Editorial: El triunfo de Daniel Noboa en Ecuador

Las elecciones presidenciales se celebraron después de que Lasso disolviera el Parlamento y convocara a elecciones 15 meses antes del fin de su mandato.

Daniel Noboa.

Daniel Noboa. Crédito: Marcos Pin | AFP / Getty Images

Con más del 52% de aproximadamente 10 millones de votos, los ecuatorianos eligieron el domingo a Daniel Noboa, candidato de la alianza Acción Democrática Nacional, de centro derecha, su próximo presidente.

A sus 35 años, Noboa será el primer mandatario más joven en la historia de Ecuador y el más joven en ejercicio en todo el mundo. Atribuye su victoria al apoyo de la juventud ecuatoriana.

El presidente electo venció en la segunda vuelta a la ganadora de la primera ronda, y candidata del Movimiento Revolución Ciudadana, de izquierda, la abogada Luisa González, quien obtuvo poco menos del 48%.

La participación ciudadana fue un récord de 82.33%.

Noboa reemplazará al presidente actual Guillermo Lasso, un banquero bajo cuya responsabilidad Ecuador se ha sumido en una ola de violencia sin precedentes por parte de grupos narcotraficantes internacionales y pandillas locales.

Las elecciones presidenciales se celebraron después de que Lasso disolviera el Parlamento y convocara a elecciones 15 meses antes del fin de su mandato.

El crimen fue la principal preocupación de los votantes, especialmente después del asesinato de otro candidato presidencial, Fernando Villavicencio.

A la crisis de seguridad se ha sumido la de la economía, caracterizada por un alto índice de desocupación. Muchos ecuatorianos dejan su país en busca de mejores oportunidades. Muchos emigran a Estados Unidos.

El presidente electo es heredero de una fortuna empresarial que incluye la bananera “Bonita”, empresas de fertilizantes, plástico, cartón, contenedores y más.
La familia Noboa es activa en la vida política de su país. Su padre fue cinco veces candidato presidencial y él, desde 2021, asambleísta.

Su formación universitaria la adquirió en EEUU: administración de negocios en la Universidad de NY, administración pública en Harvard y gobernanza en la Universidad George Washington.
Noboa ha prometido enfocarse en controlar el crimen. Reconoce correctamente que el enfoque punitivo es insuficiente y apuesta por políticas de prevención en educación y oportunidades de trabajo, con programas de rehabilitación y reinserción social.

Pero también propone penalizar el consumo de drogas, modernizar y ampliar el sistema carcelario, la militarización de las fuerzas policiales y cambiar el sistema judicial para imponer juicios “rápidos”.
En lo económico, mantendrá la dolarización y dice que generará empleos.

Los problemas a los que se enfrentará el nuevo mandatario son tan enormes que un líder experimentado difícilmente podría superarlos, y Noboa es un novato político. Además, le quedan solamente 15 meses para mostrar resultados positivos. Es imperativo pues que ponga el bien de su país al frente de sus consideraciones y que conforme un gobierno de coalición.

Si en realidad su objetivo es devolver la seguridad que tanto anhelan hoy los ecuatorianos de todos los partidos, el acercamiento con los otros sectores políticos del país es fundamental.

Noboa deberá demostrar que en realidad va a gobernar por y para el país, y no para los intereses de la derecha elitista de siempre. Los votantes le han dado una oportunidad para ello.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain