Hispano suicida que planeaba supuesta masacre en parque de Colorado dejó mensaje en un baño

Diego Barajas Medina, de 22 años, estaba vestido con equipo táctico negro y una armadura como la que utilizan los agentes de SWAT; cargaba con un rifle y una pistola semiautomática, así como varios cargadores llenos y dispositivos explosivos improvisados

Rifle semiautomático

El sospechoso cargaba con un rifle semiautomático. Crédito: Brandon Bell | Getty Images

Las autoridades en Colorado informaron que Diego Barajas Medina, de 22 años, se suicidó en un parque de atracciones antes de concretar un supuesto tiroteo en el lugar.

El cuerpo de Barajas Medina fue descubierto en el baño de las mujeres de Glenwood Caverns Adventure Park por un empleado de mantenimiento la mañana del 28 de octubre.

Este lunes, personal de la Oficinal del Alguacil del Condado Garfield informó que, al momento de los hechos, el joven se encontraba fuertemente armado; además cargaba con explosivos y municiones.

Barajas Medina, quien vivía en Carbondale con su madre y su hermano, estaba vestido con equipo táctico negro y una armadura como la que utilizan los agentes de SWAT.

Las autoridades detallaron que el hispano además se protegía con un casco antibalas.

De acuerdo con la oficina del alguacil, el joven condujo en un auto hasta el parque e ingresó mientras se encontraba cerrado. El muchacho cargaba con un rifle y una pistola semiautomática, así como varios cargadores llenos.

Yo no soy un asesino, yo solo quiero entrar en las cuevas”, lee un mensaje divisado en el suelo del baño cerca del cadáver. Entre las atracciones del espacio se encuentra los recorridos por cuevas, además de montañas rusas, “ziplines” y paseos en góndolas.

Alegamente, el presunto pistolero manejó hasta el parque por un camino de servicio cuando no habían ni empleados ni visitantes en el espacio recreativo, ubicado a unas 160 millas al este de Denver entre Aspen y Vail a lo largo de la Interestatal 70.

El alguacil Lou Vallario reveló que un equipo antiexplosivos respondió a la escena y pudieron remover los dispositivos, algunos de los que permanecían en el vehículo del sospechoso. Algunos de estos eran falsos.

Aparentemente, las armas con las que cargaba el joven eran de tipo “ghost guns” o que no contaban con número de serie, por lo que no podían ser rastreadas.

Según las autoridades, no hubo señales de que el joven estuviera planeando un ataque.

Sin embargo, las autoridades realizan entrevistas en profundidad para tratar llegar a una conclusión sobre sus intenciones. Agentes además examinan los archivos telefónicos de Barajas Medina y sus publicaciones en redes sociales.

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