Manzana: la fruta que ayuda a adelgazar y mejorar la digestión
La manzana, rica en fibra y baja en calorías, sacia, es efectiva para adelgazar y mejorar la digestión, según estudios

La manzana contiene elementos que tiene efecto antiobesidad. Crédito: Shutterstock
Una buena alimentación incluye el consumo de frutas y verduras al menos tres porciones al día. La manzana es uno de esos alimentos que aportan fibra dietética, carotenoides, antioxidantes y otros elementos que tienen efecto antiobesidad, ayudan a la eliminación de los radicales libres y mejoran la digestión.
Los especialistas recomiendan incluir el consumo de manzana en la dieta diaria por sus comprobados beneficios para la salud gracias a los altos niveles de fitoquímicos que tienen un impacto en el alivio de enfermedades humanas.
Ayuda a adelgazar

Un estudio de la editorial especializada Taylor & Francis, revela que el consumo de manzana puede influir en la forma en que las células, especialmente las del tejido adiposo, controlan la producción de proteínas y responden a las señales del entorno.
Incluir la manzana y los productos derivados de la manzana en la alimentación reducen el aumento de peso mediante diversos mecanismos, como las vías antioxidantes, antiproliferativas y proceso a nivel celular, revelan los investigadores.
La manzana es rica en agua y fibra por lo que genera sensación de saciedad, disminuyendo la aparición del hambre y los antojos entre comidas, además tiene un bajo contenido calórico, ya que una porción de 100 gramos de manzana tiene un aporte de 52 calorías (kcal), lo que representa un 3% del requerimiento diario.
Mejora la digestión
Los niveles de agua y fibra son claves en la salud intestinal, ya que promueve la hidratación y aporta volumen a las heces, previniendo el estreñimiento y facilitando tránsito intestinal.
Como hemos mencionado, la manzana es rica en compuestos como los polifenoles, que ayudan a la “composición de la microbiota intestinal, inhibiendo las bacterias patógenas y estimulando las bacterias beneficiosas, actuando así como prebióticos potenciales”, según investigación publicada por Nutrients.
Uno de los tipos de fibra que contiene la manzana es la pectina, una fibra soluble natural que contribuye al desarrollo de la microbiota intestinal por ser alimento de las bacterias beneficiosas.
Esta combinación de elementos hace que lleguen al colon, sin ser absorbidos por el intestino delgado, convirtiéndose en el sustrato para la fermentación bacteriana.

Favorece la salud cardiovascular

El consumo diario de manzanas favorece la salud cardiovascular, según un estudio de Critical Reviews in Food Science and Nutrition que incluyó la revisión de 16 estudios sobre el consumo de manzanas.
Incluir en la alimentación una manzana mediana al día puede ayudar a reducir la presión arterial, el colesterol y la inflamación, cita la Universidad de Harvard.
¿Qué pasa si comemos una manzana al día?

Una revisión de Food Science & Nutrition asocia el consumo de manzana en sus formas de jugos, puré, pulpa, manzanas deshidratadas, extractos ricos en bioactivos de manzana y bioactivos individuales de manzana con múltiples beneficios para la salud.
Por su composición, la manzana tiene efectos antiinflamatorios, antioxidantes, antiapoptóticos, antiinvasivos y antimetastásico que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, cáncer y deterioro cognitivo leve.
Otros beneficios del consumo de manzana destaca que promueve el crecimiento del cabello, la cicatrización de quemaduras, mejora el ambiente bucal, previene el enrojecimiento de la piel, alivia la pigmentación cutánea inducida por los rayos UV y mejorar los síntomas de la dermatitis atópica, entre otros.
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