Urban Health Plan: Las vacunas salvan vidas latinas

En 2020, los adultos latinos tenían 30% más de probabilidades de no estar vacunados contra la influenza que los blancos no hispanos

Vacuna

Las y los latinos adultos tienen tasas de vacunación contra las principales enfermedades sensiblemente inferiores que los estadounidenses blancos no hispanos. Crédito: Pexels

Según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, las y los latinos adultos tenemos tasas de vacunación contra las principales enfermedades sensiblemente inferiores que los estadounidenses blancos no hispanos. Aunque estas diferencias no son nuevas, cobraron más notoriedad durante la pandemia del COVID 19, cuando sólo el 47.3% de nuestra gente se había vacunado contra esa infección.

 “Pero todas las vacunas son muy importantes, no sólo la del COVID 19”, explica el doctor Matthew Kusher, Director Clínico del Centro de Salud Familiar Plaza del Sol, que integra la agencia comunitaria Urban Health Plan. “Es que las vacunas ayudan a nuestros sistemas de defensa a luchar contra los virus y  las bacterias perjudiciales”.

 Los datos estadísticos son tristemente elocuentes. En 2020, los adultos latinos tenían 30% más de probabilidades de no estar vacunados contra la influenza que los blancos no hispanos. Poco antes, la tasa de vacunación contra la neumonía de nuestra población mayor de 65 años también era un 30% inferior a la de los blancos no latinos. Paralelamente, se registraba la misma deficiencia en la tasa de inmunización contra la hepatitis A y B entre los adultos hispanos de cualquier edad.

 Y hasta la fecha, las latinas tienen un 20% menos de probabilidades que las mujeres blancas no hispanas de haber recibido la vacuna VPH, contra el virus de papiloma humano, que se transmite por contacto sexual por personas infectadas que a veces no muestran síntomas.

“Esa baja tasa de inmunización es grave”, comenta el Dr. Kusher, “porque la vacuna VPH es la única vacuna de la que disponemos contra algunas formas de cáncer. Entre otras, del cáncer de cuello del útero, del pene, y de la garganta”.

 En el pasado, nuestra Hispanic Federation participó en campañas de educación y difusión de esa vacuna, cuya aplicación a menores de edad ha sido criticada con el argumento inválido de que fomenta la actividad sexual.

 “A los niños y niñas se les puede aplicar la vacuna VPH a los nueve o 10 años”, comenta el Director Clínico del Centro Plaza del Sol. “Pero la vacuna no les provoca deseos de tener relaciones sexuales, porque la vacuna no aumenta la producción de hormonas, sino que les protege para cuando lleguen a la edad de mantener esas relaciones. Dicho de otra manera, si cuando llegan a la edad de tener relaciones se contagian con el virus de papiloma humano y recién entonces se vacunan, la vacuna no les va a ayudar”.

 En columnas próximas les daré más información sobre las vacunas. Por ahora, me despido con una nota esperanzadora: las tasas de vacunación de los niños y adolescentes de nuestra comunidad es muy superior a la de nuestra población adulta. En casi todos los casos, igual a las de los muchachitos norteamericanos blancos no hispanos.

 Si quieren saber más sobre la vacunación y los demás servicios de salud que presta Urban Health Plan, que forma parte de nuestra Hispanic Federation, llamen al (718) 589-2440.

 Y para obtener más datos sobre la federación, pueden consultar aquí, o llamarnos a nuestra línea gratuita y bilingüe, (866) HF-AYUDA u (866) 432-9832.

¡Celebren con nosotros el 34to aniversario de la Hispanic Federation, y hasta la próxima columna!

Frankie Miranda es el presidente de la Hispanic Federation

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