Editorial: La lucha de género y el uso del condón

Hay un concepto machista, arcaico e injustificado muy arraigado que va en detrimento de la salud reproductiva de la mujer

condones

Los condones ofrecen protección. Crédito: Getty Images

La lucha de género en Estados Unidos libra una batalla muy intensa en la actualidad. Por un lado están los estados donde prima la visión de que la mujer es quien tiene derecho a tomar las decisiones que atañen a su cuerpo, y por otro están un puñado que promueven leyes draconianas, retrógradas y aferradas a coartar la libertad de elección.

Producto de ese choque de fuerzas surgen iniciativas que nos llevan a pensar que no todo está perdido. California, por ejemplo, recientemente aprobó una medida muy de avanzada que quizá resulte un poco incómoda ante los ojos de la cultura machista: sacarse el condón a escondidas, sin que la pareja se entere, durante el transcurso de relaciones sexuales será considerada otra forma de agresión sexual, tipificada además como delito.

California se convierte así en el primer estado de EEUU en adoptar este paso en defensa de los derechos de las mujeres.

La resistencia al uso del condón no es ajena en nuestras comunidades. Hay un concepto machista, arcaico e injustificado muy arraigado que va en detrimento de la salud reproductiva de la mujer. Embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual son algunas de las secuelas de no querer usar preservativo.

Durante cuatro años tuvo que batallar la legisladora californiana Cristina García para poder sacar adelante este proyecto en la Legislatura estatal. Precisamente lo que la motivó a proponerla fue ver muchos comentarios misóginos en línea donde los hombres alentaban a otros a sacarse el preservativo para hacer alarde del dominio masculino.

Resulta increíble que en pleno siglo 21 aún existan ese tipo de pensamientos. Pero ahora lo tendrán que pensar dos veces porque las víctimas podrán denunciar lo ocurrido y requerir recompensas por los daños causados, ya sean físicos o psicológicos.

Con este paso progresista se espera que tome fuerza la lucha femenina para proyectar la medida a nivel nacional. Ojalá que otros estados y también el Congreso federal adopten leyes similares para evitar que se siga violentando la intimidad de la mujer.

Una investigación determinó que el 12% de las mujeres en Estados Unidos ha experimentado el “stealthing”, término en inglés para describir el quitarse el condón sin permiso de la pareja.

Tenemos que estar constantemente encima de la lucha por los derechos reproductivos. Apoyemos a las mujeres, reconozcamos de una vez por todas el derecho a decir “no”, el derecho a decir “este es mi cuerpo y yo decido”. Las relaciones sexuales tienen que ser consensuadas.

El uso de la fuerza, el engaño o cualquier otra forma que violente la integridad física y mental de una mujer tiene que castigarse con el peso de la ley.

Estados Unidos debe seguir los pasos de otras naciones como Inglaterra, Alemania, Suiza, Canadá y Nueva Zelanda donde se penaliza el “stealthing”.

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