Mujeres Destacadas 2025: Talía Castro-Pozo

Una bomba en el jardín de su casa, cuyos destrozos quizá le hubieran costado la vida —si no hubiera sido porque esa noche se quedó a dormir en la casa de su abuela—, fue suficiente para que los padres de Talía Castro-Pozo decidieran enviar a su hija a Nueva York.

Era la aciaga época en la que reinaba el terror de Sendero Luminoso en Perú. Los padres de Talía pertenecían a la élite intelectual de Lima y su padre escribía artículos en contra del gobierno, al que calificaba de corrupto.

“Mis padres querían que su hija saliera de eso”, dijo Talía. “El gobierno lanzaba bombas contra quien no estuviera de acuerdo con él”.

A los 14 años, cuando Talía ya bailaba profesionalmente y era solista del Ballet Nacional de Perú, abandonó su país para comenzar una nueva vida en Nueva York. Ella comenzó a bailar desde que era muy pequeña.

“Mi mamá me llevó a ver a Alicia Alonso [del Ballet Nacional de Cuba] y dice que llegué a la casa bailando”, dijo. “Y que de ahí no paré de bailar […] El baile está en mi ADN”.

En la Gran Manzana, Talía estudió con grandes maestros de la danza en la School of American Ballet y conoció a importantes figuras de ese arte. Pero algunas lesiones corporales derivadas de la anorexia que padecía le impidieron continuar con el ballet clásico. Entonces optó por otros estilos de baile —como la salsa y el baile de salón—, el teatro y el canto.

Su habilidad para los negocios y haber administrado varios estudios de baile la animaron a crear su propia empresa: Producciones Talía, una compañía que realiza eventos de música y baile gratuitos en lugares públicos de Nueva York. Combina esta actividad con su trabajo como actriz y como coreógrafa.

Para ella, Producciones Talía es un puente que permite mantener a la gente unida porque los eventos que realiza son aptos para personas de todas las generaciones.

“Para mí es importante que todos bailen sin importar la edad ni de donde vienen”, dijo.