8 trucos para hacer de tu café un poderoso remedio adelgazante

Si eres de los que no puede iniciar el día sin una humeante y aromática taza de café, tenemos buenas noticias para ti: el café no solo será el mejor estimulante de la mañana, existen algunas adiciones a este infalible hábito cotidiano que serán de gran ayuda para potenciar la pérdida de peso. 

En sí mismo, el café es una bebida llena de ventajas para la salud. No en vano es una de las más consumidas en todo el mundo, las investigaciones demuestran que el café es un gran aliado para la salud: nos ayuda a vivir por más tiempo, ayuda a que el procese mejor la glucosa (azúcar) y disminuye el riesgo de padecer problemas de salud como es el caso del Alzheimer, el cáncer de colon y la insuficiencia cardíaca. Sin embargo se ha comprobado que mezclarlo con otros elementos, son costumbres que pueden descarrilar rápidamente los hábitos alimenticios saludables. 

Diversos especialistas en nutrición y medicina, coinciden en que beber café puede ser un magnífico aliado terapéutico y su mala reputación se asocia con consumir exceso de grasas, calorías y azúcar en el café. La buena noticia es que existen algunos trucos increíblemente fáciles, que hacen de el café una gran bebida para cumplir nuestros objetivos de pérdida de peso.

1. Evita tomar café a primer hora en la mañana

Normalmente creemos que iniciar el día con una humeante taza de café, es un buen hábito para controlar el hambre y por supuesto llenarnos activarnos y llenarnos de energía. Sin embargo hacer una pausa para comer algo primero, es de gran ayuda para controlar la sensación de hambre más adelante en el transcurso del día. Diversos especialistas en nutrición recomiendan, evitar tomar café inmediatamente por la mañana y enfatizan en la importancia de comer algo ligero primero y luego disfrutar del café. Lo que sucede es que el café es un buen aliado para reducir la sensación de hambre y puede llevarnos fácilmente a saltarnos las comidas, hábito que tiende a derivarse en comer en exceso más tarde en el día. De igual manera no es recomendable consumir cafeína seis horas antes de acostarse, ya que según un estudio del año 2013 publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine es un hábito que reduce la cantidad total de sueño en más de una hora. Por lo tanto beber café demasiado tarde en el día puede causar una mala calidad del sueño, que luego conduce al cansancio al día siguiente y la falta de sueño se asocia con malas desiciones cuando se trata de alimentos, activa los antojos por alimentos calóricos, grasosos y dulces, lo que puede dificultar los objetivos de pérdida de peso.

2. Vigila el tipo de endulzante 

Endulzar el café es un mal hábito, sobre todo cuando se trata de endulcorantes químicos que se asocian con varios efectos negativos para la salud. Los jarabes azucarados y las cremas endulzadas pueden hacer que los niveles de azúcar se disparen rápidamente, causan picos de glucosa en la sangre y a largo plazo se derivan en aumento de peso. Para ser más claros el azúcar agregado se refiere a cualquier tipo de endulzante añadido durante el procesamiento o en la mesa, mientras que las fuentes de azúcares naturales se encuentran naturalmente en alimentos como frutas (fructosa y glucosa) y leche (lactosa), según información revelada por la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA). De preferencia evita endulzar el café, en caso que no puedas resistirte opta por los endulzantes naturales como la miel cruda, de agave, jarabe de arce, azúcar de coco, stevia y dátiles. Otras alternativas sencillas y medicinales para agregar sabor al café sin calorías adicionales, son el uso de extracto de vainilla, canela, nuez moscada, lavanda seca y extracto de menta.

