Acusan formalmente a madre e hija hispanas de provocar muerte de aspirante a actriz porno tras cirugía de aumento de trasero en California

Las autoridades indicaron que algunos de los químicos que utilizaban las mujeres en los procedimientos se supone que no fueran usados en humanos como silicona líquida, que algunas veces se mezcla con aceite de motor, y puede afectar el corazón, cerebro y riñones

Cirugia estetica trasero

Una cirugía de aumento de trasero en una clínica de Beverly Hills, California. Crédito: JOE KLAMAR | AFP / Getty Images

Un madre hispana y su hija fueron acusadas formalmente este miércoles por una cirugía estética ilegal que culminó en la muerte de una aspirante a actriz porno en California.

Libby Adame, de 52, y Alicia Galaz, en sus 20, comparecieron ante la jueza Anne Hwang a una audiencia este miércoles en el Centro de Justicia Criminal Clara Shortridge Foltz en Los Ángeles para responder a las acusaciones en su contra.

La operación de aumento de trasero ocurrió en un vivienda privada en el vecindario Encino.

Ni Adame ni su hija contaban con licencia para realizar el tipo de procedimiento que acabó con la vida de Karissa Rajpaul, de 26.

La sudafricana se sometió a tres intervenciones quirúrgicas separadas y murió tras el último procedimiento el 15 de octubre de 2019.

Alegadamente, Rajpaul, quien compartió en redes un video en medio de uno de los procedimientos, planeaba incursionar en la industria porno tras aumentarse el trasero.

Estas personas no tenían ningún entrenamiento médico“, dijo el subdirector del Departamento de Policía de Los Ángeles, Alan Hamilton, a medios locales. “Ellas no tienen experiencia y están poniendo la vida de la gente en riesgo”, planteó.

Las autoridades creen que hay más víctimas del dúo.

Los investigadores indicaron que algunos de los químicos que utilizaban las mujeres en los procedimientos se supone que no fueran usados en humanos como silicona líquida, que algunas veces se mezcla con aceite de motor, y puede afectar el corazón, cerebro y riñones.

Adame y Galaz utilizaban viviendas privadas para realizar las cirugías. Si algo salía mal, las sospechosas desaparecían y dejaban a los clientes a su suerte.

Rajpaul pagó no menos de $3,500 por la operación. Un proceso legal de este tipo cuesta entre $10,000 a $15,000, de acuerdo con un reporte de NBC4.

La causa de muerte fue homicidio por disfunción cardiopulmonar aguda e inyecciones de silicona intramuscular/intravascular.

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