Trump impone más aranceles a las exportaciones de China
El presidente escala el que se considera el mayor riesgo al crecimiento global
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo el miércoles que la rebaja de las tasas de interés de un cuarto de punto no era el comienzo de un ciclo de bajada sino un ajuste en mitad de ciclo.
Es posible que tenga que ajustar esas palabras.
El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció ayer desde su cuenta de Twitter que va a aumentar la presión sobre la actual guerra comercial con China al imponer unos aranceles del 10% sobre importaciones por valor de $300,000 millones. Esta penalización llega porque Trump asegura que China no ha mantenido su promesa de comprar más productos agrícolas americanos que está sufriendo de las represalias de los socios comerciales precisamente por la política en esta materia de la Casa Blanca.
Los aranceles se impondrán el 1 de septiembre y se suman al 25% que ya sufren otras importaciones procedentes de este país asiático.
Trump deshace así el acuerdo con el que se comprometió en junio de no imponer más tarifas al comercio y seguir negociando una solución a una guerra comercial que no solo mantiene con China, sino también con la Unión Europea. Es un conflicto que economistas que trabajan en el sector privado, asesores del FMI y la misma Reserva Federal han coincidido en calificar como el mayor riesgo e inseguridad planteada sobre la marcha de la economía global.
…during the talks the U.S. will start, on September 1st, putting a small additional Tariff of 10% on the remaining 300 Billion Dollars of goods and products coming from China into our Country. This does not include the 250 Billion Dollars already Tariffed at 25%…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 1, 2019
Con esta última ronda de aranceles, la mayor parte de lo que vende China a EEUU llega penalizado en su precio una vez que cruza la aduana.
El impacto para los consumidores puede ser más notable ahora y está por ver qué efectos tiene esta escalada en las negociaciones que mantienen ambos países para desbloquear el conflicto comercial.
El mayor impacto de la guerra comercial se registra en la inversión de las empresas como se evidenció en el informe del PIB del último trimestre y la producción industrial no solo en EEUU sino en buena parte de las economías desarrolladas. China, EEUU, Japón, la UE y los productores de materias primas son partes de una cadena global de producción. El encarecimiento de un producto se refleja en toda la cadena por lo que en el caso de EEUU no solo los consumidores pagan la tarifa de la importación sino también las empresas.
El sector manufacturero de EEUU se ha contraído en dos trimestres consecutivos.
La Reserva Federal hizo el miércoles mención expresa en su comunicado del riesgo al crecimiento que impone la incertidumbre comercial. Ahora, al hacerse este riesgo algo más certero lo primero que los economistas especularon es que probablemente la Fed tenga que reducir las tasas aún más para prevenir el revés que esta medida asesta a la economía.
Trump ha estado pidiendo una rebaja de medio punto porcentual en las tasas de interés desde hace meses y esta semana la Fed recortó un cuarto de punto aunque Powell dijo que no lo había hecho por presiones políticas.
La Bolsa recibió el tuit del presidente como los paseantes las tormentas de verano. “Todos a cubierto”. Las ventas se hicieron las protagonistas de la acción tras conocerse la decisión de Trump y a cierre de esta nota todos los índices, que empezaron con modestas subidas el día cambiaron de curso para registrar importantes pérdidas.
Gary Cohn, ex asesor económico de Trump, ha dicho el jueves en la BBC que las guerras comerciales son una batalla perdida que perjudican a EEUU y de hecho anulan el efecto de los recortes fiscales que entraron en vigor en 2018. Son unos recortes que, adicionalmente, están profundizando el déficit del país que no crece al fuerte ritmo que se calculó por la Casa Blanca para que se pagaran por sí mismos.