Residentes de Harlem rechazan plan de cárceles
En una marcha activistas comunitarios ratifican rechazo la iniciativa de la administración De Blasio que busca el cierre de Rikers Island
NUEVA YORK.- Residentes y una amplia coalición de activistas comunitarios ratificaron este domingo en una marcha, que continuarán resistiendo en contra del plan de la Administración de Blasio de construir cuatro cárceles en los condados de Manhattan, Brooklyn, Queens yEl Bronx.
La coalición integrada entre otras organizaciones por No New Jails NYC, Take Back the Bronx, Critical Resistance, CopWatch, Harlem Solidarity and Defense, Fight for NYCHA, Shut it Down, convocaron ayer a “Un día de resistencia”, en la que es la tercera marcha después de una serie de protestas comunitarias y acciones directas en toda la ciudad dirigidas a funcionarios públicos y al Departamento de Corrección, para oponerse a la construcción de las prisiones, una medida que la Ciudad estima, ayudará al cierre definitivo de la prisión de Rikers Island.
“Estamos aquí y para hacerles saber a los miembros del concejo que si aprueban gastar $ 11 mil millones en las nuevas prisiones, nos aseguraremos de que no sean reelegidos para el cargo nunca más. Están en funciones para servirnos, no para imponernos cárceles y negarnos los servicios”, dijo Lisa Ortega, organizadora de Take Back the Bronx.
Los residentes instan a los funcionarios electos a invertir miles de millones en viviendas asequibles, NYCHA, educación pública y transporte, y no en nuevas prisiones.
La marcha se inició al mediodía en el parque Thomas Jefferson, a la altura de la calle 114 con la avenida Pleasant, en East Harlem.
Los manifestantes recordaron que, como parte del Procedimiento Uniforme de Revisión del Uso de la Tierra (ULURP), el Concejo de Nueva York decidirá esta semana sobre el plan de $ 11 mil millones de la administración De Blasio, para construcción de las cárceles que, “no contiene ninguna garantía legal de que Rikers Island se cierre”.
La iniciativa, dirigida por Departamento de Planificación Urbana, busca reducir el hacinamiento mediante la reducción de la población encarcelada en Rikers, que promedió alrededor de 9,400 reclusos en 2017, a 5,000 en 10 años, que podrían ser acomodados en las cárceles pequeñas en los condados.
La organización No New Jails NYC (NNJ), que se identifica como una entidad multirracial, multigénero e intergeneracional de residentes, miembros de la comunidad y activistas que luchan para cerrar Rikers Island sin construir nuevas cárceles, denunció que el Comité de uso de la tierra del Concejo, aprobó recientemente una resolución simbólica que pide a la ciudad que cambie el uso de la tierra de Rikers Island y a la vez insisten que los expertos legales han señalado que esta decisión no garantiza el cierre de Rikers, a pesar de las afirmaciones en ese sentido por parte del Concejo.
La organización denuncia que el plan de construcción se propone en los vecindarios que se han visto más afectados por la vigilancia y encarcelamiento durante la “guerra contra el crimen”, una práctica de la Policía, que afecta a vecindarios por cuanto es “racista y discriminatoria contra los pobres”.
Los manifestantes agregaron que “El día de resistencia” es una movilización comunitaria cuyo objetivo es responsabilizar a los funcionarios electos y exigir que cierren a Rikers ahora y detengan el ciclo de desplazamiento forzado en serie.