Dominicanos salen a votar en medio de actividades proselitistas y ‘facilitadores’ del voto

En todo el estado de Nueva York se instalaron 87 centro electorales para atender a unos 275 mil votantes

Votantes en uno de los centros electorales que se  establecieron en la Gran Manzana.

Votantes en uno de los centros electorales que se establecieron en la Gran Manzana. Crédito: Juan Alberto Vázquez | Cortesía

Decenas de miles de votantes registrados en el padrón electoral de la República Dominicana radicados en Nueva York, salieron a votar este domingo en alguno de los 87 centros electorales instalados en todo el estado.

Sin embargo, la mayor concentración se dio en sitios en la zona de Washington y Hudson Heights en el alto Manhattan, renombrado por Google Maps como “La Pequeña República Dominicana”.

Empero, en esta nueva elección donde se elegía al presidente de la república, senadores, diputados locales y de ultramar, destacó el abierto proselitismo y la inducción del voto, presuntamente ilegal, que representantes partidistas ubicados en esquinas de los centros de votación practicaron abiertamente.

“Si, es algo que está prohibido, pero todos lo hacen así es que se ha normalizado”, aceptó Juan Ramírez, contratado por el Partido Reformista Social Cristiano para ser “facilitador” del voto, una figura en que los propios partidos usan para practicar la actividad ilegal.

“Así son las cosas en nuestro país”, ilustró Ramírez. “Una actividad puede ser ilegal, pero si todos lo hacemos pues entonces ya se convierte en algo que puede estar permitido”.

“Nuestro país es tan especial que en algunas casillas se pone alguien con una caja de dinero y le piden a la gente ‘dame tu cédula’”, dijo otro facilitador con gorra de Los Dodgers.

En la Junior High School 143, Eleonore Roosevelt, ubicada en la 182 Street y Audubon Avenue, la afluencia era muy pobre por lo que Juan Ramón Ávila, el presidente de una de las casillas lucía desilusionado. “Ya pasa del mediodía y apenas han llegado si acaso el 10 por ciento de votantes registrados”, argumentó y aclaró que cada casilla electoral recibió entre 500 y 600 papeletas. En su caso mostró a El Diario los fajos de boletas electorales casi intactos.

“Yo la verdad estoy más interesado en ver si Juan Soto (beisbolista estelar dominicano y que recién fue contratado por los Yankees) mantiene el bate caliente”, apuntó  Martín Díaz, quien señalando a su esposa que ya se adelantó a votar se quejó que “a mí me trajeron a votar”.

“No, tranquilo, que esto es muy rápido y ahorita te regresas a ver el game”, lo orientó Wilbert Carrillo quien se dice “yanquista” (seguidor de los Yankees), pero explicó que, fiel al estilo rijoso de los quisqueyanos, el segundo equipo de grandes ligas con más seguidores dominicanos son los Medias Rojas de Boston, rivales históricos de los neoyorquinos. “Es que hay muchos paisanos viviendo en Massachusetts”, aclaró Carrillo quien en cualquier momento corta la charla sobre béisbol pues un nuevo votante acaba de llegar a este nuevo centro de votación instalado en la PS 132 Juan Pablo Duarte, en la 183 St y Wadsworth Avenue, centro mucho más animado que el de la JHS 143.

Ni Carrillo ni Ávila aceptaron que los orientadores ubicados afuera de los centros de votación inducen al voto. “Saben que no lo pueden hacer”, dijo el primero sin perder la sonrisa.

 Afuera de la PS 132, en un tono intenso y con alto volumen, que para cualquiera podría parecer agresivo pero que para un dominicano es su manera de hablar normal, Marina Almonte reprendió a un personaje que insistía en hacer una encuesta de salida con la gente que ya había votado, siendo ella promotora de Partido de la Liberación Dominicana, el PLD.  “Nosotros somos promotores del voto, y estamos aquí de diferentes partidos haciéndolo, pero si te fijas no lo hacemos frente a donde son las votaciones sino en la esquina”, se excusó.

Carteles con propaganda política colocados cerca a un centro electoral.
Crédito: Juan Alberto Vázquez | Cortesía

Un pueblo tomado donde se habla español

Siguiendo con el calendario electoral latinoamericano que ha arrojado elecciones en Guatemala, Honduras, El Salvador y un referendo en Ecuador, las elecciones dominicanas en Nueva York han sido las de mejor clima.

