5 alimentos malos para el metabolismo y que debes mantener fuera de tu dieta este 2021

Iniciar un estilo de vida más saludable y enfocado en mantener un peso óptimo, comienza con los ingredientes con los que abastecemos la cocina

Cereal

Crédito: Foto de Flo Dahm en Pexels | Pexels

No existen dudas el primer y más efectivo paso para seguir un estilo de vida saludable, comienza en la cocina con los productos que seleccionamos para abastecernos. De tal modo que integrar alimentos saludables y ricos en nutrientes, hará que nos sintamos más inclinados a incorporarlos como parte de la rutina diaria. Sin embargo por desgracia aplica de la misma forma con aquellos alimentos poco saludables, que se destacan por su alto valor calórico y contenido en sustancias muy nocivas, como los excesos de azúcares, grasas saturadas, harinas refinadas, conservadores y sodio. Es por ello que en los últimos meses todas las tendencias de salud, enfatizan sobre la importancia de omitir la ingesta de productos procesados. 

Lo cierto es que este tipo de alimentos en muchas ocasiones son accesibles y muy populares, y es por ello que solemos consumirlos de manera cotidiana. Lamentablemente anulan cualquier esfuerzo por crear un estilo de vida más sano y natural. 

De tal manera que si estás tratando de comenzar a comer de manera más saludable, pero no estás del todo seguro sobre qué elementos es mejor eliminar de la dieta para ver los mejores resultados. A continuación te presentamos los 5 productos más comunes, que deberás mantener completamente lejos de tu cocina este 2021. 

1. Barritas energéticas

A lo largo de los años nos hemos acostumbrado a relacionar como una opción saludable a la inmensa oferta de barritas de proteína y granola, de hecho se comercializan como bocadillos saludables. Para muchos suelen ser una buena opción para complementar la pérdida de peso, sin embargo la realidad es que estas barras a menudo están cargadas de azúcar y suelen contener muchas calorías. Todo esto interfiere de manera negativa en la pérdida de peso. Según expertos nutricionistas, estas barras solo harán que sea más difícil bajar de peso y la razón, es que generalmente contienen abundante azúcar y carbohidratos refinados. Ambos ralentizan el metabolismo al sobrecargar el hígado, lo cual hace que se almacenen más rápidamente como grasa y claro se deriva en un aumento de peso. Otro punto a considerar es que este tipo de barras, suelen disminuir el metabolismo cuando son reemplazadas por comidas variadas, coloridas y ricas en nutrientes. Además según la variante pueden llegar a contener hasta 500 calorías y muy pocos nutrientes, de tal modo que nunca se podrán comparar con una comida completa. Apuesta por colaciones saludables como la fruta fresca, ensaladas, frutos secos, yogurt griego y semillas. 

Barras energéticas.
Barritas de granola. /Foto: Amazon

2. Cereales azucarados

Otro elemento clásico de la despensa, de consumo cotidiano y que puede estar causando estragos en la dieta, son los cereales azucarados y de hecho son considerados una de las peores alternativas para comenzar el día. No solo están llenos de azúcares refinados y carbohidratos, sino que derivado de su procesamiento suelen eliminarse los nutrientes valiosos de este tipo de carbohidratos. De hecho se cuenta con información, en la cual se confirma que la mayoría de los cereales enumeran el azúcar como segundo ingrediente. Desde hace varios meses sabemos sobre los devastadores efectos de un alto consumo de azúcar, peor aún cuando suelen consumirse en el desayuno; lo único que causarán son alteraciones en los niveles de glucosa e insulina. Esto no solo se deriva en un mayor riesgo de padecer diabetes, los picos de glucosa incrementan el apetito y a la larga podrán conducir a un aumento de peso. Apuesta por el consumo de cereales integrales naturales y evita las versiones industriales, acompaña con fruta fresca, yogurt natural sin azúcar o alguna variante de leche vegetal.

Cereales azucarados. /Foto: Pixabay

3. Pasteles y bollería

Por más deliciosos que sean en general la mayoría de las variantes de bollería y pasteles industriales, son el enemigo de la buena salud y peso corporal sano. Si bien consumirlos muy ocasionalmente no simboliza mayor problema, su consumo recurrente es un pésimo hábito alimenticio con graves consecuencias. Lo que sucede es que este tipo de productos al ser tan procesados se caracterizan por su contenido en carbohidratos simples ​​y refinados, a la vez son ricos en grasas saturadas, azúcares y terminan siendo muy calóricos.  Causan estragos en el metabolismo porque los carbohidratos refinados crean un estado de inflamación en el cuerpo y hacen que el cuerpo almacene más agua de lo normal. De tal modo que si tu objetivo es acelerar y estimular al metabolismo, los panecillos comerciales podrán ser sumamente disfrutables, pero nunca una buena opción para potenciar el adelgazamiento.

Pastel./Foto: Pixabay

4. Fruta deshidratada

Este punto probablemente sorprenderá a más de uno, sin embargo pero los frutos deshidratados no son en realidad una adición saludable en cualquier dieta enfocada en perder peso. La razón es simple, están repletas de azúcar. A diferencia de la fruta fresca, la variación seca pasa por un proceso de deshidratación, en el cual no solo se concentra el azúcar mucho más, se suelen perder los nutrientes esenciales que la fruta proporciona normalmente. En cambio, lo que queda es una sobrecarga de azúcar que es la causa directa para ralentizar el metabolismo. Incluso su consumo recurrente suele provocar un aumento de peso, ya que la fruta seca suele ser más alta en calorías. Si constantemente añoras los sabores dulces, apuesta por frutas frescas y de temporada. 

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Fruta deshidratada./Foto: Shutterstock

5. Pan blanco

Si bien los carbohidratos son una parte esencial de cualquier dieta saludable, llevamos meses sabiendo que no todas las fuentes de hidratos de carbono son iguales. El pan blanco y otros carbohidratos simples como la pasta y los bagels, son productos que han sido despojados de los nutrientes que proporcionan los carbohidratos integrales, lo que los convierte en una fuente de calorías vacías y azúcar. Además este tipo de productos derivados de harinas refinadas, suelen tener un índice glucémico más alto, lo que significa que los azúcares pueden absorberse en el torrente sanguíneo más rápido, lo que a menudo provoca un aumento en los niveles de azúcar en sangre. Esto hará que el cuerpo procese este tipo de alimentos más rápidamente y se deriva en apetito constante, de tal manera que solo comeremos más. Todo este proceso termina deteriorando el metabolismo y hace que la quema de grasas y calorías, sea mucho más lenta y compleja. 

Pan blanco
Pan blanco. /Foto: Pixabay

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