A un mes del inicio de clases en la Gran Manzana inquieta a padres el avance de la variante Delta del COVID-19

La Ciudad refuerza sus planes de vacunación escolar en lo que queda de vacaciones de verano, además se apega a las pautas federales de prevención. Por su parte, familias muestran temores y dudas ante escalada del virus

La dominicana Raiza Valerio como muchas familias mantiene dudas sobre la vuelta a clases el próximo otoño.

La dominicana Raiza Valerio como muchas familias mantiene dudas sobre la vuelta a clases el próximo otoño. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

A exactamente un mes del inicio del año escolar más retador en la historia reciente de la ciudad de Nueva York, Raiza Valerio, una joven madre dominicana, como muchas otras tiene más dudas que certezas.  

Con una pequeña que asistirá al Pre-K y un niño de 12 años que se reincorpora luego de un periodo de clases remotas, la residente de Inwood, en el Alto Manhattan, comenta que persisten grandes interrogantes sobre el próximo año escolar debido a que todavía no está del todo derrotado el COVID-19

Valerio tiene claro que “lo mejor” es que los niños se integren a actividades presenciales, a pesar que a cuatro semanas de la reapertura total de los planteles, la pandemia no está del todo controlada. Y, peor aún, tiene otras variantes.

“Obviamente hay temores, el COVID-19 sigue entre nosotros, pero debemos estar claros que el año pasado se perdió para la mayoría. No es igual la interacción en el aula. Eso de lecciones por una computadora, no funciona para todos”, comentó Raiza.

Mientras acompañaba a su hijo adolescente a un entrenamiento de basquetbol, y quien disfruta los últimos días de vacaciones escolares, la quisqueyana se preguntó si su hijo ya vacunado debe usar máscaras, qué pasa con los niños que no están inmunizados, además de cómo mantendrán la distancia social en aulas de 30 alumnos.

“Si tuviera la libertad financiera lo dejaría en la casa con una tutora. Pero debemos adaptarnos y seguir adelante. Confiamos en que todo estará bien. Estoy convencida que a todos los padres nos dará algo de temor. Nosotros también tenemos que salir a trabajar”, razonó.

Mientras la Ciudad se plantea dar la bienvenida a más de 1 millón de niños y adolescentes en las escuelas públicas del distrito escolar más grande del país, pocos están claros si las alarmas que se encienden por la variante Delta y el alza del número de casos, alteraría en algo el cronograma escolar o la manera cómo se reabrirán los edificios escolares.

Una de las preguntas más importantes en la mente de familias como la de Raiza, es si ante los nuevos escenarios pandémicos se anunciarán cambios en las precauciones en contra del COVID-19 en las escuelas este otoño.

En principio, el gobernador Andrew Cuomo aconsejó a los distritos escolares que utilicen las pautas federales de reapertura de escuelas como base para sus planes. 

Más de 1,800 escuelas públicas tienen el desafío de volver a recibir a todos sus estudiantes en medio de la pandemia. (Foto: F. Martínez)

Las vacunas: la principal arma

De acuerdo con fuentes oficiales, el 60% de los maestros de la ciudad han sido vacunados, pero esa cifra probablemente sea más alta ya que muchos docentes pueden haber sido inmunizados en otras ciudades.

Ya las autoridades de Salud habían establecido que se requerirá que los docentes se vacunen antes del comienzo de la escuela o deberán mostrar una prueba negativa semanalmente. 

De acuerdo con datos oficiales a partir de esta semana, alrededor del 43% de los niños de la ciudad de Nueva York de 12 a 17 años han recibido al menos una dosis

Los funcionarios de la Ciudad esperan aumentar esos números a través de una campaña de vacunación que se afinará en los días venideros para las comunidades escolares.

La canciller de educación de la Ciudad Meisha Porter, en su cuenta twitter ha destacado en las últimas horas los avances de los esfuerzos de inmunización durante los campamentos de verano, lo cual permite inferir que hasta ahora nada se interpone en el desafío del reinicio de las clases en el otoño.

“¡Ha sido genial hablar con los estudiantes sobre la vacuna contra el COVID-19 y ver cómo la comunidad escolar se prepara para el primer día de clases!”, destacó.

En medio de los temores, expertos en salud pública dijeron al portal Chalkbeat NY que aún no hay “buena evidencia sobre cómo la variante Delta afecta a los niños no vacunados, aunque se observa que los infectados todavía muestran síntomas leves”. 

Los hospitales en varios estados, incluido Nueva York,  han informado haber visto más hospitalizaciones pediátricas relacionadas con COVID-19. 

A fines de julio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que los niños de 5 a 17 años tenían la misma probabilidad de infectarse que los grupos de mayor edad. Aunque estaban entre los menos propensos a ser hospitalizados o morir.

El “pánico” de la ecuatoriana Silvia Pazmiño, residente de Queens, quien espera por que sus dos hijos adolescentes vuelvan a la escuela secundaria en Astoria, es que ellos viven también con su abuela.

