Qué es un chequeo de antecedentes laborales

Es el último paso antes de la contratación y no conviene tomárselo a la ligera

El 72% de las empresas verifica los datos de sus futuros empleados./Shutterstock

El 72% de las empresas verifica los datos de sus futuros empleados./Shutterstock Crédito: Shutterstock

Cuando la hoja de vida llega al mejor destino posible dentro de la empresa, las entrevistas han sido positivas y el contrato ya está preparado queda un paso antes de la firma. Se trata del chequeo de antecendentes. Es el último paso que toma un empleador para asegurarse de que está haciendo lo correcto con su decisión. Se trata de cotejar que el trabajador es quien dice que es, tiene la formación que ha acreditado, la experiencia que ha defendido en su hoja de vida además de verificar si tiene historia criminal.

Con respecto a la historia criminal, estados y ciudades de todo el país han legislado que las preguntas sobre el récord se dejen para el final del proceso de contratación (Ban the Box). Con ello se intenta que un arresto o pena de prisión no cierre las puertas en un proceso de selección de personal.

Qué hay que saber de este proceso de chequeo de antecedentes:

  1. Es frecuente. Según una encuesta de CareerBuilder, un portal en la red de ofertas de empleo, muchos trabajadores creen que la mayoría de los empleadores no los hacen pero la realidad es que el 72% chequea los antecedentes de cada persona a la que van a contratar y el 55% incluso hace una prueba de drogas. La misma encuesta revela que el 18% de los empleadores admiten haber hecho una mala contratación porque no miraron los antecedentes.
  2. Buscan precisión. Es difícil recordar todo con precisión y no siempre se tienen a mano los datos para actualizar rápidamente una hoja de vida. Por ello uno de cada ocho trabajadores estiman sus fechas de empleo y los cursos hechos. Pero es un error, si hay discrepancias entre lo que se dice y la realidad los resumes pueden ser marcados como no precisos y con ello retrasar la contratación. La candidatura puede ser incluso desestimada.
  3. Son amplios. El 46% de los trabajadores no saben realmente qué es lo que los empleadores verifican al mirar los antecedentes según la encuesta de CareerBuilder y muchos trabajadores creen que solo se cotejan las experiencias laborales previas. La realidad es que  estas investigaciones son amplias y cubren la educación recibida, dónde se ha vivido, antecedentes criminales y de manejo además de otra información pública que tenga relación con la posición para la que el candidato esté siendo considerado.
  4. No olvidar la cortesía. Cuando se piden referencias para la hoja de vida no hay que dejar caer nombres, hay que tener la cortesía y la visión de pedir permiso al ex jefe, ex compañero, mentor, etc para dar sus datos como referencias. No solo es de buena educación sino que también evita a que respondan con sorpresa cuando les llamen y sin tener las ideas claras a las preguntas sobre el candidato. Cuando esto ocurre, inevitablemente se da una imagen muy poco pofesional.
  5. Son relativamente rápidos. Normalmente tardan menos de cinco días, entre 24 y 72 horas para ser completados por firmas especializadas. La mayor parte estan asociadas en la National Association of Professional Backgrounds Screeners.

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