Joe Biden y Kamala Harris hacen historia y buscan reagrupar a un país dividido

El presidente Trump se niega a conceder el trinfo y afirma que seguirá su batalla legal

Joe Biden y Kamala Harris logran vencer a Donald Trump y Mike Pence.

Joe Biden y Kamala Harris logran vencer a Donald Trump y Mike Pence. Crédito: Drew Angerer | Getty Images

Esta ha sido una elección histórica para Estados Unidos desde distintas perspectivas: se perfilaba difícil que los demócratas vencieran la dura base electoral del presidente Donald Trump, se enfrentaron dos proyectos prácticamente opuestos, millones de personas votaron más que nunca, el voto latino fue clave para ambos candidatos y una mujer que representa las minorías será vicepresidenta.

El único “pero” que podría hallarse al triunfo de los demócratas Joe Biden y Kamala Harris es que enfrentarán un país dividido, literalmente, ya que aunque lograron 74.9 millones del voto popular, un nuevo récord, el presidente Trump obtuvo 70.6 millones de sufragios, superando incluso los obtenidos por Barack Obama en 2008.

El triunfo de Biden no desvanece las diferencias que vive la nación, pero hay un mensaje de esperanza desde su campaña: “Recuperar el alma del país”. Eso incluye a cualquier persona, como él mismo adelantó en su discurso del viernes por la noche, cuando dijo que los estadounidenses son “oponentes”, pero “no son enemigos”. Afianzó ese espíritu al reconocer su triunfo.

“América, me siento honrado de que me hayan elegido para dirigir a nuestro gran país”, expresó en un mensaje en Twitter. “El trabajo que tenemos por delante será arduo, pero les prometo lo siguiente: seré un presidente para todos los estadounidenses, ya sea que votaron por mí o no. Honraré la fe que han depositado en mí”.

https://twitter.com/JoeBiden/status/1325118992785223682

También es una elección histórica porque, por primera vez, un presidente se niega a conceder el triunfo de su oponente y amaga con batallas legales que, hasta ahora, han sido infructíferas, debido a la falta de pruebas.

“¡Gané la elección. Por mucho!”, escribió en mayúsculas en Twitter.

Apenas 15 minutos después de que The Associated Press informara el trinfo de Biden, el presidente Trump envió un mensaje oficial a través de su campaña, donde aseguró que esto no había terminado, acusando nuevas teorías de conspiración en colusión con “grandes medios de comunicación”, aunque incluso Fox News, la cadena que lo ayudó a su ascenso, comenzó a desmarcarse de él cuando surgieron los primeros resultados y no hizo eco a sus teorías de fraude electoral.

“Todos sabemos por qué Joe Biden se apresura a declararse ganador, y por qué sus aliados en los medios de comunicación se esfuerzan tanto por ayudarlo: no quieren que se exponga la verdad”, afirmó. “El simple hecho es que esta elección está lejos de terminar. Joe Biden no ha sido certificado como el ganador de ningún estado y, mucho menos, en los estados altamente controvertidos que se dirigen a recuentos obligatorios, o donde nuestra campaña tiene desafíos legales válidos y legítimos que podrían determinar el vencedor final”.

El mandatario mencionó el caso de Pensilvania, donde se demostró que los demócratas siguieron la orden de la corte de asegurar observadores republicanos en el conteo. “Eso es una mentira”, dijo un reportero de Fox News desde aquella entidad, al tiempo que describió cómo ambas campañas tenían personal vigilando el conteo. Sin pruebas públicas irrefutables, el presidente Trump dice que mantendrá su batalla legal.

“A partir del lunes, nuestra campaña comenzará a procesar nuestro caso en la corte para garantizar que las leyes electorales se cumplan plenamente”, expresó. “El pueblo estadounidense tiene derecho a una elección honesta: eso significa contar todos los votos legales y no contar los votos ilegales”. Lo curioso y revelador es que ningún republicano de alto rango está respaldando al presidente Trump en esa nueva batalla, aunque su abogado personal Rudy Giuliani dijo que serán los jueces quienes decidan la elección.

Al tiempo que esa postura se distribuía a los medios de comunicación, la próxima vicepresidenta, Harris, detuvo su rutina de atletismo para responder una llamada de Biden: “Lo logramos, Joe. Vas a ser el próximo presidente de los Estados Unidos”.

Más tarde, el presidente Trump saldría a jugar golf y sería retratado con un rostro poco amable, todavía sin reconocer el triunfo de su oponente. A los pocos minutos lanzó un tuit en mayúsculas acusando fraude y atacando el voto por correo… sin ofrecer, de nuevo, prueba alguna.

Los retos inmediatos

Biden y Harris tienen una amplia agenda para enfrentar los retos del país: la pandemia de COVID-19 y la crisis económica que ha impactado más a comunidades latinas y afroamericanas. Esa es su prioridad.

También deberán modificar la agenda migratoria del presidente Trump que logró más de 400 cambios en procesos legales, según un reporte del Migration Policy Institute, algunos de los cuales no será fácil echar atrás. Los “dreamers” son una prioridad, pero antes de lograr un acuerdo en el Congreso deberá detener el fin de DACA, el cual inició el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Los derechos civiles, no solamente de los inmigrantes, han sido de los más afectados por la Administración Trump, como apunta la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que ha liderado distintas batallas en tribunales, incluso ante la Corte Suprema.

“Nuestra democracia funcionó como debería y todos los votos serán contados”, indicó el grupo. “Durante los últimos cuatro años hemos sido testigos de algunas de las políticas más crueles e inconstitucionales en la historia de nuestra nación… Durante esta era, la ACLU presentó más de 400 acciones legales contra Trump sobre derechos de inmigrantes, derechos LGBTQ, derechos al voto, derechos reproductivos y más”.

El Centro para el Progreso Americano (CAP) destacó la importancia que una coalición demócrata a nivel nacional logró vencer al presidente Trump, pero hay retos indiscutibles por enfrentar, además de lo significativo que es para el país la elección de una mujer como vicepresidenta, una mujer de color.

“Por primera vez, también tendremos a una mujer de color e hija de inmigrantes ascendiendo al segundo cargo más alto del país”, indicó Neera Tanden, presidenta y directora ejecutiva del CAP. “Los votantes eligieron una visión progresista, una a favor de una respuesta sólida y unida contra el coronavirus; una economía inclusiva; atención de salud más asequible y accesible; mejor infraestructura y resiliencia climática. Esa visión más progresista también busca finalmente abordar la lúgubre historia y los continuos desafíos de la injusticia racial y la desigualdad”.

Qué sigue

Aunque Biden es proyectado como el ganador de la elección y él puede asumirse como tal, el proceso electoral incluye algunos pasos adicionales:

  • El conteo final de los votos
  • Las batallas en cortes, aunque la campaña debe demostrar las acusaciones
  • Cuando termina el conteo, el Colegio Electoral debe confirmar los 538 votos estatales; si se mantiene como está ahora el resultado 279 serían para Biden
  • El nuevo Congreso debe contar los votos electorales y certificar la elección
  • Biden asumiría el cargo el 20 de enero del 2021

Los estados pendientes

Hay tres entidades donde no hay resultados oficiales:

  • Georgia repetirá el conteo, pero las últimas cifras pusieron a Biden al frente con 49.45% del voto contra 49.30% de Trump
  • Carolina del Norte acumula 98% del conteo, Trump lidera con 50% contra 48.6% de Biden
  • Arizona lleva 97% del conteo, Biden lidera con 49.54% contra 48.9% de Trump

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