Eléctricos piden pista para medioambiente neoyorquino
El transporte representa el 41% de las emisiones de combustible del estado, dejando más de $20 mil millones de dólares en gastos para la salud

Autto del Departamento de Sanidad de NYC. Crédito: Michael Appleton/ | NYC Mayoral Office
¡A la gasolina le queda mucho combustible!, por eso es más interesante la campaña lanzada esta semana en Williamsburg, Brooklyn, para promover el apoyo a una propuesta que busca que todos los vehículos que rondan en las calles de Nueva York utilicen la energía eléctrica.
Y desde ya apostamos que se avecina un intenso debate sobre el proyecto de ley Green Transit, Green Jobs que promueve un sistema de transporte eléctrico total para la ciudad, haciendo de ese sistema el motor de movimiento para buses, camiones, y taxis que recorren los cinco condados de la Gran Manzana.
La iniciativa es ambiciosa, porque se orienta hacia un problema que pocos han discutido hasta ahora como es la disparidad por la contaminación en los barrios, que aunque suena irónico es mayor el impacto entre los latinos y afroamericanos.
Y en plena temporada de huracanes, cuando es más probable que haya inundaciones en sectores costeros como el sur de la isla de Manhattan, parece lógico que la electricidad sea planteada y hasta aprobada como la alternativa para reducir la emisión de gases y ayudar a conservar el medio ambiente.
Los detractores de la iniciativa podrían alegar que es costoso también generar electricidad para la combustión de esos vehículos, y solamente sería lógica una ley de esta envergadura, si, también se incluyen proyectos de energía solar o la eólica, para aprovechar los vientos.
Y es mejor ponerle cuidado a la iniciativa pues de acuerdo con un análisis de Earthjustice los asiáticos padecen el doble que los nativos blancos por partículas de diésel; también es un 35% para los latinos y el 28% para los afrodescendientes. Pero eso está a punto de terminar pues si avanza la propuesta, a partir del 2030 el transporte público tendrá que ser de cero emisiones.
Esa solución asegura que posible que ayude a que todos respiremos mejor, mientras frenamos un desastre por el cambio climático.
Según el análisis que mencionábamos, el transporte representa el 41% de las emisiones de combustible del estado, dejando más de $20 mil millones de dólares en gastos para la salud.
Por eso esperemos que tenga buen viento la propuesta porque los incentivos que sugiere para la energía limpia en los autobuses comerciales harán más seductor el programa.
Y aunque es cierto que es apeas un paso para el medio ambiente, sería bueno analizar cuánto cuesta en recursos naturales la generación de esa energía para los autobuses eléctricos a gran escala. Ya sabemos que el diesel es caro por ser fuente de gases tóxicos y partículas que causan cáncer, ataques cardíacos y problemas respiratorios, esperemos que la combustión eléctrica sea una solución pronta y más barata.
La autora, Sofía Villa, escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision donde trabaja como Writer /Producer.