El mejor descubridor de talentos se llama Bill Belichick
Una de las claves del éxito de los Patriots es que su entrenador en jefe sabe formar a sus elementos, sin importar de dónde provengan
El entrenador en jefe de los Patriots de Nueva Inglaterra, Bill Belichick, es consciente que su imagen fuera de la organización de su equipo no es la mejor en cuanto a la manera como expresa su personalidad.
Pero nadie le niega que es, sin discusión, el mejor de todos los tiempos a la hora de saber descubrir, desarrollar y sacar el máximo de producción a jugadores que para el resto pasan desapercibidos.
El resultado deportivo no es otro que se encuentre a días de disputar de nuevo el Super Bowl de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), el séptimo desde que se puso al frente de los Patriots.
Se sabía de la clase de estratega que siempre fue Belichick desde que en 1975, llegó al mundo profesional de la NFL como asistente especial con los entonces Colts de Baltimore.
Luego pasó por todos los niveles de los cargos de entrenador asistente y coordinador hasta que en el 2000, los Patriots tomaron la mejor decisión de su historia al elegirlo entrenador en jefe del equipo.
Desde entonces, Belichick se ha encargado de desarrollar no solo la labor principal de dirigir a un equipo profesional sino lo que es “único” dentro de la NFL y en el resto de los deportes de elite, como es trabajar en la búsqueda permanente del talento oculto que existe en la mayoría de los atletas, pero que por distintos motivos, muchos de ellos no pueden ni tan siquiera descubrir que lo poseen.
No es el caso de los que pasan por la disciplina de Belichick y de ahí que durante los 17 años de dirección con los Patriots, jugadores seleccionados en las últimas rondas del sorteo universitario o que su nombre ni se mencionó, desde el primer año surgen como elementos importantes en los triunfos de los Patriots.
Una parte importante de la actual plantilla de Nueva Inglaterra es producto del trabajo, esfuerzo y estrategia de Belichick
De hecho, entre los 53 jugadores que conforman la actual plantilla de los Patriots, 14 llegaron a la NFL como agentes libres que no pasaron por el sorteo universitario, además de otros 10 que salieron elegidos a partir de la quinta ronda o inferiores.
De los primeros, ocho jugaron en 12 partidos o más durante la temporada regular, incluido el esquinero Malcolm Butler (16 como titular), el corredor LeGarrette Blount (8), los receptores abiertos Chris Hogan (14), Danny Amendola (16), el centro David Andrews (16).
Además del fullback James Develin, el integrante de los equipos especiales Brandon King y el pateador de despeje Ryan Allen (12).
Belichick considera clave encontrar a los jugadores que tengan más posibilidades de crecimiento, sin importar sus antecedentes, es decir los llamados programas universitario “modelo”.
“Todos, sin importar donde se han formado como colegiales, deben saber que tienen que dar un salto cualitativo al llegar al profesionalismo”, analizó Belichick. “Como profesional, es importante lo que hagas en el primer año, pero también tu evolución hacia el segundo y el tercero. Y esto se aplica a todos”.
Edelman era pasador con el equipo universitario en Kent State, y lo eligieron en la séptima ronda del sorteo del 2009; ahora está convertido en el receptor predilecto del mariscal de campo Tom Brady cuando tiene que dar el tercero y última oportunidad.
Nate Ebner, que pasó del deporte del rugby a la NFL, llegó en la sexta ronda en 2012, y ahora es uno de los principales tackles en los equipos especiales de los Tatriots.
Lo hizo un año antes de que Butler se vistiera de héroe en el Super Bowl con un pase interceptado a los Seahawks de Seattle en 2015, y también formó parte del equipo de los Patriots sin pasar por el sorteo universitario, mientras que ahora sigue de líder del equipo con cuatro envíos interceptados.
El nuevo en ingresar en el club de los grandes aportadores del equipo al que llegaron como desconocidos es Hogan, que en el partido de la Conferencia Americana (AFC), logró nueve recepciones para 180 yardas en la final ante los Steelers de Pittsburgh.
Hogan, que jugó lacrosse en Penn State y un año de fútbol americano en Monmouth, llegó a los equipos de entrenamiento de los Giants de Nueva York y Dolphins de Miami, sin que lo mantuviesen.
Luego se fue con los Bills de Buffalo, en el 2014, cuando atrapó el primer pase de anotación en su carrera dentro de la NFL, durante un encuentro que su equipo perdió ante los Patriots, que nada más concluir la temporada del 2015, al ser ya agente libre, Nueva Inglaterra fue la primera organización que se interesó por sus servicios, que consiguió.
Hogan considera que hay algo en común entre sus compañeros que han llegado a la NFL por caminos extraños, pero gracias al mismo método, que no ha sido otro que trabajar muy duro y estar siempre dispuestos a aportar lo necesario y dar en el campo todo lo que Belichick les pida, pero que antes les ha enseñado de cara a luchar en cada partido por el triunfo y más cuando se trata del Super Bowl.