a jueza Ginsburg en la Corte Suprema en despedida oficial
El deceso de la magistrada liberal ha desatado un nuevo debate político sobre quién la reemplazará de manera vitalicia en el máximo foro de justicia en EEUU
El cuerpo de la fallecida jueza de la Corte Suprema, Ruth Bader Ginsburg, regresó a dicho recinto este miércoles para su despedida oficial en Washington D.C.
El funeral de la liberal Bader Ginsburg, tenaz defensora de los derechos de las mujeres y la equidad de género, se extenderá por dos días.
El féretro de la jueza llegó a la Corte Suprema pasadas las 9:30 a.m. de hoy de la mano de ocho funcionarios de la corte; entre éstos, dos mujeres.
El ataúd fue ubicado en el Catafalco de Lincoln o la plataforma donde descansó el de Abraham Lincoln en 1865.
Aunque el acceso al público general es limitado debido a la pandemia de coronavirus, familiares, amigos y excompañeros han tenido la oportunidad de pasar por el ataúd de la segunda mujer que ha servido en el máximo foro de justicia de Estados Unidos.
La entrada a la sala, junto con la silla de Ginsburgy el lugar en el banco cercano al del actual presidente de la Corte, John Glover Roberts, Jr., han sido cubiertos de negro, una tradición del Tribunal.
“Su voz en la corte y en nuestra sala de reuniones era suave. Pero cuando hablaba, la gente escuchaba”, dijo Roberts en medio de la ceremonia, según reportó la cadena Telemundo.
Un retrato de Ginsburg de 2016 realizado por la artista Constance P. Beaty forma parte de la ceremonia.
El deceso de la jueza ha desatado otro debate político por quién la reemplazará.
Ayer, el presidente Donald Trump dijo que nominará este sábado a una jueza para el Tribunal Supremo.
La confirmación de la sustituta de Ginsburg depende del Senado, donde los republicanos ya cuentan con la mayoría suficiente de votos para aprobar el nombramiento.
Sin embargo, los demócratas han pedido que el proceso se realice luego de las elecciones.
La veterana jueza también había pedido, antes de morir, que su “deseo más ferviente” era “no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente”.
En 2016, con la vacante de Antonin Scalia en el Supremo, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, ignoró al sustituto que había elegido el entonces presidente Barack Obama y ni siquiera programó una votación para atender el tema. El argumento era que no tenía sentido aprobarlo en un año electoral, lo que precisamente la delegación republicana se dispone a hacer ahora.
La favorita en la lista de Trump es Amy Coney Barrett, una magistrada conservadora de apenas 48 años; seguida de la cubano-estadounidense Bárbara Lagoa, de 52; y de Allison Jones Rushing, de solo 38; además de una abogada de la Casa Blanca, Kate Todd; según un reporte de The New York Times.