Mujeres Destacadas 2024: Belinda Ramos

Belinda Ramos entiende y sabe lo que sufren las personas que tienen seres queridos que han estado en la cárcel. Ella tiene un hermano que desde los 14 años, y hasta recientemente, ha entrado y salido varias veces de la prisión.

De niña, la última vez que vio a su hermano fue en el funeral de la madre de ambos; ella tenía 10 años y él 16. Iba custodiado porque estaba internado en una residencia que ofrece tratamiento a jóvenes por consumo de drogas, enfermedades mentales u otros problemas de comportamiento. Luego, le perdió la pista por mucho tiempo.

Cuando cumplió 24 años, y con el surgimiento de la internet, Belinda decidió buscar a su hermano. Lo encontró: estaba en la cárcel. Sus problemas siempre estuvieron relacionados con la venta de drogas.

“Le escribí porque si yo estaba sola, sin familia [porque ambos padres habían muerto], él tenía menos que yo”, dijo. “Después fui a verlo, ya habían pasado 16 años”.

Esa fue la motivación de Belinda para ser parte de la Community Connections for Youth, Inc., una organización sin fines de lucro con base en El Bronx de la que ahora es la directora ejecutiva. Esta institución, de la que es parte desde hace 20 años, tiene como fin empoderar a las organizaciones vecinales y religiosas de base para que desarrollen alternativas efectivas al encarcelamiento de los jóvenes.

“El sistema [carcelario] nos separó a nosotros”, dijo. “Eso fue algo que impactó mi vida”.

Belinda, quien tiene ascendencia puertorriqueña y es afrolatina, quería estudiar peluquería cuando era chica. Cuando se lo dijo al consejero de su preparatoria, él le dijo que considerara estudiar una carrera profesional porque tenía buenas notas y capacidad de liderazgo. Ella le hizo caso y estudió la licenciatura y una maestría en psicología en la Universidad de Columbia.

En sus planes está continuar con el doctorado, y al mismo tiempo, seguir con su trabajo en la organización “porque creo en lo que hacemos”.

En cuanto a su hermano, en estos últimos cinco años ha estado en un programa en el que asistió a la escuela; a sus 50 años, ya obtuvo un título del colegio comunitario y trabaja con personas que, como él, han estado encarceladas. Ahora quiere estudiar psicología, como su hermana.