Concejo exige mejores servicios para recibir a una eventual nueva oleada de inmigrantes a NYC

Las escaramuzas de miles de personas que esperan por ingresar al país en la frontera con México, elevan el alerta en la Gran Manzana. El Alcalde Adams reitera que la Ciudad no tiene fondos para más refugios

31,000 nuevos inmigrantes llegaron a la Gran Manzana desde la pasada primavera.

31,000 nuevos inmigrantes llegaron a la Gran Manzana desde la pasada primavera. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

La Gran Manzana cierra nuevamente un año en emergencia. Esta vez no por un tema relacionado con salud pública sino por el abordaje de una crisis migratoria en la frontera que trajo desde la pasada primavera a 31,000 inmigrantes, quienes colapsaron al sistema de refugios y pusieron en aprieto los servicios de ayudas sociales. 

Tanto así que la propia Administración Municipal ha dejado claro que la ciudad transita en “una cuerda floja”, en donde si se reciben más inmigrantes en masa, algunos programas regulares para los neoyorquinos empezarán a tambalear.

En medio de las presiones presupuestarias por atender a los recién llegados, en su mayoría latinoamericanos, la Ciudad de Nueva York sigue siendo puesta a prueba. No solo para atender a los que ya están alojados en 60 hoteles alquilados en los cinco condados, sino para prepararse ante una nueva oleada que podría elevarse en las próximas semanas, cuando se definan las políticas fronterizas del país.

Ante este escenario, el Concejo difundió esta semana un informe que puso la lupa a todos los servicios que administra la Alcaldía. Además, propone reformas políticas para mejorar los programas de apoyo de salud y alojamiento. 

Estas acciones se pusieron sobre la mesa  cuando justamente se confirmó la noticia que otro inmigrante venezolano hospedado en un refugio temporal de Queens se suicidó. A la par, su esposa se quejó, ante medios locales, que durante meses su familia “no había recibido el apoyo necesario”.

“Nuestra ciudad solo se fortalecerá al abordar las necesidades inmediatas y a largo plazo de los solicitantes de asilo y de todos los neoyorquinos. Urge preparamos para la posible llegada de más inmigrantes y trabajar de manera cohesiva para brindar servicios culturalmente competentes”, razonó en la presentación del informe, Adrienne Adams, presidenta del Concejo Municipal.

Más camas, más recursos…

Luego de una audiencia especial de dos días que incluyó testimonios del público, de organizaciones comunitarias y los líderes de agencias encargadas de servicios de salud, educación y servicios sociales, se hizo pública la urgencia de aumentar la comunicación entre ciudades, estados y organizaciones para anticipar el tipo de apoyo que puedan necesitar nuevas familias inmigrantes, que en algunos casos son solicitantes de asilo.

En síntesis, la cámara municipal exige más recursos para atender la salud mental, ampliar los servicios de traducción, aumentar la financiación de elementos básicos como ropa y comida. Se adiciona en el report, la urgencia de elevar el número de camas en los refugios y suministro de comida más adecuada a la cultura de los recién llegados.

Los concejales demócratas están considerando que se permita a todos los residentes de los refugios acceder mucho antes a la asistencia de alquiler de la Ciudad, al considerar una legislación que elimina el requisito de 90 días de estadía en el refugio. 

Asimismo, están proponiendo que la asistencia de alquiler de la ciudad esté disponible para todos, independientemente del estado migratorio.  

En este mismo sentido se considera adecuado que las iniciativas financiadas por el Concejo que apoyan el cuidado infantil sea extendida, lo más que se pueda, para niños indocumentados.

Esas peticiones de los legisladores locales, avanzaban el miércoles de esta semana, cuando se estimaba que se pusiera fin al Título 42,  una norma sanitaria que permite a los agentes federales en los puestos fronterizos,  reenviar a México de forma expedita , a los inmigrantes que intentan pasar al país.