3. Sustituye la crema por opciones más ligeras

Para quienes tienen la costumbre de beber varias tazas de café al día y suelen agregar crema, tenemos una mala noticia: este hábito aporta un alto contenido de grasas saturadas y calorías al día. Una cucharada de crema de café estándar contiene 30 calorías y 2 gramos de grasa saturada por cucharada. Es bien sabido que las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol LDL (malo) en la sangre, lo que a su vez aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Lo peor de todo es que las cremas para café contienen muchas calorías y su consumo recurrente puede provocar un aumento de peso, según datos liberados por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Una buena solución y que recomiendan los especialistas en nutrición, es agregar mitad de crema y mitad de leche descremada (20 calorías por cucharada) o leche entera (alrededor de 10 calorías por cucharada), aportará cremosidad sin tanta grasa y aporte calórico. Otra de las mejores recomendaciones es priorizar el uso de leches vegetales sin azúcar, como la leche de almendras que contiene solo 2 calorías por cucharada.

4. No confíes en los endulcorantes

Llevamos años creyendo que el uso de endulcorantes es saludable, principalmente porque no contienen calorías y solemos pensar que son un buen aliado en la pérdida de peso. Sin embargo, se ha comprobado a través de una revisión de 56 estudios publicados en BMJ que la sustitución del azúcar con edulcorantes artificiales parece no tener ningún efecto sobre la pérdida de peso. Además, los efectos sobre la salud a largo plazo de los edulcorantes artificiales aún no se comprenden bien, aunque se cree que afectan de forma negativa la salud principalmente a la flora intestinal, son causa de caries, diabetes mellitus tipo II, sobre peso y obesidad. 

5. Agrega sabor un único, con corteza de naranja

No todo tiene que ser azúcar y crema, el café es una bebida inmensamente versátil que se presta para crear deliciosas combinaciones. Una gran idea y muy baja en calorías es agregar un toque de sabor en la parte superior de la taza de café: frota una cáscara de naranja alrededor del borde de la taza de café para llenar de aromas y sabores el café, sin adiciones calóricas. Aunque resulte algo extraño, la mezcla de cítricos y café tiene seguidores de culto. Se sabe que en populares cafeterías de Phoenix-Arizona, han creado una mezclar de jugo de naranja con espresso que consumen como un poderoso y nutritivo estimulante en las mañanas. 

6. Crea mezclas con granos de café aromatizados

Sabemos que la tentación de comprar cremas para café es alta, sobre todo hoy en día que contamos con una amplia oferta de ricos y cálidos sabores, sin embargo brillan por su alto contenido en calorías y azúcar. Una gran alternativa para darle un giro al clásico café, es comprar una bolsa de granos de café con sabor, la ventaja de estos tipos de café es que usan extractos naturales como vainilla para dar sabor, en lugar de azúcar añadida. Lo mejor de todo es que puedes crear todo tipo de combinaciones utilizando tus sabores favoritos, otra magnífica idea es agregar un sabor a chocolate al café; añade ½ cucharadita de semillas de cacao a dos tazas de granos de café en el molinillo de café. El resultado es simplemente delicioso y de lo más reconfortante. 

7. Vigila bien con qué alimentos combinas el café

La clave del éxito se encuentra en el equilibrio, es por ello que cuando se trata de perder peso todo influye. Lo benéfico del hábito matutino de beber café, depende de las combinaciones que giren entorno a él; si bien es delicioso mojar galletas o biscotti en el café, es un hecho que estaremos sumando calorías. Existen opciones increíblemente saludables para disfrutar el café, opta por consumir arándanos, almendras, avena y frutos rojos.

8. Cambia de estrategia al pedir tu café

Todos amamos pedir nuestra combinación de café predilecta en nuestras cafeterías favoritas, sin embargo es un hábito que de manera indudable agrega calorías y grasas saturadas en nuestro día a día. La buena noticia es que unos simples ajustes serán de gran ayuda para beneficiar la pérdida de peso: omite el uso de crema batida, jarabes, jaleas y cualquier aderezo como virutas de chocolate, son elementos que definitivamente suman en términos de azúcar y calorías. Para los días de antojo extremo, considera estas bebidas como un postre especial que disfrutas ocasionalmente después de una comida y opta por el tamaño pequeño. Nunca los consideres como una opción de café cotidiano.