La contraloría denuncia la condición de las cunas en los refugios para familias desamparadas

Los auditores de la oficina de Scott Stringer denuncian haber visto moho, cucarachas y heces de roedores

Cunas shelters

Esta es la situación de una de las cunas que se encontraron los inspectores de la contraloría en uno de los 13 refugios auditados./Cortesía (Oficina de la contraloría) Crédito: Cortesía

No es fácil leer la lista de lo que han encontrado los auditores de la contraloría de Nueva York en las cunas y alrededor de estas en los refugios para desamparados. Moho y humedades en las habitaciones, bordes afilados, ventanas rotas, sustancias peligrosas a alcance de los bebés, cucarachas y hasta heces de ratones dentro de la cuna.

“Eso significa que no solo estas heces estaban dentro de la cuna mientras el niño pudiera estar dormido, sino que los roedores podrían, de hecho, estar cerca del bebé”, lamentaba el contralor, Scott Stringer. El contralor dijo al presentar el informe de auditoría el lunes que de todas las investigaciones que ha hecho su oficina desde 2014 (cuando se puso al frente de ella) lo encontrado en esta es “lo más vergonzoso y perturbador”.

“Los bebés son los más vulnerables y preciados, confían completamente en los adultos para que les protejamos y les cuidemos, hay bebés en refugios que tienen menos de un año”, explicaba Stringer quien detalló los fallos en 13 refugios detectados desde diciembre de 2019 hasta marzo de 2020.

Las deficiencias en los refugios visitados de forma aleatoria presentan problemas para la salud y para la seguridad en todos ellos y en el 92% de las unidades visitadas. En 32 de estas unidades en 11 refugios, de hecho, la situación era mucho peor ya que se observaron más de cuatro situaciones de peligro o insalubres.

Cuna refugio desamparados
Detalle de una de las cunas portátiles encontradas en los refugios de desamparados de la ciudad./Cortesía (Contraloría de NYC)

“En un caso”, detallaba ayer Stringer, “un refugio inspeccionado por uno de los auditores no tenía calefacción cuando se hizo la visita en invierno. La calefacción tenía una infestación de cucarachas y la familia puso un plástico en la ventana para protegerse del aire frío”.

“Es una mancha en el récord de la ciudad que los bebés de los que cuidamos estén durmiendo cerca de insectos, respirando moho y jugando cerca de enchufes de electricidad”, denunciaba el contralor.

Otro de los aspectos perturbadores de la auditoría es la revelación de que los operadores que no cumplen con las medidas de seguridad e higiene no hacen frente, “aparentemente a consecuencias”. Cinco de los 13 refugios del ejemplo de la auditoria recibieron luz verde para continuar contratados por la ciudad a pesar de haber recibido malas evaluaciones por parte del Departamento de Servicios a Desamparados (DHS).

Este Departamento municipal gestionó dos refugios propios y supervisa 155 de operadores que son organizaciones sin ánimo de lucro. Los refugios son servicios que se prestan a quienes no tienen hogar hasta que encuentran uno. DHS informa que aproximadamente unos 50 niños de la ciudad fallecen por causas que pueden prevenirse incluidos accidentes durante el sueño por eso participan con la Administración de Servicios a Niños y el departamento de Salud e Higiene Mental en una iniciativa para dar una guía de instrucciones sobre el sueño seguro para los niños.

DHS requiere que las familias vean un video sobre seguridad en el sueño a las 48 horas de llegar al refugio y aprobar o no las cunas propias además de hacer inspecciones semanales.

Stringer dijo que “no se pueden tolerar estas condiciones durante un segundo más y DHS tiene que investigar las condiciones inaceptables en los 13 refugios investigados”.

Este departamento dice estar en desacuerdo con la metodología de la inspección y entre otras cosas explican que se ha reconocido que muchos de los proveedores auditados tienen un buen informe y que los problemas durante el sueño no son exclusivos de un determinado grupo social y se pide que no se estigmatice a los residentes en estos refugios.

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Detalle de los insectos encontrados en una de las habitaciones de un refugio./Cortesía (Contraloría de NYC)

A pesar de las objeciones, acepta a , la oficina de Stringer mantiene los detalles de lo encontrado. DHS no obstante acepta buena parte de las 10 recomendaciones hechas por la contraloría y que empiezan por pedir a este departamento que asegure que los proveedores de refugios inspeccionen con urgencia y corrijan los defectos encontrados en los identificados por la auditoría.

Stringer quiere además que se actualicen y se vigile el cumplimiento de las políticas escritas y los procedimientos a tener en cuenta cada vez que se realoja a una familia además de asegurarse que se muestra el video sobre el sueño seguro a todas las familias con bebés, tal y como se prescribe que se haga.

La contraloría pide que se aseguren las inspecciones semanales y que estén documentadas de tal manera que se puedan corregir deficiencias que encuentren. En cualquier caso la oficina de Stringer cree que deben establecerse políticas de cumplimiento de las políticas de seguridad para los más pequeños y dar cumplimiento a las consecuencias en caso de que no sea así.

Cifras

25,661 familias vivieron en los refugios de la ciudad operados por DHS en 2019. En esas familias había un total de 46,454 niños, 4.824 de ellos bebés.

50 niños aproximadamente mueren de heridas prevenibles durante el sueño

11 de los refugios no tienen recibos del 44% de las inspecciones semanales en 86 unidades en las que no se cumplen las medidas de seguridad.

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