Juicio por fraude contra Trump se reanuda con el director financiero Allen Weisselberg como testigo

Tras pasar un periodo en la cárcel Allen Weisselberg estará en el estrado de testigos en el juicio civil en una demanda por fraude fiscal con Donald Trump y su empresa Trump Organization

Weisselberg ha estado deprimido desde que salió de la prisión en Nueva York hace seis meses tras cumplir 100 días por evasión de impuestos.

Weisselberg ha estado deprimido desde que salió de la prisión en Nueva York hace seis meses tras cumplir 100 días por evasión de impuestos. Crédito: Stephanie Keith | Getty Images

Allen Weisselberg se desempeñó como jefe de finanzas del expresidente Donald Trump por mucho tiempo, ayudando al republicano a salvar su imperio inmobiliario de su última amenaza, evitando la insolvencia tras las quiebras de casinos y de una aerolínea en 1990.

Actualmente, luego de un periodo en la cárcel por fraude fiscal, el director financiero, vuelve a estar en la mira, pues, testificará este martes en el juicio civil en demanda por fraude de la fiscal general, Letitia James contra el magnate neoyorquino y su empresa, Trump Organization.

Se espera que Weisselberg, acusado también, testifique sobre su papel en la preparación de los estados financieros anuales del exmandatario, incluyendo conversaciones que mantuvieron mientras terminaban los documentos, que fueron entregados a bancos, aseguradoras y otros para cerrar acuerdos y solicitar préstamos.

La demanda de la fiscal de Nueva York argumenta que Weisselberg esbozó los estados financieros de Trump para cumplir con sus demandas de que mostraran incrementos en su patrimonio neto y aprobó crecientes valoraciones de activos pese a que era todo lo contrario.

Asimismo, no se espera que Trump regrese a la corte para ver a su exdirector financiero. Un tribunal de apelaciones rechazó el viernes detener el juicio mientras lucha contra un fallo anterior al juicio que podría despojarlo de la Torre Trump y más propiedades.

Según AP News, Weisselberg ha estado deprimido desde que salió de la prisión en Nueva York hace seis meses tras cumplir 100 días por evasión de impuestos sobre $1,7 millones de dólares en beneficios laborales, incluyendo un apartamento en Manhattan, autos de lujo y la matrícula escolar de sus nietos.

“Durante los últimos meses, estoy seguro de que está bien documentado y es bien conocido que he pasado por bastante”, declaró Weisselberg en su declaración en el mes de mayo en el caso civil.

“Ha sido un momento traumático y difícil para mí y mi familia”, señaló Weisselberg a los abogados presentes en la sala, incluido James, de acuerdo una transcripción de la declaración hecha pública en septiembre.

“Después de mucho tiempo, lo que consideraba un negocio muy tranquilo -un trabajo que tuve durante todos estos años- verse arrojado a esta situación ha tenido un impacto traumático en mi vida cotidiana y en la vida de mi familia”, manifestó Weisselberg.

En su declaración de abril, Trump dijo que su exdirector financiero: “Estuvo conmigo durante mucho tiempo. Le gustaban. Fue respetado. Ahora ha pasado por el infierno y ha regresado. Lo que le pasó es muy triste”.

Un viejo contralor de Trump Organization, Jeffrey McConney, testificó el viernes que Weisselberg le pidió que lo ayudara a cometer fraude fiscal en numerosas oportunidades, incluido cambiar registros de nómina para ocultar beneficios y darle a su esposa un cheque por un trabajo que no se presentó y que podría calificar para los beneficios del Seguro Social.

En una sentencia anterior al juicio del mes pasado, el juez Arthur Engoron determinó que el exmandatario y otros acusados, incluyendo Weisselberg, cometieron por años fraude al elevar el valor de los activos y el patrimonio neto de Trump.

Como represalia, el juez ordenó que un síndico designado por la corte tomará el control de algunas empresas del republicano y otras propiedades importantes.

El pasado viernes, un tribunal de apelaciones bloqueó la aplicación de ese aspecto en particular del fallo de Engoron, por ahora.

El juicio civil se refiere a acusaciones de conspiración, fraude de seguros y falsificación de registros comerciales. La fiscal James busca $250 millones de dólares en multas y la prohibición de que Trump haga negocios en Nueva York.

En una declaración de mayo, el exdirector recordó Trump a veces destacaba o escribía un signo de interrogación junto a los valores con lo que no estaba de acuerdo y cuestionaba el lenguaje usado en los estados financieros para describir sus propiedades.

“Podría decir hermosa. Podría decir magnífico”, testificó Weisselberg. “Podría decir que fue lindo. Él diría que es increíble”.

La asociación de Weisselberg con la familia Trump se remonta desde 1973, cuando respondió a un anuncio en un diario para un contador del padre del republicano, Fred, promotor inmobiliario, dueño de edificios de apartamentos en Nueva York.

Empezó a laborar para Donald Trump en 1986. En los últimos años, ganó $1,14 millones de dólares al año en salarios y bonificaciones.

En el caso de fraude fiscal Weisselberg aceleró su salida de la empresa. Un acuerdo de indemnización que firmó el día previo de ir a prisión, el exdirector financiero deberá recibir $2 millones de dólares en ocho cuotas trimestrales. La suma se acerca al monto de los impuestos atrasados, las multas y los intereses que debía cancelar parte de su acuerdo de culpabilidad.

Hasta el momento, de acuerdo con un cronograma de pagos incluido en la resolución, Weisselberg recibió $750,000 dólares en concepto de indemnización.

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