Cómo la Inteligencia Artificial podría ayudarnos a mejorar nuestra salud

Conoce cómo la Inteligencia Artificial está transformando la salud; desde diagnósticos precisos hasta tratamientos personalizados, impulsando avances médicos revolucionarios

¿Cómo cambiará la medicina con la llegada de la IA?

¿Cómo cambiará la medicina con la llegada de la IA? Crédito: Ilustración creada por El Diario NY con IA | Impremedia

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que permite a las máquinas realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento, la percepción y la toma de decisiones.

La IA tiene un gran potencial para mejorar nuestra salud, tanto a nivel individual como colectivo, mediante la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de diversas enfermedades y condiciones.

En este artículo, veremos algunos de los beneficios que la IA podría aportarnos en el ámbito de la salud, así como algunos de los desafíos y limitaciones que aún debe superar.

La IA como herramienta de prevención

Uno de los aspectos más importantes de la salud es la prevención, es decir, la capacidad de anticiparse y evitar posibles problemas de salud antes de que se agraven o se conviertan en crónicos, según menciona IBM en un artículo. La IA puede ayudarnos a prevenir enfermedades de varias maneras, como:

  • Análisis de datos masivos. La IA puede procesar y analizar grandes cantidades de datos de diferentes fuentes, como historiales médicos, registros genéticos, hábitos de vida, factores ambientales, etc., y encontrar patrones, correlaciones y factores de riesgo que puedan indicar una mayor probabilidad de desarrollar ciertas enfermedades o complicaciones. Por ejemplo, la IA puede ayudar a identificar personas con mayor riesgo de sufrir un infarto, un accidente cerebrovascular, un cáncer o una diabetes.
  • Detección temprana de anomalías. La IA puede ayudar a detectar anomalías o signos de alerta en imágenes médicas, como radiografías, tomografías, resonancias, ecografías, etc., usando técnicas de visión artificial y aprendizaje profundo. Estas técnicas permiten a la IA reconocer y clasificar diferentes tipos de tejidos, órganos, lesiones, tumores, etc., y compararlos con imágenes normales o de referencia, para detectar posibles anomalías o cambios que puedan indicar la presencia de una enfermedad o una condición. Por ejemplo, la IA puede ayudar a detectar el cáncer de mama, de pulmón, de piel, de colon, etc., en etapas tempranas.

La IA como herramienta de diagnóstico

Otro aspecto clave de la salud es el diagnóstico, es decir, la capacidad de determinar la causa, el tipo, el grado y el pronóstico de una enfermedad o una condición, basándose en los síntomas, los signos, las pruebas y los criterios médicos.

Según Campus Sanofi, la IA puede ayudarnos a diagnosticar enfermedades de varias maneras, como:

  • Asistencia al diagnóstico clínico. La IA puede ayudar a los médicos y otros profesionales de la salud a realizar diagnósticos clínicos más precisos, rápidos y eficientes, usando técnicas de procesamiento del lenguaje natural y aprendizaje automático. Estas técnicas permiten a la IA entender y analizar el lenguaje natural, tanto oral como escrito, y extraer información relevante de los síntomas, las preguntas, las respuestas y las conversaciones de los pacientes. Además, la IA puede acceder y consultar bases de datos médicas, guías clínicas, estudios científicos, etc., y ofrecer diagnósticos diferenciales, sugerencias de pruebas, tratamientos o referencias, y explicaciones o justificaciones de sus razonamientos.
  • Diagnóstico a distancia o virtual. La IA puede ayudar a realizar diagnósticos a distancia o virtuales, usando dispositivos móviles, aplicaciones, sensores, wearables, etc., que permiten recoger y transmitir datos de salud de los pacientes, como la temperatura, la presión arterial, el ritmo cardíaco, el nivel de glucosa, etc., y comunicarse con ellos a través de chatbots, asistentes virtuales, videoconferencias, etc. Estos sistemas de IA pueden ofrecer diagnósticos preliminares, consejos, alertas, recordatorios, seguimiento, etc., sin necesidad de que los pacientes se desplacen o esperen a una consulta presencial.

La IA como herramienta de tratamiento

Otro aspecto fundamental de la salud es el tratamiento, es decir, la capacidad de aplicar medidas terapéuticas para curar, controlar o aliviar una enfermedad o una condición, y mejorar la calidad de vida de los pacientes. La IA puede ayudarnos a tratar enfermedades de varias maneras, como:

  • Diseño y desarrollo de fármacos. La IA puede ayudar a diseñar y desarrollar nuevos fármacos, usando técnicas de modelado molecular, simulación, optimización, etc., que permiten a la IA explorar y generar posibles estructuras químicas, evaluar su actividad, afinidad, toxicidad, etc., y seleccionar las más prometedoras para su síntesis y prueba. Además, la IA puede ayudar a acelerar y reducir el costo de los ensayos clínicos, usando técnicas de análisis de datos, minería de textos, aprendizaje por refuerzo, etc., que permiten a la IA diseñar, ejecutar, monitorizar y analizar los ensayos, y optimizar los protocolos, las dosis, los criterios de inclusión y exclusión, etc.
  • Asistencia al tratamiento quirúrgico. La IA puede ayudar a los cirujanos y otros profesionales de la salud a realizar tratamientos quirúrgicos más precisos, seguros y eficaces, usando técnicas de robótica, realidad aumentada, realidad virtual, etc., que permiten a la IA controlar o asistir a dispositivos o instrumentos quirúrgicos, como bisturíes, pinzas, cámaras, etc., y ofrecer información, orientación, feedback o alertas en tiempo real. Además, la IA puede ayudar a planificar, simular y entrenar los procedimientos quirúrgicos, usando técnicas de modelado 3D, animación, gamificación, etc., que permiten a la IA crear y manipular modelos virtuales de los pacientes, los órganos, las lesiones, etc., y ofrecer escenarios, objetivos, retos o evaluaciones.

La IA como herramienta de seguimiento

Otro aspecto relevante de la salud es el seguimiento, es decir, la capacidad de monitorizar y evaluar el estado, la evolución y el resultado de una enfermedad o una condición, y de ajustar o modificar el diagnóstico o el tratamiento según sea necesario. La IA puede ayudarnos a seguir enfermedades de varias maneras, como:

Seguimiento continuo y personalizado: La IA puede ayudar a realizar un seguimiento continuo y personalizado de los pacientes, usando dispositivos móviles, aplicaciones, sensores, wearables, etc., que permiten recoger y transmitir datos de salud de los pacientes, como la temperatura, la presión arterial, el ritmo cardíaco, el nivel de glucosa, etc., y comunicarse con ellos a través de chatbots, asistentes virtuales, videoconferencias, etc.

Estos sistemas de IA pueden ofrecer información, consejos, alertas, recordatorios, seguimiento, etc., adaptados a las necesidades, preferencias y objetivos de cada paciente. Por ejemplo, la IA puede ayudar a seguir enfermedades crónicas graves, con el fin de dar más vida a un paciente.

En pocas palabras, la Inteligencia Artificial puede ser un recurso importante para la medicina, y conforme la tecnología se vaya superando, podrá tener nuevos retos que lleve a mejores experiencias para los pacientes.

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