Qué son en realidad las alcaparras

Las alcaparras son unas pequeñas bombas verdes saladas repletas de sabor, que se añaden en numerosos platillos estilo mediterráneo. Aunque siempre están en la cocina, poco sabemos sobre su origen. Se trata de pequeños capullos de flores de un arbusto espinoso y son consumidas hace miles de años, además albergan un gran potencial nutricional

Alcaparras

Las alcaparras son un tesoro del mediterráneo que llena de sabor: pastas, ceviches, ensaladas, carpaccios, pescados, mariscos y más.  Crédito: Unsplash

Todos tenemos ubicadas a las alcaparras, son esas pequeñas bombas de sabor saladas que cuando se encuentran en cualquier platillo indudablemente causan una explosión de sabor y de cierta manera participan en crear un bocado perfectamente equilibrado. Si bien, es un hecho que todos las hemos consumido en numerosos platillos; también son el tipo de comida sobre la que tendemos a no hacer preguntas. Hasta que un día, sin motivo alguno de repente nos damos cuenta de que no tenemos la mínima idea de lo que son las alcaparras. Y es ahí donde surgen las preguntas ¿Son frutos? ¿Verduras? ¿Algo completamente diferente? Sin lugar a dudas es el tipo de pregunta que nos hace buscar como desesperados la respuesta en Google. Así que aprovechando este curioso terreno, nos hemos dado a la tarea de conocer más sobre estos pequeños tesoros verdes.

¿Qué son las alcaparras?

Las alcaparras son pequeños capullos de flores que crecen en el arbusto espinoso que recibe el nombre científico de capparis spinosa, también conocido como el arbusto de alcaparras. Crece en lugares donde la mayoría de las plantas no pueden: acantilados, laderas rocosas, suelos arenosos o con grava. Estos arbustos se pueden encontrar a lo largo de la costa del mar Mediterráneo, desde el Medio Oriente hasta el Himalaya, a través de las islas del Pacífico y en el interior del norte de Australia. Se adaptan a a todos los factores, por lo tanto: si las condiciones de cultivo son duras, los arbustos de alcaparras encuentran un camino.

De tal modo que históricamente, dondequiera que el suelo sea inhóspito para los cultivos, la gente ha necesitado descubrir cómo hacer comestible todo lo que crece en el área. Esto incluye alimentos que algunas vez fueron venenosos, como las almendras. Un dato importante sobre las alcaparras: es que cuando se obtienen directamente del arbusto son tan dolorosamente amargas que prácticamente no son comestibles. Claro, comerlas así no te matará y de hecho esto fue una gran ventaja para nuestros primeros antepasados humanos. Lo demás esa historia, ya que en algún momento, alguien descubrió que remojar alcaparras en una salmuera muy salada hace que dejen de ser tan amargas y comiencen a ser increíbles.

Lo cierto es que las alcaparras son famosas hace demasiados años. Aparecen en La epopeya de Gilgamesh, una narración acadia escrita en tablillas de arcilla en Sumer alrededor del 2700 a. C. También se pueden encontrar en De materia medica, que confirmó que las alcaparras eran apreciadas en la Antigua Grecia como alimento y como medicina, y en Apicius, un antiguo “libro de cocina” latino compilado en el siglo I d.C.

¿Cuáles son los principales tipos de alcaparras?

Actualmente, las alcaparras se suelen vender en tarros que pueden venir en escabeche en salmuera o curadas en sal. Las alcaparras en salmuera se pueden comer directamente del frasco. Mientras que las alcaparras saladas son desagradables hasta que se enjuagan la sal, e incluso entonces, es posible que necesiten un breve remojo para extraer aún más sal. Después de enjuagar las alcaparras, siempre es recomendable probar una. Si aún están demasiado saladas, coloca las alcaparras en un bowl y cúbralas con agua fría, déjalas reposar durante cinco minutos y prueba otra.

Ahora bien, las alcaparras se clasifican por tamaño. Existen las más pequeñas, que tienen aproximadamente 1/4 “de ancho y, como provienen principalmente del sur de Francia, es posible que las veas como “French nonpareils.” Esto significa alcaparras, “sin igual” y hace referencia a una variante pequeñas pero poderosas, con una textura delicada y un sabor intenso y concentrado.

Siguiendo en la escala de tamaños de las alcaparras, se encuentran: surfines (7-8 mm), capuchinas (8-9 mm), condones (9-11 mm), finos (11-13 mm) y grusas (14 + mm). Por obvias razones, las alcaparras más grandes tienden a ser más ácidas, ya que pueden absorber más salmuera. Todos son deliciosos y se pueden usar más o menos indistintamente; solo recuerde probar la comida para condimentar mientras cocina.

Cuando las alcaparras no se arrancan desde su infancia, y se les permite continuar creciendo se convierten en una alcaparra regordeta y redonda, que alcanza las dimensiones de una aceituna pequeña. Este tipo de alcaparras reciben el nombre de alcaparrones y generalmente se cosechan con ese objetivo, para después ponerse en salmuera con su tallo incluido (el cual es perfectamente comestible) adherido, y tienen pequeñas semillas en el interior, como un kiwi. Aunque son igualmente deliciosas, en muchas ocasiones este tipo de alcaparras no son intercambiables con las alcaparras más pequeñas que se utilizan en numerosas recetas, ya que tienen un sabor más suave y una textura más suave.

Lo cierto es que las alcaparras son un tesoro del mediterráneo que llenan de sabor y personalidad numerosos platillos. Sobre las formas más populares y exquisitas de integrarlas en la cocina, son muy utilizadas en: pastas, risottos, ensaladas, ceviches, carpaccios, pimientos rellenos, una gran adición para el salmón, pescados, mariscos y aves y en bagels.

Se relacionan con diversos beneficios para la salud, entre los que se destacan los siguientes (avalados por la ciencia:

Son beneficiosas para personas con diabetes. Son un buen aliado para reducir los altos niveles de glucosa y colesterol en sangre. Y corrigen el funcionamiento del hígado en personas diabéticas.

Perfectas para regular el peso. Debido a su poderosa combinación de fibra y muy bajo aporte calórico, brindan mucho sabor y además benefician la digestión.

– Fortalecen los huesos. Se destacan por un alto contenido en vitamina K que mejora la densidad ósea y reduce el riesgo de padecer osteoporosis y artritis.

– Protegen ante posibles alergias. Dentro de los beneficios avalados por la ciencia sobre las alcaparras, se ha demostrado que tienen grandes propiedades antihistamínicas y antialérgicas.

– Mejoran la inmunidad. Otra de sus grandes cualidades es su propiedades antioxidantes, antibacterianas y antifúngicas, que nos protegen de enfermedades e infecciones.

– Son buenas para la piel. Las alcaparras son ricas en vitamina E y antioxidantes que tienen la peculiaridad de proteger la piel, proporcionando humedad e hidratación. También son un buen aliado para combatir todo tipo de afecciones inflamatorias.

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