Trump despide a inspector general de USAID tras informe crítico sobre el desmantelamiento de la agencia

La Oficina de Personal Presidencial le notificó a Paul Martin que su cargo como inspector general de USAID había sido "terminado, con efecto inmediato"

Manifestantes y legisladores protestan contra el presidente Donald Trump y su aliado Elon Musk mientras alteran el gobierno federal, incluido el desmantelamiento de USAID.

Manifestantes y legisladores protestan contra el presidente Donald Trump y su aliado Elon Musk mientras alteran el gobierno federal, incluido el desmantelamiento de USAID.  Crédito: J. Scott Applewhite | AP

El inspector general de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional fue despedido el martes, un día después de que su oficina publicara un informe crítico de los esfuerzos del gobierno del presidente Donald Trump para desmantelar la agencia, indicó una fuente cercana con el tema.

El martes en la noche, el subdirector de la Oficina de Personal Presidencial le notificó a Paul Martin a través de un correo electrónico que su cargo como inspector general de USAID había sido “terminado, con efecto inmediato”.

Un representante de la Oficina del Inspector General de USAID confirmó el despido de Martin y expresó que no se dio ningún motivo para su destitución.

La ley exige que la administración informe al Congreso con 30 días de anticipación previo a despedir a un inspector general y ofrezca razones específicas para cada caso para deshacerse de los organismos de control.

Martin se desempeñaba como inspector general desde diciembre de 2023. Aunque Trump despidió a inspectores generales de más de una docena de agencias federales en su primera semana en la Casa Blanca, el organismo de control de USAID se mantuvo en su sitio.

Un inspector general se encarga de las investigaciones y auditorías sobre cualquier posible malversación, fraude, despilfarro o abuso por parte de una agencia gubernamental o su personal, y emite informes y recomendaciones sobre sus hallazgos. La oficina del inspector general opera de manera independiente.

Asimismo, el personal de la Oficina del Inspector General de USAID fue informado de que ya no tiene acceso a su espacio físico de oficina, señalaron dos fuentes.

Si bien la administración republicana cerro el edificio de la sede de USAID en Washington la semana pasada, al personal de la oficina del organismo de control se le había permitido laborar en persona en la infraestructura hasta el martes.

En el informe del lunes, la OIG de USAID señaló que la reducción del personal por parte del mandatario estadounidense y su congelamiento radical de la asistencia extranjera había hecho difícil rastrear y responder al posible mal uso de $8.2 mil millones en asistencia humanitaria financiada por los contribuyentes de Estados Unidos, informó CNN.

En las últimas semanas, el gobierno del magnate neoyorquino ha tomado medidas radicales para desmantelar la USAID, tratando de poner en licencia a miles de trabajadores contratados directamente por la agencia y despedir a decenas de contratistas que laboran para ella. El viernes de la semana pasada, un juez federal bloqueó temporalmente esos planes y detuvo el despido acelerado de empleados de países en todo el mundo.

Aunque el informe del lunes indica que la oficina ha identificado por mucho tiempo “desafíos significativos y ofrecido recomendaciones para mejorar la programación de la Agencia para prevenir el fraude, el despilfarro y el abuso”, queda claro que la reducción del personal del USAID y el congelamiento de la asistencia extranjera han impactado de manera negativa los esfuerzos de supervisión.

“Las recientes reducciones generalizadas de personal en toda la Agencia… sumadas a la incertidumbre sobre el alcance de las exenciones de asistencia extranjera y las comunicaciones permisibles con los implementadores, han degradado la capacidad de USAID para distribuir y salvaguardar la asistencia humanitaria financiada por los contribuyentes”, dice el informe.

La USAID exige que ciertos programas como, en Afganistán, Irak, Líbano, Pakistán, Siria, Cisjordania y Gaza, y Yemen sean sometidos a una “investigación de los socios”, con el objetivo de garantizar que los fondos de los contribuyentes no terminen respaldando a grupos terroristas como Hamás, Hezbolá, ISIS o los hutíes.

De acuerdo con el documento, estos esfuerzos de investigación se han detenido por la reducción de personal.

Gran parte de la fuerza laboral de más de 1,000 personas de la Oficina de Asistencia Humanitaria (BHA) de USAID se ha visto afectada por suspensiones laborales o están a punto de ser puesta bajo licencia, apunta el informe.

“En conjunto, las acciones de personal ejecutadas y planificadas eliminarían, temporal o permanentemente, aproximadamente el 90 por ciento de la fuerza laboral mundial de BHA”, indicó.

La reducción del personal también ha tenido un impacto negativo en la capacidad de la agencia para responder a los informes de posible uso indebido de la financiación humanitaria.

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