Schumer retira oferta sobre muro fronterizo de negociaciones sobre “DACA”

Schumer retiró la oferta bipartidista que presentó el viernes al presidente Trump

WASHINGTON? Bajo ataques del ala progresista de su bancada y acusado de “traición” a los “Dreamers”, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, retiró los fondos para el muro fronterizo de la mesa de negociaciones sobre “DACA”,  dificultando este martes el ya tenso diálogo con los republicanos y la Casa Blanca.

La oficina de Schumer confirmó hoy a la prensa que el senador demócrata por Nueva York retiró del tapete la oferta bipartidista que presentó el viernes pasado al presidente Donald Trump para autorizar poco más de $1,600 millones para la construcción de su prometido muro fronterizo, pese a la objeción de su bancada.

Ese fue el monto que solicitó la Administración Trump para el año fiscal 2018 como prima para la construcción del muro, aunque semanas más tarde pidió $18,000 millones dentro de una estrategia de seguridad fronteriza de $33,000 millones.

La Casa Blanca no ha reaccionado públicamente a este revés, aunque lleva semanas advirtiendo de que Trump no apoyará ninguna solución a “DACA” si no incluye todo el dinero para el muro y para fortalecer la seguridad en la frontera y el interior del país, la eliminación de la “lotería de visas” y el fin de la “inmigración en cadena”.

Una fuente demócrata allegada a las discusiones confirmó hoy a este diario que, en su reunión privada con Trump el viernes pasado para evitar un cierre del gobierno, Schumer ofreció fondos para el muro a cambio de protección para los “Dreamers”.

Trump primero alabó el progreso en las discusiones en su cuenta en Twitter pero más tarde rechazó la oferta y acusó de nuevo a los demócratas de querer provocar un cierre del gobierno por proteger a “inmigrantes ilegales”.

Al final, la falta de consenso dio pie a un cierre del gobierno de tres días, que se resolvió ayer después de que los demócratas retiraron su exigencia de resolver “DACA” en el paquete presupuestario, a cambio de la promesa de los republicanos de votar sobre el asunto para el próximo 8 de febrero.

Schumer se había comprometido a no votar por el paquete presupuestario si no incluía una solución para “DACA”, y su concesión a Trump y los republicanos fue interpretada por diversos legisladores demócratas y grupos afines como una “estupidez” y una claudicación injustificada.

Ahora, la nueva movida de Schumer refleja su creciente frustración con un presidente que, a su juicio, cambia de posturas según quien le hable y se comporta como una “gelatina”.

Varios legisladores demócratas, entre ellos los senadores Kamala Harris y Dianne Feinstein, de California, y Bob Menéndez, de Nueva Jersey, votaron en contra de reabrir el gobierno porque no incluyó la protección de los “Dreamers” y otras prioridades de largo plazo y por considerar que los republicanos, pese a las concesiones, no tienen intención alguna de resolver “DACA”.

Pero el senador republicano por Texas y “número dos” de la bancada, John Cornyn, dijo que la decisión de Schumer es un revés en las negociaciones. Además, senadores del ala ultraconservadora del partido, entre ellos Tom Cotton y David Perdue, han dicho que no aceptarán una medida sin fuertes componentes para la seguridad fronteriza.

Según observadores, en la ventana de tres semanas que quedan antes de que el gobierno agote nuevamente sus fondos y se genere otra crisis política, la mejor opción es hacer “borrón y cuenta nueva”.

Sin embargo, hay poco optimismo de que el Congreso logre en tres semanas lo que no ha podido resolver desde el fracaso intento de una reforma migratoria integral en 2013.

Laberinto de iniciativas

Para el próximo 8 de febrero, el Congreso tendrá que aprobar otra medida de gastos temporal para las operaciones del gobierno, o una legislación de largo plazo, y los demócratas esperan que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, cumpla su promesa de permitir un voto para resolver “DACA”.

Aunque los demócratas tienen claro que quieren la legalización de los “Dreamers” amparados al programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, que Trump desmanteló en septiembre pasado, cada facción del bando republicano tiene sus propias propuestas, y no hay un rumbo claro.

McConnell nunca ha precisado cuál medida se llevará a votación en el pleno del Senado, y si el esfuerzo fracasa en la Cámara de Representantes, podrá decir que al menos cumplió con su palabra.

En la actualidad, hay numerosas propuestas en el Congreso para codificar “DACA” y proteger a los “Dreamers”, pero aún si el Senado aprobara el “Dream Act”, una propuesta bipartidista de los senadores Dick Durbin, demócrata por Illinois, y Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, ésta no tiene mucho apoyo entre los conservadores de la Cámara Baja.

La mayoría de las iniciativas republicanas en la Cámara Baja, de hecho, se enfocan en medidas policiales, pensadas para aplacar a grupos que piden “mano dura” contra los inmigrantes indocumentados y la reducción de la inmigración legal.

Una de las medidas, “Securing America´s Future Act” (H.R. 4760), liderada por el legislador republicano Bob Goodlatte y respaldada por la Casa Blanca, contiene lo que prácticamente es una “lista de deseos” de grupos nacionalistas opuestos a la legalización de los “Dreamers”,  según activistas pro-inmigrantes.

En ese sentido, la presidenta del Caucus Hispano del Congreso (CHC), Michelle Luján. Grisham, dijo hoy que esa medida, que su bancada bautizó como el “Acta de Deportación Masiva” es “una farsa” que, de aprobarse, daría poco alivio a los “Dreamers”, y perjudicaría a la policía local, a los granjeros, a las familias trabajadoras, a la comunidad inmigrante, y al sistema de visas legales.

Esa iniciativa partidista es una “píldora venenosa que sabotea” el debate migratorio, advirtió la dirigente del CHC.

Más movilización de los “Dreamers”

Afuera del Senado, más de un centenar de “Dreamers” y activistas de 15 estados de grupos como “United We Dream” y “Make the Road New York”,  acusaron a los demócratas de haberlos “traicionado” porque la medida presupuestaria, de obligada aprobación, era la única arma de negociación que tenían como minoría.

Aseguraron que “promesas huecas” no son suficientes, y prevén continuar su campaña de presión en el Congreso y en las oficinas de distritos para lograr el “Dream Act”.  A largo plazo, movilizarán a los hispanos a las urnas en noviembre próximo para desbancar a quienes les dieron la espalda.

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Seis de los activistas fueron arrestados en la oficina de Schumer. 

“Se sienten muy traicionados porque los demócratas habían hecho una promesa muy específica… no hay ninguna garantía, y sabemos que la estrategia de votar por el Dream Act como una ley separada ha fracasado año tras año, no es una promesa que se traduce a un alivio para los Soñadores”, explicó Ana María Archila, del grupo “Centro para una Democracia Popular”. 

Un tribunal federal en California ordenó la reactivación de “DACA” para la renovación de permisos, pero la Administración ha apelado ese fallo.  Si el gobierno gana el caso, “se cerrarán otra vez las puertas” para los “Dreamers”,  y 122 a diario perderán la oportunidad de vivir sin miedo en EEUU, puntualizó Archila.


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