Comidas vetadas por los “caprichos culinarios” del Rey Carlos III, en el palacio de Buckingham

El rey Carlos III ha sido calificado como “caprichoso” a la hora de comer, pues no repara en solicitar que se retiren ciertas comidas del menú tanto del palacio de Buckingham como en los eventos oficiales a los que asiste.

Aunque suele justificar muy bien el retiro de ciertos alimentos, los críticos no dejan de tildarlo de “manías” con la comida.

Recientemente, asistió a una visita de Estado en Francia, donde fue invitado a una cena en el palacio de Versalles, donde también envió una lista de los alimentos que no debían estar en el menú, como el foie gras, y los espárragos por no estar en temporadas, entre otros.

Lo cierto es que desde que asumió al trono, el Carlos III ha sido más firme con las restricciones alimentarias, por lo que algunas comidas han quedado vetadas de sus residencias oficiales.

Ya como monarca del Reino Unido, ha dejado ver cuáles son sus preferencias y cuáles son esas comidas que no probará bajo ningún respecto.

Por motivos ideológicos y hasta por costumbres heredades de su madre, la fallecida Isabel, Carlos III se rige con una rutina férrea a la cual su chef deben apegarse con esmero.

La alimentación de este monarca está basada en su mayoría en productos ecológicos, esto se debe a que tiene especial sensibilidad con el bienestar animal.

Una muestra de ello es que se niega a comer foie gras, y solicita retirarlo de menú donde quiera que va, por razones éticas.

Además del foie gras, hay otros alimentos que no entran en las cocinas de las residencias reales, como el ajo, una prohibición de Isabel II, para evitar el mal olor y que eso afectara a algún miembro de la realeza a la hora de cumplir la agenda.

Hay varias motivaciones para eliminar del menú algún alimento, por ejemplo, a Carlos III no le gusta el sabor del café y, por tanto, no se consume, ya que él prefiere el té, reseña Mujer Hoy.

Otro alimento que no es del agrado del rey, es el chocolate, por lo que los chefs reales se las ingenian para sustituirlo a la hora de realizar los postres.

Por su tendencia a la ecología y al consumo limitado de carnes y pescados, la alimentación de Carlos III merece atención en cuanto al origen de los alimentos, sus hábitos o las rutinas.

Como, por ejemplo, la costumbre que tiene de saltarse el almuerzo, por lo que sus desayunos son abundantes.

De acuerdo al portal, Mujer Hoy, el rey prefiere desayunar frutas de sus jardines de Highgrove, en los que se cultivan manzanas, fresas y ciruelas.

Otras excentricidades de Carlos III son sus gustos por las galletas que deben estar a una temperatura determinada, el huevo no puede tener más de 3 minutos de cocción y el té debe ser English Breakfast o Earl Grey.

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