Rusia paga en rublos su deuda externa en dólares: qué significa para su débil economía

Rusia pagó por primera vez en rublos su deuda externa en dólares. Debido a que los estatutos de los bonos en realidad no lo permiten, este sería el primer paso hacia un incumplimiento. Pero ¿se trata de un default?

Monedas y billetes de rublo ruso.

Monedas y billetes de rublo ruso. Crédito: Deutsche Welle

Moscú argumenta que se trata de una situación “artificial”. Rusia es solvente, pero las sanciones imposibilitan las transferencias en dólares. Hace pocas semanas, el Kremlin jugó a lo seguro: Vladimir Putin emitió un decreto presidencial que permitiría a las instituciones financieras liquidar pasivos en el exterior también en rublos, en lugar de hacerlo en la moneda extranjera respectiva. Eso es precisamente lo que ha sucedido, y ahora, la moneda rusa, respaldada por varias medidas del Kremlin que distorsionan el mercado, vuelve a subir a los niveles anteriores a la guerra en Ucrania.

Eso se debe a que el Ministerio ruso de Finanzas pagó el miércoles (6.04.2022) por primera vez su deuda externa en rublos en lugar de dólares. Se trata de pagos de eurobonos por casi $650 millones de dólares, el equivalente a unos 600 millones de euros. En realidad, esa suma debería haber sido pagada en dólares. El antecedente es que el banco corresponsal estadounidense responsable se negó a transferir el pago en la moneda estadounidense, otra medida de las sanciones contra Rusia.

Falta de pago no es lo mismo que bancarrota

“Los acreedores podrían interpretar eso como que Rusia no ha transferido el pago”, dice Alexander Libmann, del Instituto de Europa del Este de la Universidad Libre de Berlín, a DW. Sin embargo, eso no es lo mismo que caer en bancarrota, es decir, en un default por falta de pago. “El concepto de bancarrota implica que no se puede pagar debido a motivos estructurales. Pero eso no se aplica a Rusia, ya que las finanzas estatales de ese país eran relativamente estables antes de la guerra en Ucrania”. Pero el problema es que la estabilidad de las finanzas de Moscú, por el otro lado, no pueden interpretarse independientemente de las sanciones, añade.

En cualquier caso, el Gobierno de Moscú dice entender la falta de pago de la deuda en la moneda prevista de otro modo: el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, explicó que no hay ningún motivo para una bancarrota porque Rusia cuenta con todos los recursos necesarios para pagar su deuda externa. Lo que sucedió es que se han “congelado” importantes sumas de las reservas rusas de divisas, con lo cual están bloqueadas. Si esa situación continuase, Rusia se vería obligada a pasar al pago con rublos. Solo si esos pagos en rublos también fueran bloqueados se podría hablar de una “bancarrota artificial”.

Agencias de rating ven el pago en rublos como falta de pago

De hecho, algunos analistas ven en la situación actual más bien el llamado “default técnico”, y no un impago real. Sobre todo, uno que afecta solo hasta cierto punto al Kremlin. “Desde el punto de vista ruso, eso no es, al menos a corto plazo, necesariamente un problema”, dijo Patrick Heinisch, analista experto en Rusia del banco regional de Hesse y Turingia Helaba. “Lo que pasa es que el gobierno ruso ya de por sí está excluido del mercado occidental de capitales a causa de las sanciones. De todos modos, no puede emitir nuevos bonos de deuda, por lo cual el rating es secundario”. A pesar de eso, las grandes agencias de calificación crediticia ya anunciaron que interpretarán los pagos en rublos como un impago.

Pero todavía hay algo que amortiguaría la caída en falta de pago, si esta se produjera, ya que, a partir del primer default, comienza un plazo de 30 días en el que Rusia aún podría cumplir con sus obligaciones de pago en dólares. En principio, eso también debería ser posible porque Rusia recibe muchos cientos de millones de dólares cada día en ingresos diarios por la venta de petróleo y gas. Solo que Moscú tal vez podría no querer usarlos para amortizar su deuda externa.

Tranquilidad en los mercados

Lo anterior es, justamente, a lo que apunta Estados Unidos, opina Patrick Heinisch: “En definitiva, quiere obligar a Rusia a usar las ganancias provenientes de las ventas de petróleo y gas para devolver su deuda externa, de modo que esos ingresos ya no estén a disposición para financiar la guerra”.

El miércoles, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Moscú puede elegir ahora entre una lenta disolución de sus reservas, o declararse en bancarrota estatal.

A todo esto, si Rusia cayera en bancarrota, eso no tendría un impacto a nivel mundial, dado que, precisamente, se trataría de un default técnico. Además, la participación de Rusia en los mercados financieros mundiales es manejable. La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, describió la participación de los bancos internacionales en Rusia como “definitivamente sin importancia sistémica”. Según el Bundesbank, Rusia debe alrededor de 6,000 millones de euros a bancos alemanes, y 7,500 millones de euros a filiales extranjeras. Eso corresponde al 0.4% del monto total de préstamos externos de los bancos alemanes.

(cp/ers)

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