La USAID cerró definitivamente: sus funciones las asumió el Departamento de Estado
El secretario de Estado Marco Rubio dijo que la USAID fracasó en su propósito de impulsar el desarrollo global y promover la influencia de Estados Unidos

La bandera de Estados Unidos estará visible en cada entrega de ayuda Crédito: Ben Curtis | AP
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional dejó de operar oficialmente este martes como brazo principal de la ayuda exterior del gobierno estadounidense. A partir de ahora, el Departamento de Estado asumirá todas sus funciones, en lo que el gobierno de Donald Trump considera el fin de una era de ineficiencia.
El anuncio lo hizo el propio secretario de Estado Marco Rubio a través de un artículo publicado en la web del Departamento de Estado, donde justifica el cierre de la agencia con duras críticas a su historial.
Según, la USAID fracasó en su propósito de impulsar el desarrollo global y promover la influencia de Estados Unidos en el extranjero, a pesar de haber contado con “un presupuesto de contribuyentes casi infinito durante décadas”.
“Más allá de la creación de un complejo industrial de ONG de alcance mundial a expensas de los contribuyentes, USAID tiene poco que mostrar desde el fin de la Guerra Fría”, afirmó Rubio.
El funcionario detalló que, tras una auditoría de miles de programas que acumulaban más de $715,000 millones de dólares en gastos, la administración determinó que USAID no alineaba sus esfuerzos con los intereses de política exterior de Washington.
Entre los argumentos presentados, mencionó que en regiones como África Subsahariana, el respaldo a Estados Unidos en votaciones clave de la ONU ha sido mínimo, pese a la cuantiosa ayuda recibida.
Asimismo, señaló que grandes sumas de dinero destinadas a Medio Oriente, África del Norte y territorios palestinos terminaron beneficiando a organizaciones poco afines a Estados Unidos o, incluso, vinculadas con actores como Hamás.

Marco Rubio también cuestionó el papel de las ONG que operaban con fondos de USAID y aseguró que tenían “estilos de vida de cinco estrellas”, mientras los supuestos beneficiarios seguían marginados.
El Departamento de Estado controlará los programas activos, pero con nuevos criterios
A partir de ahora, los programas de asistencia que sigan activos estarán bajo control del Departamento de Estado y deberán cumplir nuevos criterios: deberán ser temporales, estratégicos y centrarse en promover el comercio, la inversión privada y el crecimiento autosostenido de los países receptores.
Rubio afirmó que esta política favorecerá a las naciones que “han demostrado la capacidad y la voluntad de ayudarse a sí mismas”.

El secretario de Estado también aseguró que la bandera de Estados Unidos estará visible en cada entrega de ayuda, dejando atrás lo que llamó un sistema “basado en la caridad”, caracterizado por logotipos “inidentificables” de ONG.
“Los beneficiarios merecen saber que la ayuda que reciben no es una limosna de una ONG desconocida, sino una inversión del pueblo estadounidense”, subrayó Rubio.
En su artículo, el funcionario vinculó esta reestructuración con los esfuerzos por contrarrestar el modelo de ayuda internacional de China, que calificó como explotador. Según dijo, Estados Unidos priorizará el comercio sobre la ayuda, la inversión sobre la asistencia y las oportunidades sobre la dependencia.
El Departamento de Estado aseguró que ya trabaja para consolidar fondos más flexibles, reducir la burocracia y establecer mecanismos más ágiles de respuesta en zonas de crisis, todo bajo una lógica de “eficiencia medible”.
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