Pero a último momento, la Corte Suprema decidió aprobar una petición de los fiscales generales de Texas y otros 18 estados controlados por republicanos para mantener en vigor esa normativa.

A la par, líderes electos del Concejo neoyorquino exigen a la Administración Municipal estar preparada ante las escaramuzas con miles y miles de personas de Venezuela, Haití, Cuba y toda Centroamérica en el río Bravo y poblaciones fronterizas de México, que han manifestado su desespero por ingresar al país. Y cuyo destino podría ser eventualmente la ciudad de Nueva York. 

“Mientras miles de personas cada día continúan su camino hacia la frontera de los Estados Unidos, para huir de los conflictos en sus países de origen, se les pide a las ciudades de todo el país que hagan más para responder a esta crisis humanitaria. Estamos liderando acciones para garantizar que nadie sufra como resultado de la inacción federal”, aseveró el concejal de El Bronx, Rafael Salamanca.

Migrantes venezolanos Patrulla Fronteriza Frontera México Estados Unidos
Cientos de migrantes venezolanos se encuentran varados en las fronteras mexicanas sur y norte por el cierre de la frontera terrestre por parte de EEUU. (Foto: Getty Images)
Crédito: HERIKA MARTINEZ | AFP / Getty Images

Adams: ¡No me pongan a escoger!

Algunos cálculos de la Alcaldía de Nueva York apuntaban a que si se suspendía esta semana el Título 42, se esperaba una nueva afluencia de 1,000 inmigrantes por semana.

En ese sentido, el mismo alcalde Eric Adams advirtió sobre el riesgo de recortes en los servicios de la ciudad, para cubrir el costo de albergar a los recién llegados, si no recibía la ayuda presupuestaria federal.

Ante lo que parecía el inminente arribo en las vísperas de Navidad y Año Nuevo de centenares de autobuses desde Texas al centro de Manhattan, el mandatario municipal fue muy tajante al advertir que era “muy posible que nos veamos obligados a recortar o reducir programas de los que dependen los neoyorquinos, para albergar a miles más de inmigrantes”.

El Alcalde dijo que se negaba a que lo obligaran a elegir entre servicios y programas sociales para los recién llegados y millones de neoyorquinos.

Se confirmó que hasta este jueves, la mayoría de las solicitudes de asistencia financiera hechas por la ciudad de Nueva York han sido ignoradas por parte del Congreso.

“Muchos congresistas, tanto republicanos como demócratas, se han negado a mover un dedo”, acotó Adams.

El pasado 12 de diciembre la Ciudad de Nueva York confirmó la inversión de $2.1 millones que serán transferidas a ocho organizaciones comunitarias en los cinco condados para instalar 10 microcentros de ayuda a los inmigrantes que este año cruzaron la frontera con México y en su mayoría fueron enviados en autobuses por el gobernador de Texas

Se trata de nuevos sitios en donde, con el apoyo de organizaciones de base comunitaria, los inmigrantes puedan tramitar la Identificación de NYC (IDNY), tener acceso a clínicas de orientación legal, programas de salud e inscripciones en las escuelas.

A voz alta, pero con poca influencia, la minoría republicana del Concejo puso nuevamente sobre el tapete su visión sobre el arribo de inmigrantes a Nueva York: “Mientras no se cambie la desastrosa política de fronteras abiertas y se aplique de manera permanente el Título 42, los contribuyentes de Nueva York seguirán financiando a los traficantes de inmigrantes. Mientras, la ciudad debe seguir posponiendo resolver su propia crisis humanitaria, criminalidad y escasez de viviendas”.

Habla una inmigrante

La venezolana Graciela Peralta, de 35 años, quien llegó a un refugio de El Bronx en septiembre describe su situación actual a El Diario,  en la ‘capital del mundo’ con una sola palabra: ¡Infernal!

