Entra en vigor en México nuevo y polémico etiquetado en alimentos procesados

La industria de productos envasados ha expresado

Nuevo etiquetado.

Nuevo etiquetado. Crédito: EFE

MÉXICO – Este jueves entró en vigor el nuevo etiquetado mexicano de alimentos procesados, lo que representa una victoria para especialistas de salud, entre ellos Hugo López-Gatell subsecretario de Salud y defensores del consumidor, en medio de aumento de tensión entre el Gobierno y la industria.

Y es que la nueva Norma Oficial Mexicana 051, premiada por Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS), combatirá con advertencias frontales en envases la epidemia de obesidad de México, el segundo país con más sobrepeso del mundo, explican especialistas.

“Muchas veces el consumidor no sabe que estos productos ultraprocesados no son buenos para la salud, entonces es una medida histórica que ahora se resuelva esta asimetría de información”, afirma José Luis Chicoma, director general de Ethos: Laboratorio de Políticas Públicas.

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¿Cómo funciona?

La NOM 051, producto de una reforma a la Ley General de Salud del año pasado, consiste en etiquetas en forma de octágonos negros que alertan sobre “exceso de calorías” u otras sustancias como azúcares, sodio y grasas, y la presencia de edulcorantes.

“Es un etiquetado muy fácil de entender, muy claro, y el cual no requiere de toda esta complejidad de información nutrimental para tomar una decisión rápida en el momento de compra”, expone Paulina Magaña, investigadora de la Alianza por la Salud Alimentaria y el Poder del Consumidor.

Los industriales inconformes

Para la organización ConMéxico, el nuevo etiquetado en los alimentos y bebidas preenvasados producidos destaca la duda en su efectividad para el consumidor.

Entre 80 y 85 por ciento de los productos disponibles en el mercado estarán etiquetados, salvo algunas categorías y aquellos productos que estén reformulados.

“Toda la industria está comprometida con el cumplimiento del etiquetado, aunque no estemos de acuerdo”, apuntó Jaime Zabludovsky, presidente ejecutivo del organismo privado.

“Nuestra preocupación es que el etiquetado no señala porciones, los alimentos tendrán los mismos sellos independientemente de su tamaño; oculta cantidades específicas por porción; y evita que los consumidores comparen productos”, destacó.

Además, todos aquellos alimentos procesados para reducir las calorías y sustituir azúcares también serán merecedores de portar los sellos, lo cual no favorece a los productos light, pues limita la competencia y obstaculiza una comunicación clara con el consumidor, de acuerdo a un pronunciamiento previo de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

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El dirigente particularizó el caso de los sellos pequeños para productos de formato individual, que sólo indicarán el número de sellos a los que estos son acreedores, aunque sin esclarecer qué nutrimento se excede y argumentó que personas con padecimientos como diabetes o hipertensión, o incluso quienes siguen algún régimen alimenticio, no sabrán elegir entre las diferentes alternativas.

Sólo los productos o ingredientes básicos sin ningún añadido estarán exentos del etiquetado, así como aquellos reformulados para mantenerse por debajo de las cantidades de nutrimentos referidas por la norma.

Zabludovsky resaltó que los productos fabricados a partir del día de hoy que entró en vigor la NOM-051 son los que están obligados a cumplir con la nueva disposición, de lo contrario aplicarán multas y sanciones, mientras que los producidos antes de octubre podrán coexistir en anaqueles al seguir siendo legales sin ser objeto de merma.

Aún no se tienen mediciones en el cambio de consumo o caídas en las ventas, sin embargo, la industria anticipa que haya afectaciones.

Modelo chileno

Ese modelo de nuevo etiquetado que esta causando polémica en México, es un modelo basada en el adoptado en 2016 por Chile, donde cayó 25 % la compra de bebidas azucaradas, 17 % la de postres envasados y 25 % el contenido promedio de azúcares en los productos, según un estudio de la Universidad de Chile y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

“Al ser tan claro, un consumidor puede elegir entre un producto u otro, vale la pena mencionar que no es una medida prohibitiva, sino una medida informativa y de advertencia para dar estas herramientas necesarias y poder elegir”, argumenta Magaña.

Conflicto en “exceso”

Cuando se anunció el etiquetado, la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca) denunció que al sector le costaría 6,000 millones de pesos (más de 270 millones de dólares) cambiar el etiquetado de los productos.

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) argumentó que la norma afectaría 42,000 toneladas de producción de alimentos al año.

Asimismo, el 25 % de la facturación mensual de las tienditas viene de alimentos considerados “chatarra” y de bebidas azucaradas, apunta la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

“La demanda manda, entonces el punto es que estos productos que son de alto contenido calórico son de alta demanda, son verdaderos motores de venta”, indica en entrevista Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC.

El etiquetado es solo una muestra más de la tensión entre la industria y el actual Gobierno de México, que ha llamado “veneno embotellado” a los refrescos y ha pedido consumir lo “natural”

En particular, el Gobierno atribuye a la alimentación heredada por el “periodo neoliberal” la mortalidad cercana al 10 % de la pandemia en México, donde casi una quinta parte de los casi 78,000 muertos por COVID-19 padecía hipertensión y otro tanto diabetes.

Además del etiquetado, el gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, izquierda) promueve aumentar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas y alimentos azucarados y prohibir la venta de comida chatarra a niños, como aprobaron ya los estados de Oaxaca y Tabasco.

Por ello, el líder de la ANPEC ha lanzado la campaña Prohibido Prohibir en la que pide al presidente, Andrés Manuel López Obrador, que cumpla su promesa de no aumentar impuestos ni adoptar políticas prohibicionistas.

“El entorno de las prohibiciones comerciales como del nuevo etiquetado se está dando en un contexto y en un ambiente económico muy difícil que está viviendo el país”, insiste.

Insuficiente

Expertos reconocen que el etiquetado es insuficiente para abordar la crisis de obesidad, un problema de salud que le cuesta México el 5,3 % del producto interno bruto (PIB) al afectar a tres de cada cuatro mexicanos, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El director de Ethos apunta que en México los alimentos saludables son cinco veces más caros, con base en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).

“Hay un cóctel letal, que es que el precio de estos productos sea muy bajo, que hay muchísima publicidad, que hay poca información sobre lo negativo que son estos productos, y el etiquetado atiende esa poca información, pero el precio, la publicidad y el acceso fácil siguen”, considera Chicoma.

Con información de agencias

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