Los secretos de una economía en pareja
Muchas veces todas las complicaciones provienen del mal manejo del dinero
No lo digo yo, sino que lo afirman las encuestas: más que las mentiras, los celos y las suegras, lo que causa más problemas en los matrimonios es el dinero. . Y de ahí vienen las peleas y la desavenencias que acaban mal.
Para evitar esto, las pareja deberían mantener un comportamiento matrimonial muy especial respecto a las cuestiones financieras que conciernen a ambos. Estas reglas generales son un buen punto para empezar a no tener más problemas respecto al dinero:
Sean comunicativos ambos con su pareja en lo que respecta a los temas de ingresos, sueldos, gastos, buen o mal uso del dinero, planes para el futuro, ahorro, inversiones, etc., y no tengan miedo de discutir sobre ellos cuando llega el momento de hacerlo.
Sean flexibles, sin salirse de la disciplina financiera que se han planteado. Ningún programa rígido e invariable relativo a las finanzas que no haya tomado en cuenta imprevistos y las características personales de cada miembro (con sus virtudes y defectos relativos al dinero) funcionará bien indefinidamente
Tengan preparado un plan de gastos. Cada uno debe tener el suyo, expresarlo y discutirlo con su pareja. Es cierto que pueden sobrevivir arreglándoselas unos meses mejor y otros peor, pero esto no es lo ideal. Lo primero es sentarse a hablar de la situación monetaria.
Expongan claramente sus respectivos planes y metas en lo que concierne al dinero. No hacen nada con mantener una disciplina individual financiera perfecta, ya trazar planes determinados si el otro miembro interfiere en ellos, o al menos no participa. Hagan un presupuesto. Relacionen sus gastos incluyendo el alquiler, pagos del auto, alimentos, ¡en fin, todo! Decidan quién va a pagar cada cosa en lo que se refiere a gastos domésticos, y cómo se van a distribuir las entradas. Si las diferencias de salario son muy grandes, hay que calcular mejor las cosas para evitar problemas, pero por lo general el que gana más, pagará más.
Ahorren una cantidad específica cada mes. El 5 % de lo ganado es lo mínimo que se debe ahorrar, y el 10% se acerca a lo ideal. Más es mejor, sobre todo si están pensando en una inversión, como una casa, los ahorros para los estudios de los hijos, un retiro temprano, un fondo de emergencia, etc. Lo que sobre después de los gastos, debe ser controlado.