Se endurece batalla en el Senado por nominación a Corte Suprema que Trump dará a conocer el sábado
El senador Mitt Romney apoya que avance proceso para sustituir a jueza Ruth Bader Ginsburg
El Senado enfrenta una intensa batalla para atender la nominación a la Corte Suprema, la cual será dada a conocer el sábado por el presidente Donald Trump, luego de que terminen los honores a la jueza Ruth Bader Ginsburg, quien murió el viernes pasado de cáncer.
La sorpresa del día la dio el senador republicano Mitt Romney (Utah) –un crítico del presidente Trump–, quien confirmó que no impedirá la nominación que revele el mandatario, además de que apoyará la votación en el Pleno.
“Mis amigos liberales se han acostumbrado durante muchas décadas a la idea de tener un tribunal liberal, pero eso no está escrito en las estrellas”, dijo Romney.
Afirmó que un país de “centro-derecha”, como lo es Estados Unidos, debería tener una Corte Suprema que refleje esos puntos de vista.
La decisión de Romney, sin embargo, no significa que votará a favor, sino que podría haber un avance en esa Cámara sin obstrucción.
De contar con el voto del senador de Utah, la mayoría del Senado, liderada por Mitch McConnell (Kentucky), tendría los 51 votos necesarios para avalar a quien suceda a la jueza Ginsburg, lo cual ha preocupado a los demócratas, que se han esforzado en detener el proceso.
“Anunciaré mi nominación a la Corte Suprema el sábado en la Casa Blanca”, escribió el presidente en Twitter.
I will be announcing my Supreme Court Nominee on Saturday, at the White House! Exact time TBA.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 22, 2020
Aunque se consideran al menos tres nombres, varios reportes indican que la jueza del Séptimo Circuito de Apelaciones, Amy Coney Barrett, es la opción más viable para el mandatario.
Además de Barrett, el presidente Trump considera a la jueza hispana Bárbara Lagoa, pero tiene menos posibilidades que la primera, según los informes.
Aunque el mandatario presiona para que haya una confirmación, los senadores todavía analizan las opciones, ya que deben revisarse las credenciales de quien sea nominada y realizar la audiencia correspondiente en el Comité Judicial.
El líder de la minoría, Charles Schumer (Nueva York) presentó una moción para que sus colegas aceptaran el deseo de la jueza Ginsburg de nombrar a se reemplazo después de las elecciones, pero el senador republicano Ted Cruz (Texas) bloqueó la petición.
“Me levanto ahora para ofrecer una resolución que honrará su larga e ilustre carrera. Los republicanos vinieron a nosotros con esta resolución, pero ignoraron el último deseo de la jueza Ginsburg, lo que ella llamó su ‘deseo más ferviente’, de no ser reemplazada hasta que se instale un nuevo presidente”, indicó Schumer.
El demócrata criticó a los republicanos por avanzar en el proceso, además de considerar que el reemplazo de la jueza Ginsburg será alguien que “derribe todo lo que ella construyó”.
Schumer, sin embargo, estableció que avalar una propuesta del presidente Trump pondría en peligro algunos programas existentes, como la atención médica.
“(Hará) que los precios de los medicamentos se disparen y eliminar las protecciones de hasta 130 millones de estadounidenses con afecciones preexistentes”, acusó. “De eso es de lo que estamos hablando cuando hablamos de esta vacante. Para cientos de millones de estadounidenses, todo está en juego”.
Hasta ahora, las únicas republicanas que rechazan que avale la propuesta del presidente Trump son Susan Collins (Maine) y Lisa Murkowski (Alaska).
El juego de posiciones
En 2016, los demócratas buscaron que el presidente Barack Obama pudiera nombrar –a 70 días de la elección presidencial– a quien supliera al juez Antonin Scalia, quien murió ese año. Entonces los republicanos dijeron que debía dejarse esa decisión a quien ganara la elección.
“No creo que debamos seguir adelante con un nominado en el último año del mandato de este presidente. Yo diría eso incluso si fuera un presidente republicano”, dijo en 2016 el senador Marco Rubio (Florida).
Su posición fue similar a la de McConnell, quien incluso apeló a que la decisión era de los votantes, con un nuevo presidente y la conformación de un Senado.
“El pueblo estadounidense debería tener voz en la selección de su próximo juez de la Corte Suprema. Por lo tanto, esta vacante no debería cubrirse hasta que tengamos un nuevo presidente”, afirmó McConnel sobre la vacante del juez Scalia.
Ahora los papeles se invierten, pero los republicanos parecen no tener la menor intención de echarse para atrás, presionados por el presidente Trump, quien afirma tener el derecho constitucional de hacerlo, aunque no ha habido señalamientos de que no lo tenga.
¿Votos listos?
En medio de la batalla, el presidente del Comité Judicial, el republicano Lindsey Graham (Carolina del Sur), afirmó que su bancada tiene todos los votos para aprobar la nominación.
“Tenemos los votos para confirmar el reemplazo del juez Ginsburg antes de las elecciones”, afirmó en Fox News. “Vamos a avanzar en el Comité, vamos a informar la nominación del Comité al Senado de los Estados Unidos para que podamos votar antes de las elecciones. Ahora, ese es el proceso constitucional”.