Como si este pedazo de Norteamérica tomado por los dominicanos se hubiera traído un poco de la calidez de la isla, a las once de la mañana el termómetro ya pasó de los 70 grados (F) y ya no se movería de ahí hasta el cierre de las casillas a la 6 de la tarde.

Bajo el sol dominical parecía brillar aún más la propaganda electoral pegada de manera improvisada y de última hora en postes o pedazos de pared disponibles.

“Henry Abreu, la Nueva Ola”. “Miguel, un presidente distinto”. “Dr. Yomare Polanco, ¡El diputado de todos nació para servir!”. “Cirilo Moronta, más de 40 años al servicio de la comunidad aportando aquí y allá”. “Lady Laura, la diputada de todos”.

Sobre la Avenida San Nicholas la vendimia estaba desatada con centenares de puestos de fruta, ropa, aparatos eléctricos nuevos y usados, mangos dominicanos y mexicanos compitiendo por ganar el paladar de los marchantes que vestían elegantes para ir a la iglesia, o con ropas deportivas para introducirse en tiendas y restaurantes.

 En la calle 175 entre las avenidas Broadway y Wadsworth, convertido ya en espacio peatonal, un dj programaba bachatas mientras alguien descargaba en el piso comida para poco más de cien palomas que picoteaban agradecidas. Aunque la mayoría de las personas ocupaban las muchas bancas de ese parque, algunos pocos ensayaban unos pasos con los sonidos que proponía el programador de música.

Los dominicanos suelen armar fiestas donde se paren y este domingo no fue la excepción.

 La fiesta fue también democrática y muchos de quienes miraban comer a las palomas y los intentos de los pocos bailarines, ya tenían el dedo pulgar manchado de morado como señal de que habían acudido a votar.

Un elector deposita su voto en un centro electoral en Nueva York.
Crédito: Juan Alberto Vázquez | Cortesía

Crónica de una reelección anunciada

Sin duda, la charla que dominó entre los votantes dominicanos este domingo, era la elección presidencial donde el actual mandatario Luis Rodolfo Abinader Corona, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), se enfrentaba a la posibilidad de una reelección frente a otros 9 aspirantes a sucederlo, entre ellos el expresidente Leonel Fernández de La Fuerza del Pueblo (LFDP) y Abel Martínez, del PLD.

“Si, me gustaría que se reelija al actual presidente Abinader, pues lo ha hecho muy bien pese a agarrar a un país muy sacudido por la pandemia y lo sacó adelante”, comentó María Duarte, quien aprecia los ataque contra la corrupción del actual mandatario.

“Queremos que siga, casi nadie tiene duda de eso”, coincidió Gabriel Ceballos al referirse a Abinader, un perfil extrañamente discreto en un país que ha sido gobernado incluso por dictadores. Se cree que el actual mandatario superará los números obtenidos en la primavera del 2020 donde ganó la elección con más del 60 por ciento de los votos.

En todo el estado de Nueva York se instalaron 87 centros electorales para atender a 275 mil votantes, el 47 por ciento de los cuáles se halla en “La Pequeña Dominicana”.

En el trayecto visitando los centros de votación, ya se hallaban esparcidas por el piso miles de tarjetas con rostros de los candidatos a la presidencia, así como algunos de los 32 senadores, 190 diputados y los 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen) que se eligieron en la jornada.

En la Broadway y la 168 se hallaba un centro de votación más dentro de las instalaciones en la P. S. 128 Audubon.

Es donde con más descaro los “promotores del voto” cortaban el paso a quienes asisten a votar, les entregaban una de las tarjetas con el rostro de su candidato, y les señalaban con el dedo que esa debía ser la opción.

Adentro de la escuela, los representantes y funcionarios de casilla se mostraban más nerviosos e impidieron a este reportero  sacar fotos, ni siquiera estar físicamente dentro de la instalación.

“Ya recorrí varias escuelas y no he tenido problemas”, me quejé.

“Pues sí, pero nosotros somos la excepción”, me aclaró alguien con uniforme como de guardia, que me invitó a salir.

Faltaban pocas horas para el cierre de las casillas y la gente parecía acudir en mayor número a votar.

Los resultados  ya reflejarán este lunes el esfuerzo de todos ellos.

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