Guardia Nacional de Texas busca disuadir con altavoces a migrantes de dejar la frontera entre EE.UU. y México
La medida implementada por Texas ocurre en medio de operativos para detener los migrantes, insistiendo en enviarlos a los puentes, donde no les permiten pasar a menor que ya tengan una cita por medio de la aplicación "CBP One"
Ante la incesante llegada de inmigrantes al río Bravo, fronterizo entre México y Estados Unidos, la Guardia Nacional de Texas implementa una nueva normativa que consiste en hablar con los migrantes para disuadirlos de abandonar el territorio mexicano.
Desde el lado estadounidense del río, a la altura de la puerta 40 entre Ciudad Juárez, México, y El Paso, Texas, cientos de extranjeros piden todos los días que les dejen pasar, pero las autoridades texanas insisten en mandarlos a los puentes, donde no les permiten pasar a menor que ya tengan una cita por medio de la aplicación “CBP One”.
“Queremos que vayan al puente y pidan su asilo político, no pueden entrar por aquí. Es ilegal entrar por aquí, si entran por aquí van a ser fichados, no queremos hacer eso. ¿Escuchan? ¿Entienden? Aquí no estamos para dar asilo político“, expresó uno de los agentes.
“Nosotros estamos aquí para que no entren. Nuestro trabajo es que no entren. Háganlo lo más correcto que se puede, vayan al puente, por favor”, manifestó el oficial desde territorio estadounidense con un altavoz.
Hostilidades en Texas
Las acciones de los funcionarios texanos ocurren a pesar de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmara en mayo que el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, se ha “moderado” recientemente porque antes tenía una política “muy agresiva” con los migrantes y los mexicanos.
Asimismo, ocurren en medio de numerosos operativos para frenar a los migrantes en Estados Unidos y México, donde solo en el primer trimestre de 2024 la migración irregular capturada por el Gobierno de México creció cerca de un 200% anual, hasta casi 360,000 personas.
Julia Ramírez, originaria de Honduras, cuestionó las condiciones “inhumanas y violentas” de la guardia texana.
“A unos los tratan como si no fuéramos personas, a los niños les tiran balines (balas de goma) reventables y les llenan la cara”, señaló la migrante.
Por otro lado, la ecuatoriana María Kaicedo, con seis meses de embarazo, una noche logró entrar, pero la Guardia Nacional de Texas la devolvió “con violencia” al lado mexicano de la frontera.
“Si yo hubiese sabido que voy a ser recibida de esta manera, nunca lo hubiese hecho. Estoy en estado (de embarazo). Corrí, escupí sangre y aun así me sacaron. Entonces cómo es que dicen ellos que están dando asilo a quien lo necesita”, lamentó.
Añadió que es peligroso ir a los puentes a solicitar asilo como sugiere la Guardia Nacional de Texas porque los cárteles y el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) de México puede capturarlos.
Por ello, apuntó, que prefieren aguantar los ataques de la Guardia Nacional de Texas e insistir en cruzar por el río Bravo, para que finalmente los entreguen a las autoridades migratorias de Estados Unidos y solicitar asilo.
“Nos disparaban ese gas pimienta. Niñas que se habían cortado pasando el alambre de púas ni siquiera les prestaron auxilio, es una cosa inhumana. Sabemos que estamos haciendo mal, invadiendo tierras, pero queremos una oportunidad como se las dieron a los demás“, relató.
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