“Todos estamos vacunados. Pero como este virus es tan extraño. Yo les insisto que no se quiten la máscara porque deben recordar que viven con una persona de tercera edad. Y como dicen que esta variante es más fuerte, uno se asusta”, comentó la inmigrante.

La quisqueyana Mabel Gómez está lista para que sus dos pequeños regresen a las aulas. (Foto: F. Martínez)

Máscaras obligatorias

Antes de que los CDC reestablecieran las máscaras obligatorias para los planteles escolares, ya el alcalde Bill de Blasio desde el pasado  junio lo había considerado mandatorio para el reinicio de clases en otoño para los vacunados y no vacunados.

Es lo inteligente. Seguiremos evaluando estas políticas a medida que avancemos”, destacó el mandatario municipal.

A la dominicana Mabel Gómez, con dos pequeños que todavía no son elegibles para vacunarse, también le parece lo más sensato que todos regresen a las aulas con su protección facial.

“Ya yo estoy casi lista para que ellos vuelvan a la escuela. Es lo mejor para ellos. Así aprenden más. Ellos el último año fueron a clases presenciales y se han acostumbrado a cuidarse. Nosotros debemos seguir como familias adelante”, acotó Mabel.

¿Y el distanciamiento?

Quizás la pauta federal de regreso a clases más complicada para la ciudad de Nueva York será que la comunidad escolar se adapte a la regla de distanciamiento social de 3 pies, siempre que sea posible, ante una realidad de aulas superpobladas en algunos vecindarios.

Aunque la guía del CDC subraya que se deben buscar alternativas para que esta “no sea una limitante” para la apertura de las escuelas. 

El Departamento de Educación de la Ciudad (DOE) había estimado previamente que alrededor del 10% de los centros escolares no tienen espacio para seguir el distanciamiento social. 

El plan de capital más reciente del DOE, dispone la adición de 57,000 nuevos asientos, pero eso implica un esfuerzo de muchos años cuando el otoño está a la vuelta de la esquina.

Entre tanto, al presidente de la Federación Unida de Maestros (UFT) Michael Mulgrew, le preocupa que muchas escuelas estarían demasiado saturadas para seguir las normas del distanciamiento social.

“La realidad es que en este sentido, la Ciudad no tiene un plan, vemos a muchos administradores y directores de escuelas lidiando solos con este problema“, dijo Mulgrew.

Una legislación propuesta ante el Concejo Municipal también plantea soluciones, pero a muy largo plazo. El anteproyecto presentado semanas atrás exige aumentar la cantidad de espacio requerido por estudiante, aumentando de 20 pies cuadrados a 35 pies cuadrados en los salones de clases.

Según el sindicato de educadores, la mayoría de las aulas de la ciudad de Nueva York varían en tamaño de 500 a 750 pies cuadrados. 

Si se aprueban las nuevas pautas, eso significaría que un máximo de 14 estudiantes cabrían en un salón de 500 pies cuadrados, mientras que 21 estudiantes cabrían en un salón de 750 pies cuadrados.

Las pruebas de control

En áreas como la Gran Manzana, donde la transmisión se considera moderada o alta, los CDC recomiendan ofrecer pruebas al menos semanalmente a los estudiantes y al personal no vacunados.

El año escolar pasado, los funcionarios inicialmente requirieron pruebas mensuales del 20% de los estudiantes y el personal, luego se cambió a una rutina semanal en diciembre de 2020 después de que los planteles cerraron en medio de una segunda ola de los casos de COVID-19. 

Hasta ahora con el avance de la estrategia de vacunación, pero también la escalada peligrosa de las variante Delta, no se ha confirmado cuál será la metodología de las pruebas de descarte de coronavirus en los edificios escolares, las cuales generalmente marcan la pauta para cierres generales preventivos cuando se detectan casos en un salón. 

Regreso a clases en medio de un pandemia:

  • 1,094,138 se proyecta será la matrícula escolar en el periodo escolar 2021-2022 que arranca en el próximo otoño.
  • 41% de esos alumnos son de origen hispano.
  • 1,876 planteles son administrados por el Departamento de Educación de la Ciudad (DOE).
  • 226,000 de jóvenes en edad escolar de 12 a 17 años de la ciudad (aproximadamente el 43%) han recibido al menos una dosis de la vacuna.
  • 60% de los empleados del DOE han sido inoculados.
  • 40% de los alumnos del sistema escolar público de la Gran Manzana recibieron clases bajo el modelo híbrido el pasado año escolar 2020-2021, el resto solo lo hizo de forma remota.
  • 14,246 estudiantes de escuelas públicas de la ciudad resultaron positivos en COVID-19 en los rastreos realizados entre septiembre de 2020 y el 12 de julio de 2021.
  • 12,030 miembros del personal de las escuelas públicas fueron diagnosticados con coronavirus.

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