Fallas en los servicios de intervención temprana infantil en NY

Reporte de la contraloría estatal revela que niños con discapacidades no recibieron la atención adecuada

Los menores necesitan evualuaciones en edad temprana.

Los menores necesitan evualuaciones en edad temprana. Crédito: Shutterstock

Miles de menores con discapacidades en el estado de Nueva York no reciben servicios del Programa de Intervención Temprana (EI) que son vitales para su desarrollo físico, socioemocional y cognitivo, entre otros.

Esta fue la conclusión de una auditoría realizada por el contralor estatal Thomas DiNapoli y divulgada esta semana que, además, encontró que muchos niños enfrentaron retrasos en la atención, siendo los pequeños afroamericanos e hispanos los más impactados por la falta de estos servicios.

DiNapoli hizo un llamado  al Departamento de Salud del Estado de Nueva York (DOH) para que mejore su gestión del programa EI y elimine las barreras a la atención, acentuando que el DOH debe abordar las razones subyacentes por las que los niños no reciben los servicios a los que tienen derecho, por qué los servicios a menudo se retrasan y cómo se puede mejorar el acceso.

Periodo crítico

“Si no se brindan servicios de intervención temprana a bebés y niños pequeños, se pierde una ventana crítica de oportunidad y aumenta el riesgo de retrasos significativos en el desarrollo y el aprendizaje, y la necesidad de más servicios de educación especial en el futuro”, subrayó DiNapoli.  

Los servicios, que están disponibles para niños menores de 3 años que tienen una discapacidad diagnosticada o un retraso en el desarrollo establecido, incluyen patología del habla o audiología, terapia física o ocupacional, servicios psicológicos o servicios de apoyo para niños y familias.

El desglose de datos muestra que aproximadamente 189,000 niños con una discapacidad presunta o confirmada fueron remitidos al programa, entre julio de 2018 hasta febrero del 2022.  Sin embargo, los registros mostraron que 27,000 (un 14%) nunca recibieron una evaluación y 10,000 (5%) aún estaban en trámite. De los casi 152,000 niños que fueron evaluados, se determinó que 98,000 o el 64% eran elegibles para recibir servicios, pero alrededor de 2,000 (2%) de los niños elegibles nunca recibieron un plan individualizado y otros 1,000 estaban pendientes.

De los 95,000 niños que sí recibieron un plan individualizado, casi el 51% o alrededor de 48,000 niños no recibieron todos los  servicios terapéuticos a los que tenían derecho.  Otros 27,000 (cerca del 28%)  no recibieron los servicios autorizados dentro de los 30 días y 3,000 niños no recibieron ninguno de sus servicios terapéuticos autorizados.

La ley establece que los niños deben ser evaluados para los servicios dentro de los 45 días posteriores a su derivación al programa, recibir un plan individualizado de servicios y comenzar a recibir esos servicios dentro de los 30 días, con el consentimiento de los padres.

Precisamente, la falta de consentimiento de los padres es uno de los factores que el DOH  señala como la causa de muchos casos de servicios denegados o retrasados.

Pero, también  la pandemia de COVID-19 creó problemas para que las familias accedieran a los servicios, ya que algunas no pudieron usar la telesalud o encontraron que era menos efectiva que el tratamiento en persona.

Otro problema que identificó la auditoría –que cubrió de julio 2018 a febrero del 2022- fue la falta de equidad. Los niños blancos generalmente son referidos a una edad más temprana y los niños negros tienen menos probabilidades de recibir servicios dentro del plazo prescrito.  Un informe previo del DOH, de  julio de 2017 hasta junio de 2020, encontró que los niños negros e hispanos tenían menos probabilidades de ser referidos y evaluados para el programa EI en comparación con los niños blancos.

A esto se suman las disparidades halladas en todo el estado en cuanto a la disponibilidad de proveedores y el acceso a los servicios. En el condado de Broome, por ejemplo, había menos de tres proveedores por cada 100 niños elegibles, mientras que en el condado de Putnam había nueve. La auditoría determinó que el DOH debe hacer más para identificar y abordar las barreras al acceso equitativo al programa. 

Respuesta del DOH

El DOH respondió a la auditoría indicando  que la Intervención Temprana (EI)  es un programa voluntario que requiere el consentimiento de los padres y depende en gran medida de los municipios para su administración. 

El departamento, que supervisa 57 condados y la ciudad de Nueva York que opera  el programa a nivel local, reconoció que COVID-19 creó desafíos y que la capacidad del proveedor es un factor importante que afecta la puntualidad de los servicios. Además describió sus actividades actuales para abordar mejor las disparidades y la divulgación a nivel local.

Información sobre el programa

Los padres residentes en la Gran Manzana pueden encontrar mayor información sobre la Intervención Temprana en https://www.nyc.gov/site/doh/health/health-topics/early-intervention-sp.page

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