Inmigrantes mexicanos reciben a AMLO con furor y mariachi y celebran su propuesta para los pobres ante la ONU

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador causó furor entre cientos de inmigrantes que lo recibieron en Nueva York, con quienes no se reunió, pero saludó de lejos; sus seguidores le llevaron mariachis y celebraron el discurso del mandatario ante el Consejo de Seguridad de la ONU

Unas 300 personas se reunieron en las inmediaciones de la ONU para ver a López Obrador.

Unas 300 personas se reunieron en las inmediaciones de la ONU para ver a López Obrador. Crédito: JESÚS GARCÍA | Impremedia

La señora Rosa no contenía su emoción de ver a los lejos al presidente Andrés Manuel López Obrador en Nueva York. “¡Presidentee!”, le gritaba frente al hotel Millennium Hilton en las inmediaciones del edificio de las Naciones Unidas, a donde inmigrantes acudieron con el mariachi Nuevo Amanecer.

Eran alrededor de 300 personas a cuyo grupo de organizadores el Gobierno mexicano confirmó que el mandatario no se reuniría con los inmigrantes, pero ellos tenían esperanza de verlo este martes, aunque fuera de lejos.

“Nos dijeron que no iba a ver esa posibilidad”, lamentó Isaac Ramírez sobre una posible reunión con el mandatario. Él fue uno de los organizadores del llamado AMLOFest, que comenzó la noche anterior en el aeropuerto JFK, donde querían recibir con mariachis al presidente. Tampoco tuvieron suerte de verlo.

Ramírez, quien es parte del Comité Uno de Morena en Nueva York, justificó que López Obrador no se reuniera con ellos, debido a que quería “seguir el protocolo de la ONU”, pero él no les falló. Poco antes de las 9:00 de la mañana salió del hotel y, ante la sorpresa de elementos del Servicio Secreto, se dirigió a sus seguidores, sin acercarse demasiado levantó ambos brazos y desató vítores.

A un lado del hotel, un grupo de personas que se sumó a los periodistas que cubrían el evento intentó romper la valla de seguridad instalada por la Policía de Nueva York y acercarse al presidente. Fueron apenas algunos segundos de caos. Unos 10 elementos del Servicio Secreto dirigieron al presidente mexicano a la camioneta negra que lo llevaría al edificio de la ONU, a escasos 30 metros. Intentar caminar hacia el inmueble hubiera sido imposible ante el frenesí de los seguidores de López Obrador. Él sonreía.

Un grupo de entre 10 y 15 opositores a López Obrador protestaron en su contra frente a la ONU. / FOTO: JESÚS GARCÍA Crédito: JESÚS GARCÍA | Impremedia

Entre los simpatizantes del mandatario había entre 10 y 15 miembros del movimiento FRENA, el grupo de oposición en contra de López Obrador. “¡Asesino!”, “¡Ratero!”, le gritaban, pero sus voces eran silenciadas por la multitud obradorista, la cual incluso echaba duras críticas a la prensa. “¡Prensa vendida!”, decían, parafraseando la postura de AMLO en contra de los medios de comunicación. El mariachi tocaba las “fanfarrias mexicanas”. La euforia obradorista tuvo su primer momento álgido.

Un plan para los pobres

“Yo sé bien que estoy afuera, pero el día que yo me muera, sé que tendrás que llorar. ¡Llorar y llorar!”, cantaba el mariachi. Las camionetas del Servicio Secreto avanzaron hacia el edificio de la ONU. Un auto con agentes del NYPD y una patrulla los seguían. Había más policías en las inmediaciones.

Los mexicanos se dirigieron a la plaza Dag Hammarsjöld, en la calle 47. Había gente de Nueva Jersey e Illinois. Ahí escucharían al mandatario mexicano, a quien vieron a través de una pantalla gigante instalada por el Consulado General de México en Nueva York.

La Presidencia nos ordenó apoyar logísticamente a los organizadores”, dijo un funcionario del Consulado, quien agregó que todo el equipo de sonido y audiovisual fue proporcionado por las autoridades.

Gente ataviada con indumentaria prehispánica era asediada por los asistentes para la foto, competían con el poster de AMLO con el que las personas también querían una imagen del recuerdo, a falta de su persona.

