A 71 chinos condenados a muerte les extirparon el corazón y los pulmones durante su ejecución antes de ser declarados muertos
Un estudio reveló que a varios reclusos condenados a muerte se les extirparon los órganos vitales para usarlos en trasplantes
Estudio saca a la luz que China sacó órganos vitales a presos del corredor de la muerte antes de tener muerte cerebral. Crédito: STR | Getty Images
Según un estudio publicado en el American Journal of Transplantation al menos a 71 reclusos condenados a muerte en China se les extirparon los órganos vitales, corazón y pulmones, antes de que fueran declarados oficialmente muertos.
El objetivo principal de dicha práctica, según el medio antes señalado, era usar los órganos en trasplantes.
“Descubrimos que los médicos se convirtieron en verdugos en nombre del estado y que el método de ejecución fue la extracción del corazón”, dio a conocer el autor del estudio, Matthew P. Robertson, a través de un comunicado a Al Jazeera.
De acuerdo con el mismo estudio, por décadas los cirujanos chinos han incumplido con la regla número uno de los donantes que es “no extraer órganos de un cuerpo vivo”. La Asociación Médica Mundial ha establecido que la extracción de órganos no deber ser causa de muerte para los donantes de trasplantes.
“La regla del donante muerto es fundamental para la ética de los trasplantes. La regla establece que la obtención de órganos no debe comenzar hasta que el donante esté muerto y formalmente declarado así, de la misma forma, que la obtención de órganos no debe causar la muerte del donante”, según se puede leer en las pautas éticas para médicos en más de 100 países.
“Esta fue una de las evidencias más sólidas del incumplimiento de la regla del donante muerto porque la ventilación a través de la intubación es un paso clave para poder diagnosticar la muerte cerebral”, dijo Lavee en un comunicado a Newsweek.
Tanto Matthew P. Robertson como el cirujano Jacob Lavee se dieron a la tarea de revisar los archivos de las 2838 ejecuciones de reclusos que se practicaron entre 1980 y 2015 y salió a la luz que 348 cirujanos, enfermeras, anestesiólogos y otros trabajadores médicos participaron en la extirpación de órganos de los condenados a muerte antes de ser legalmente declarados con muerte cerebral.
Según los informes, los médicos al frente de dicha práctica no comprobaron con precisión que los reclusos tenían muerte cerebral al momento de la extracción de sus órganos vitales.
Dicha aseveración fue determinada después de que los encargados del estudio revisaran más de 300 informes médicos que contenían la palabra donante: “Si los informes que examinamos son precisos, indican que la obtención del corazón y los pulmones por parte del cirujano fue la causa próxima de la muerte del prisionero, lo que implica directamente al cirujano en la ejecución”.
Hasta ahora el gobierno chino no ha respondido a estos señalamientos.
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