Mexicano cuenta cómo es trabajar y cuánto se gana en una pizzería en EE.UU.
Para quienes desean comenzar en este rubro, el consejo es: aprender un poco de inglés, ser responsables y tener la voluntad de aprender
El salario depende directamente de la experiencia Crédito: Shutterstock
Para muchos inmigrantes hispanos en Estados Unidos, el trabajo en una pizzería representa una de las primeras oportunidades laborales tras su llegada al país. Así lo demuestra la historia de Sam Cruz, un mexicano que pasó de no tener experiencia en cocina a ser el propietario un local ubicado en Lancaster, Pennsylvania.
En un video publicado por el creador de contenido Alfy Tavarez, Sam narró cómo comenzó desde cero, motivado por un amigo italiano que le enseñó el oficio. Hoy, lidera su propio equipo, en su mayoría de origen hispano, y habla sobre lo que implica este tipo de trabajo.
Casi 500 pizzas en un día de Super Bowl
El día comienza temprano en el local. El equipo inicia labores a las 9:30 de la mañana para tener todo listo antes de abrir a las 10:30 y el cierre es a las 9:30 de la noche.
“Es una jornada de 12 horas”, explicó Sam, quien recordó que los días de más alta demanda, como el Super Bowl, pueden significar preparar hasta 480 pizzas en un solo día.
Además del ritmo acelerado, uno de los principales desafíos es aprender a estirar la masa manualmente sin moldes —una técnica que requiere práctica y paciencia— y dominar el inglés básico para interpretar las órdenes impresas en los tickets.
¿Cuánto se gana vendiendo pizzas en Estados Unidos?
Según Sam, el salario depende directamente de la experiencia.
Un trabajador con habilidades en cocina y conocimiento previo como pizzero puede empezar ganando hasta $20 dólares la hora. En cambio, una persona sin experiencia inicia con un promedio de $14 a $15 dólares por hora, pero con disposición para aprender puede crecer rápidamente dentro del negocio.
¿Consejo para comenzar en el negocio?
Para quienes desean comenzar en este rubro, el consejo de Sam es: aprender un poco de inglés, ser responsables y tener la voluntad de aprender.
“No entendía nada cuando comencé, pero me explicaron y lo aprendí. Querer es poder”, aseguró.
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