Joven ganó $22 millones en Powerball; 3 años después había malgastado la mayoría en drogas y crímenes
Joshua John Winslet, ahora con 27 años, se declaró culpable de suplir éxtasis y poseer una arma de fuego sin licencia, y fue sentenciado a tres años y nueve meses de cárcel.
Cada país tiene sus propios juegos y reglas de lotería. Crédito: Shutterstock
Un joven que a los 22 años ganó $22 millones en el Powerball de Nueva Zelanda malgastó gran parte del dinero en drogas y hasta fue sentenciado a cárcel por sus movidas criminales.
En el 2017, Joshua John Winslet ganó el premio mayor de la lotería en ese país, y le tomó tres años convertir su vida en una espiral de libertinaje, drogas y crímenes.
Las autoridades en New Port, Adelaide, realizaron un allanamiento en la vivienda de Winslet en agosto de 2020. Allí incautaron 27.3 gramos de éxtasis (MDMA), parte de la que estaba en un envase en el refrigerador. Adicional, agentes decomisaron 2.27 gramos de cocaína junto a un fusil Mauser, así como municiones en el baño.
Winslet, ahora con 27 años, se declaró culpable de suplir éxtasis y poseer una arma de fuego sin licencia, y fue sentenciado a tres años y nueve meses de cárcel.
Por buena conducta el tiempo en prisión fue suspendido, por lo que deberá cumplir dos años en la libre comunidad bajo supervisión.
Durante la sentencia, el juez Heath Barklay describió cómo el adicto le suministraba drogas a su amigos, y les permitió destrozar la vivienda en la que residía y convertirla en una especie de laboratorio de drogas.
Según destacó Barklay, Winslet tuvo que batallar con el acoso desde pequeño por dos condiciones incurables que padece: síndrome Duane y síndrome Goldenhar.
El primero se refiere a estrabismo congénito debido al desarrollo insuficiente de los músculos de los ojos.
Mientras que el segundo, también congénito, se manifiesta como anomalías en el ojo, las orejas, en uno o ambos lados de la cara y la columna vertebral, entre otras partes del cuerpo.
El convicto fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas para tratar de corregir sus deformidades.
“Como resultado de tus deformidades físicas, tú fuiste centro de acoso ‘bullying’ durante tu tiempo en la escuela”, expuso el juez citado por el Daily Mail.
El hostigamiento llevó al entonces menor a que abandonara la escuela en el grado 10.
El dinero del Powerball que ganó fue ubicado en un fondo que manejaban sus padres. Este usó una porción considerable del dinero para comprar múltiples propiedades en el Sur de Australia y en Nueva Zelanda. Sin embargo, su vicio de drogas lo llevó a que perdiera gran parte de los ingresos.
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