Emigró de Cuba a Estados Unidos en busca de una vida mejor; vivió en las calles y hoy trabaja en la NASA

Se llama Antonio Macías, tiene 25 años y junto con su madre, emigró a EE.UU., en donde vivieron momentos difíciles, que por fortuna lograron superar

Migrante cubano NASA

El joven iniciará un doctorado en una universidad en Georgia. Crédito: Shutterstock

Un joven de 25 años, originario de Cuba, llamado Antonio Macías, se ha convertido en un gran ejemplo para muchos migrantes e incluso, jóvenes nacidos en Estados Unidos, ya que ha demostrado que, a pesar de los difícil que pueda ser el camino, los sueños pueden volverse realidad.

Hace un tiempo, Milda Cañizares, tomó la decisión que ella y su hijo Antonio debían salir de la isla para buscar una mejor vida. Así que de Cuba salieron rumbo a Venezuela; después se fueron a vivir a Ecuador y en 2015 tomaron la decisión de cruzar la frontera de México para llegar a EE.UU.

Ambos obtuvieron un permiso de entrada al país, por lo que madre e hijo se asentaron en la ciudad de Houston, donde tenían familia. Lo que nunca pensaron es que gente de su sangre los dejarían a su suerte, al abandonarlos frente a un centro comercial, por lo que Mida y Antonio tuvieron que deambular y vivir un par de días en las calles.

“No sabíamos que íbamos hacer, estábamos totalmente perdidos en una ciudad nueva, sin dinero, sin amigos, con un conocimiento del idioma también pequeño”, dijo Antonio.

“Fue muy doloroso porque teníamos $150 dólares nada más, comíamos una hamburguesa al día. Yo me comía la mitad de la mía y le decía que estaba muy llena para que él se comiera una y media”, relató la madre.

Las cosas comenzaron a mejorar gracias a que alguien se acercó a ellos para brindarles ayuda; les proporcionó un techo en dónde vivir y le ayudó a Milda a encontrar trabajo. Por su parte, Antonio comenzó a estudiar inglés y luego ingresó a la universidad; también realizó una Maestría en Ciencia Aeroespacial.

“Siempre fui fanático a las cosas que vuelan, recuerdo que cuando vivía en Cuba, volábamos de una ciudad a otra. Yo daba ‘perretas’ al final del vuelo si no me dejaban ver la cabina de los aviones”, narró Antonio.

Actualmente, este joven se está preparando para iniciar un Doctorado en el Instituto de Tecnología de Georgia y por si fuera poco, está trabajando en la NASA y sus investigaciones están siendo ya publicadas en revistas científicas.

“Ahora estoy estudiando la evolución de superficies en planetas y lunas del universo que no tienen una atmósfera, que no tienen aire, así como la tierra”, explicó el chico.

Por último, Macías sueña con tener su propia empresa de investigación aeroespacial.

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