El amor más grande: mujer donó riñón a la ex de su esposo poco después de casarse

“Tenemos que mantenernos unidos”, afirmó la paciente receptora; "Ella me salvó la vida", dijo sobre la madrastra de sus hijos, en una telenovela verdadera en Florida

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Crédito: Piron Guillaime | Unsplash

Tras diez años de noviazgo, Debby Neal finalmente se casó con Jim Strickland y, dos días después, estaba en el hospital donando un riñón a Mylaen Merthe, la primera esposa de él.

¿Telenovela de la vida real en Florida? Sí. Pero para los tres protagonistas, es sobre todo un testimonio de cómo el amor y la compasión pueden triunfar sobre la división.

Mylaen, de 59 años, había luchado durante mucho tiempo con una enfermedad renal. El año pasado estaba fantasmalmente pálida con círculos oscuros debajo de los ojos, arrastrándose sin energía. Cuando ingresó en el hospital en noviembre, sus riñones solo funcionaban al 8%.

Su hermano quiso donarle un riñón, pero no era compatible. Jim y Mylaen llevaban casi dos décadas divorciados, pero mantenían buena relación mientras criaban a sus dos hijos y Jim salía con Debby (56).

Además, Mylaen estaba a punto de convertirse en abuela por primera vez, porque su hija estaba embarazada. Entonces Debby sintió que debía ofrecerse como voluntaria renal.

Se imaginó a la hija de su esposo dando a luz, “y su mamá no estaría allí. Simplemente no podía no intentar cambiar eso”, recuerda. “Dios me dijo: ‘Eres compatible y tienes que hacer esto'”.

No fue una actitud ajena para Debby y Jim hacen. En su casa de Ocala (Florida), están criando a seis hijos: una niña de 6 años con autismo y cinco adolescentes. Sólo algunos son nietos biológicos de Debby.

Pero el deseo de Debby de ayudar a Mylaen era más profundo. Pasó años viendo a su hermano morir de fibrosis quística mientras esperaba un trasplante de doble pulmón. Le ofreció uno de sus pulmones, pero no era compatible y él necesitaba dos.

“Cuando alguien necesita un órgano, si no lo consigue (pronto), probablemente no lo conseguirá”, afirmó. Debby pasó la prueba inicial de sangre y tejido y comenzó pruebas más complejas mientras hacía malabares con una casa llena de niños, y en un momento, cargaba una jarra de recolección de orina durante 24 horas, detalló Tampa Bay Times.

Luego de meses de pruebas y retrasos por el coronavirus, el trasplante se fijó para dos días después de la boda de Jim y Debby, a finales de noviembre pasado. La novia estuvo tentada de posponer la boda, pero sus amigos la desanimaron. La pareja ya había esperado 10 años, cancelando dos veces por deferencia a sus hijos que anunciaron sus propios compromisos.

Ahora todos sí pueden hablar de un final feliz. Las mujeres se hacen llamar “hermanas de los riñones”, oran unas por otras, arrullan a sus nietos y están planeando un gran viaje familiar al lago Rabun, en Georgia, este verano.

“De esto se trata el mundo. Familia. Tenemos que mantenernos unidos”, concluyó Mylaen. “Ella me salvó la vida”, dijo sobre la madrastra de sus hijos.

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