La espera en la plaza fue de casi una hora. A las 10:00 de la mañana en punto, el presidente mexicano comenzó a hablar en la sesión del Consejo de Seguridad, el cual presidía. Su mensaje se centró en la importancia de atender los problemas de la desigualdad, la corrupción y crear un fondo mundial para ayudar a los más pobres.

“El Fondo podría disponer de un billón de dólares”, afirmó el mandatario. “En su informe anual la ONU podría destinar un día para dar certificados de solidaridad a personas, gobiernos y corporaciones que destaquen por financiar el plan mundial de fraternidad y bienestar”.

Agregó que ese fondo podría ser creado con el 4% de una contribución voluntaria de las ganancias de las mil empresas o corporaciones con mayor valor y los multimillonarios, así como el 0.2% del PIB de las naciones que integran el G20, a donde pertenece México. Unos 750 millones de personas podrían ser beneficiadas.

El presidente mexicano dio su primer discurso ante el Consejo de Seguriad de la ONU. / FOTO: JESÚS GARCÍA

Insistió en que la paz no puede ser alcanzada en ningún país, si no hay un frente contra la marginación y la miseria.

“(La) solución de fondo para vivir libres de temores y violencia es acabar con desempleo, incorporación de jóvenes al trabajo y estudio, combatir la violencia familiar y pérdida de valores culturales y morales y espirituales”, defendió.

También dijo que los problemas de desigualdad generan distintos fenómenos, además de violencia, como la inmigración forzada.

López Obrador desató vítores como presidente –al menos por un día– del Consejo de Seguridad cada que vez que estampó el mazo tras leer algún punto de la orden del día.

“Él es el segundo del mundo”, dijo una mujer emocionada, quien no quiso decir su nombre. “Pronto será el número uno”. Se refería a la encuesta de The Financial Times que hace dos semanas colocó a López Obrador en la segunda posición de los mandatarios más populares del mundo con 65% de aceptación, detrás del 71% del primer ministro de la India, Narendra Modi.

El presidente mexicano presentó al secretario general de la ONU, António Guterres, quien abordó la desigualdad y la corrupción como un problema mundial; luego cedió la palabra a la lideresa ecuatoriana Lourdes Tibán, quien fue parte de la Asamblea Nacional de su país y habló de desigualdad que enfrentan los indígenas, especialmente las mujeres.

México puso sobre la mesa, por primera vez en ese Consejo, la importancia de atender la exclusión y la inequidad como elementos clave contra los conflictos internacionales. Este asunto se abordará en las distintas reuniones.

“El objetivo es abrir un debate para avanzar en la discusión sobre los nexos entre las causas de los conflictos armados con la exclusión, la inequidad y la pobreza”, indica un documento de la Misión de México ante la ONU.

La fiesta seguiría

Luego de su participación en el Consejo, el presidente mexicano dio un recorrido por las instalaciones de la ONU, pero no perdió oportunidad de saludar nuevamente de lejos a sus seguidores. Detrás de las barras metálicas que circundan el inmueble del organismo internacional, López Obrador volvió a alzar las manos y desatar gritos de alegría.

Previamente, el mandatario había enviado un mensaje a los inmigrantes, afirmando que el presidente Joe Biden quería la regularización de 11 millones de indocumentados, pero olvidando que el mandatario estadounidense dejó ese asunto a los demócratas en el Congreso, quienes tienen un plan para 7.1 millones, una protección temporal a la deportación y Autorización de Empleo.

A sus seguidores les pareció suficiente escuchar un mensaje dirigido a ellos, alguna esperanza con posibilidades limitadas. Ellos ya tenían en la mente la fiesta en Brooklyn, en el Azteca Hall en Sunset Park, donde habría música y baile.

“Allá nos va a alcanzar el presidente”, me dijo Juan, uno de los asistentes, quien se dedica a la construcción. Le insistí sobre quién le afirmó eso. No pudo responder. Más tarde, Isaac Ramírez reconoció que el presidente no acudiría a esa celebración. Los inmigrantes se sentían satisfechos y en el Subway, camino a sus viviendas, se les podía escuchar todavía la emoción de haber visto a López Obrador, aunque fuera de lejos.

En esta nota

AMLO ONU
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain