Este es el único país del mundo que no tiene semáforos: la TV y el internet llegó hace poco
El estilo de vida de Bután ha llevado a la nación permanecer alejada de influencias externas
En estos tiempos modernos, donde el ser humano puede viajar de un continente a otro en un día y la tecnología crece a pasos agigantados, suena irreal que aún exista en el mundo un país que no cuenta con semáforos en sus calles.
Aunque parezca mentira, en el corazón de Asia, emplazada en la cordillera del Himalaya, existe una pequeña nación llamada Bután, que sorprende a todo aquel que lo visita por su estilo de vida.
Debido a la decisión de la familia real, que es adorada por la población y se identifica con la máxima autoridad de la nación, este dispositivo, que se sitúa en intersecciones viales y otros lugares para regular el tránsito, todavía no ha llegado a sus calles.
Billiken informó, que si bien las calles de Bután son tranquilas en comparación con las de otras ciudades, y su territorio es de apenas 800.000 habitantes, el nivel de tránsito no es tan bajo como para prescindir de los semáforos.
Para evitar accidentes, en determinados puntos de la ciudad, existen pequeñas garitas donde se encuentra un policía de tránsito que se encarga de guiar a los automovilistas y peatones.
El objetivo principal de Bután, de no contar con semáforos, es para mantener sus tradiciones intactas y así no dejarlas de lado por la tecnología.
Si bien los semáforos se han convertido en una herramienta básica en el mundo, en Bután aún pueden vivir sin ellos y sobre la mesa no existe la propuesta de instalar dicho sistema en sus calles.
Otra curiosidad de este mágico lugar rodeado de montañas es que hasta hace algunos años no tenían televisión, mucho menos internet. Fue hasta 1999 cuando por iniciativa de Jigme Singye Wangchuck, Cuarto Rey Dragón, que tuvo la oportunidad de viajar en el extranjero, trabajó para que la tecnología llegara a su tierra.
Bután, en su intento de mantener intacta su tradición, permaneció por muchos años cerrado al turismo, incluso no había necesidad de contar con cajeros automáticos, pero después de abrir sus puertas al mundo, los turistas ya pueden sacar dinero para comprar recuerditos.
Todo aquel que desee visitar la ciudad deberá saber que solo se permite la entrada a 150.000 turistas al año y todos, sin excepción alguna, deberán contar con un guía, ya que no es posible recorrer la nación por su cuenta.
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