Pete Hegseth ordenó cancelar ayuda militar a Ucrania sin la aprobación de la Casa Blanca
Las cancelaciones se hicieron luego de una reunión con Donald Trump el 30 de enero sobre Ucrania, en la que participaron Pete Hegseth y otros altos funcionarios

La cancelación de los vuelos, apunta a un proceso de formulación de políticas en su mayoría caóticas dentro del gobierno de Donald Trump y una estructura de mando que no está clara. Crédito: Mark Schiefelbein | AP
Alrededor de una semana después de que Donald Trump asumiera su segundo mandato, el ejército de EE.UU. emitió una orden a tres aerolíneas de carga que operan desde la Base Aérea de Dover en Delaware y una base estadounidense en los Emiratos Árabes Unidos: detener 11 vuelos que llevarían proyectiles de artillería y otras armas que se dirigían a Ucrania.
En pocas horas, llegaron a la Casa Blanca preguntas frenéticas de ucranianos en Kiev y de autoridades en Polonia, donde se coordinaban los envío. ¿Quién había ordenado al Comando de Transporte de EE.UU., conocido como TRANSCOM, suspender los vuelos? ¿Se trataba de una suspensión permanente de toda la ayuda? ¿O solo de una parte?
Los altos funcionarios de seguridad nacional, de la Casa Blanca, El Pentágono y el Departamento de Estado, no pudieron dar respuestas. En una semana, los vuelos siguieron operando.
Las cancelaciones se hicieron luego de que Trump concluyera una reunión en el Despacho Oval el 30 de enero sobre Ucrania, en la que participaron Hegseth y otros altos funcionarios de seguridad nacional, de acuerdo con tres fuentes cercanas con el asunto. En la reunión, surgió la idea de suspender la ayuda a Ucrania, dijeron dos personas con conocimiento de la reunión, pero el mandatario no dio instrucciones de detenerla.
Trump no sabía que Hegseth ya la había suspendido, al igual que otros funcionarios de seguridad nacional en la reunión, según dos fuentes que se enteraron sobre las conversaciones en la Casa Blanca y otra con conocimiento directo del tema.
Al pedir su opinión sobre el informe, la Casa Blanca declaró a Reuters que Hegseth había seguido una orden de Trump de suspender la ayuda a Ucrania, la cual, aseguró, era la postura del gobierno en ese momento. No explicó por qué, de acuerdo con quienes hablaron con el medio de comunicación, los altos funcionarios de seguridad nacional, en el proceso normal de toma de decisiones, desconocían la orden por qué se revocó con tanta rapidez.
“Negociar el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania ha sido una situación compleja y fluida. No vamos a detallar cada conversación entre los altos funcionarios de la administración a lo largo del proceso”, declaró Karoline Leavitt, representante de la Casa Blanca.
“En definitiva, la guerra está mucho más cerca de terminar hoy que cuando el presidente Trump asumió el cargo”.
Estas cancelaciones le costaron a TRANSCOM $2.2 millones de dólares, según los registros revisados por el medio. En respuesta a una petición de comentarios, TRANSCOM señaló que el precio total fue de $1.6 millones de dólares: se cancelaron 11 vuelos, pero no tuvo costo alguno.
Una orden que suspendía la ayuda militar autorizada bajo la administración del expresidente Joe Biden entró en vigencia oficialmente un mes después, el 4 de marzo, con un anuncio de la Casa Blanca.
La cancelación de los vuelos, apunta a un proceso de formulación de políticas en su mayoría caóticas dentro del gobierno republicano de Trump y una estructura de mando que no está clara ni siquiera para sus propios integrantes de mayor rango.
La pausa de varios días en los vuelos, confirmada por cinco personas con conocimiento del tema, muestra confusión sobre cómo la administración ha creado e implementado la política de seguridad nacional.
En el Pentágono, este desorden es un secreteo a voces, y muchos funcionarios, actuales y previos, aseveran que el departamento está plagado de desacuerdos internos en política exterior, profundos rencores y personal inexperto.
La interrupción de los envíos causó consternación en Kiev.
Por su parte, los ucranianos consultaron inmediatamente a la administración estadounidense por numerosos canales, pero tuvieron dificultades para lograr obtener información útil, de acuerdo con un funcionario ucraniano con conocimiento directo de la situación. En algunas conversaciones a posteriori con los ucranianos, el gobierno descartó la pausa como “política interna”, dijo la fuente.
El envío de armamento proveniente de estados Unidos a Ucrania necesita la autorización de varias agencias y puede tardar semanas o incluso meses, dependiendo del tamaño del cargamento. La mayor parte de la ayuda militar estadounidense pasa por un centro logístico en Polonia antes de ser recabada por representantes ucranianos y trasladada al país.
Estas revelaciones llegan en un punto de agitación en el Pentágono. Varios de los principales asesores de Hegseth fueron escoltados del edificio el 15 de abril tras ser señalados de divulgación no autorizada de información clasificada. El secretario del departamento sigue siendo objeto de escrutinio, incluso por parte del Congreso, sobre sus propias comunicaciones. Previamente, han atribuido las acusaciones de agitación a empleados supuestamente descontentos.
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