“Yo crucé la frontera porque supuestamente unos familiares me iban a dar apoyo en Atlanta. Cuando llegué todo cambió. Terminé en un albergue en Nueva York, en donde realmente son condiciones en donde nadie quiere vivir”, relató.

Lo que cuenta Graciela no es diferente a la opinión que están teniendo de manera creciente decenas de sus connacionales con quienes comparte refugio.

“Esta es una ciudad que nos recibió y nos apoyó para llegar. Hemos tenido un lugar para dormir, comida y muchos servicios. Y eso se agradecerá eternamente. Pero mi sueño americano no es que me mantengan. Yo quiero trabajar. Y aquí con los precios de la rent, es difícil imaginarse independizarse”, aseguró.

La inmigrante suramericana, quien vendió lo poco que tenía para emprender este viaje, ve muy distante la posibilidad que pueda legalizar su estatus migratorio a mediano plazo. Pero lo que más le quita el sueño es que vino con la idea de ayudar a la familia que quedó atrás. 

Luego de más de tres meses, asegura que apenas ha podido hacer “unos trabajitos” para cubrir necesidades básicas personales. Mientras que del “otro lado del río”, como expresa en sus palabras, tiene un hijo que dejó con su abuela al cual no le ha podido enviar ni un centavo.

“Yo estoy dentro de mis posibilidades viendo cómo me cambio a otro sitio, a otra ciudad, en donde las cosas no sean tan complicadas ni caras. Yo no quiero vivir en un refugio, haciendo colas (filas) para comida, toda mi vida”, subrayó.

Las seis claves de la petición del Concejo:

  • Asistencia alimentaria culturalmente competente para proporcionar suministros confiables de cocina “culturalmente apropiada” para los migrantes. 
  • Ampliar los servicios legales de inmigración con nuevos fondos y asociaciones público-privadas.
  • Ampliar los documentos que las agencias de la ciudad reconocen para tramitar la identificación municipal (IDNYC) 
  • Ayuda a los recién llegados con MetroCard y orientación apropiada en el idioma sobre el uso del transporte público. 
  • Personal multilingüe en los centros de acogida familiar con información sobre todas las opciones educativas.  
  • Permisos de trabajo para migrantes recién llegados a través de una nueva legislación federal. 

¿Cómo entender esta emergencia migratoria en NY?

  • El hecho de que estos inmigrantes hayan llegado en masa a Nueva York en autobuses, enviados por la gobernación de Texas, es un hecho confirmado por el mismo mandatario texano, Greg Abbot, quien admitió en junio que envió a grupos de indocumentados a Nueva York, Washington D.C y Chicago, consideradas ‘ciudades santuario’, respondiendo a lo que calificó una “política de fronteras abiertas de la administración del presidente Joe Biden que estaba avasallando a las comunidades de su estado”.
  • Las autoridades de la ciudad de Nueva York declararon el pasado 7 de octubre la emergencia por esta crisis migratoria estimando que a ese ritmo de ingreso de personas, se podrían esperar 70 mil inmigrantes más en la Gran Manzana en el 2024, en un sistema de refugios que ya había colapsado y ha obligó a la Ciudad a instalar 60 hoteles de emergencia y un centro de ayuda humanitaria.
  • El pasado 12 de octubre la Administración de Joe Biden impuso fuertes restricciones en la frontera, enviando un mensaje claro a miles de inmigrantes, que si ingresaban de manera ilegal desde ese día, serían devueltos a México, como en efecto se ha concretado en las últimas semanas. Esta política se basó en retomar la aplicación del Título 42 que bajo razonamientos de salud pública impide el ingreso de personas por los puestos fronterizos.
  • En este momento, la Administración Biden señala que tiene todo listo para la implementación del Título 8 y atender un eventual aumento de llegada de inmigrantes, luego que pidiera una extensión para poner fin al Título 42.

El dato: 1,000 inmigrantes por semana llegarían a NYC si se suspende la aplicación del Título 42 en la frontera.

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