Nuestra salud mental: Basta de excusas

La consulta con un terapeuta no sólo puede ayudar porque posibilita que la persona se desahogue, sino que le permite considerar sus problemas desde otra perspectiva

La pelea con la que se convirtió en meme y terminó en depresión

Nunca se imaginó que una pelea escolar de hace 6 años la convertiría en víctima de acoso. Crédito: Shutterstock

Según el Instituto Nacional de la Salud Mental, casi uno de cada cinco integrantes de nuestra comunidad (el 18%) sufre algún problema de salud mental, y es probable que esa proporción siga aumentando debido a la prolongada pandemia del
COVID 19. Como indica Nayla Lehrfeld, Supervisora Principal de Programa del Instituto de la Familia Puertorriqueña, que forma parte de nuestra Hispanic Federation, “desafortunadamente, de esos 10 millones de hispanas e hispanos, solamente el 34% ha recibido tratamiento”.

La consulta con un terapeuta, una forma frecuente de tratamiento, no sólo puede ayudar porque posibilita que la persona se desahogue, sino que le permite considerar sus problemas desde otra perspectiva; regular o reducir sus emociones, como la ira o la ansiedad; y mejorar su autoestima y sus relaciones sociales.

Muchos de esos seis millones y medio de hispanos no han recibido el tratamiento de salud mental que necesitan por falta de recursos o de información. Pero una parte considerable de ellos no busca ayuda alegando una serie de razones o excusas. Por ejemplo, que prefieren contarle sus problemas a sus familiares o amigos, o a su sacerdote o ministro.

“Para alguna gente”, comenta Nayla Lehrfeld, “eso puede ser suficiente. Si eso los hace sentir bien, es lo que deberían hacer. Pero si eso no alcanza, es bueno tener la opinión profesional de alguien que no esté involucrado en su vida. Además, los terapeutas conocen y aplican estrategias específicas para ayudar con la salud mental que los parientes o amigos quizá no conozcan”.

Otra excusa frecuente de quienes deberían consultar a un terapeuta pero rehúsan hacerlo es que van a tener que hablar con un desconocido de temas muy íntimos, como sus relaciones familiares, sentimentales, o sexuales.

Nayla Lehrfeld responde que “en realidad, en terapia se trata sobre lo que quiere hablar el paciente. Si el terapeuta pregunta sobre algún tema específico, el paciente siempre tiene el poder de decir que no quiere hablar de eso. En definitiva, el papel del paciente es decidir de qué quiere hablar, o qué temas quiere tratar, mientras que el terapeuta cumple funciones de guía en ese intercambio”.

La especialista del Instituto de la Familia Puertorriqueña niega también que el terapeuta le diga al paciente lo que tiene que hacer o cómo debe vivir su vida, que es otra de las excusas frecuentes para no recibir tratamiento.

“Los terapeutas”, añade, “creen que los pacientes son los expertos en sus propias vidas, porque son quienes las están viviendo. Lo que hacen los terapeutas cuando es necesario es encaminar el diálogo, y descubrir patrones de comportamiento o estilos de vida que no son útiles o que le causan problemas a los pacientes. Pero en definitiva es el paciente el que decide qué hacer con todo eso que el terapeuta observa”.

Si quieren más información sobre los servicios de salud mental del Instituto de la Familia Puertorriqueña, pueden llamar al (212) 229-6942, o visitar http://www.prfiorg.com.

Y para obtener más información sobre la Hispanic Federation, visiten http://www.hispanicfederation.org

¡Celebremos juntos el 31er aniversario de nuestra organización, y hasta la columna próxima! ¡Cuídense y cuiden a los demás!

-Frankie Miranda, es el presidente de la Hispanic Federation

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