Analizan cargo a Holder por desacato
La próxima semana votarán si se acusa o no de desacato al secretario de Justicia.
Washington/EFE – Un comité de la Cámara Baja dijo ayer que votará la próxima semana si acusa o no de desacato al secretario de Justicia, Eric Holder, por obstrucción al negarse a entregar documentos relacionados con el traspaso ilegal de armas a México en 2009.
El presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, el republicano Darrell Issa, dijo en un comunicado que la investigación sobre la operación “Rápido y Furioso” ha dado resultados “significativos”, pero que Holder se ha negado a cooperar con una citación emitida el 12 de octubre de 2011 que exige la entrega de documentos adicionales.
“Las acciones del Departamento de Justicia han obstruido la investigación. El Congreso tiene la obligación de investigar asuntos no resueltos relacionados con los esfuerzos por calumniar a delatores, la incapacidad de funcionarios del Departamento de Justicia para decir la verdad… y (explicar) las razones de la demora significativa en reconocer la imprudente conducta en la Operación Rápido y Furioso”, subrayó Issa.
El Departamento de Justicia se ha negado a entregar esos documentos argumentando que demuestran deliberaciones internas y fueron creados después del 4 de febrero de 2011, cuando la agencia federal negó tener conocimiento de la operación encubierta a cargo de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por su sigla en inglés).
La acusación de desacato, explicó Issa, se centrará en la negativa de Holder a entregar los documentos creados posteriormente a esa fecha.
El legislador republicano argumentó que la Administración del presidente Barack Obama no ha recurrido a la figura del “privilegio ejecutivo”, que protege las deliberaciones internas de una entidad gubernamental, por lo que “es inaceptable que el Departamento de Justicia se niegue a producir” esos documentos.
Esos documentos incluyen datos proporcionados por “delatores” y sobre por qué el Departamento de Justicia “tardó casi un año en retractar las negaciones falsas” sobre las fallidas tácticas.
En la operación “Rápido y Furioso”, la ATF perdió el rastro a unas 2,000 armas, muchas de las cuales han aparecido en más de un centenar de escenas de crímenes en México.
Dos de ellas fueron halladas en la escena del asesinato del agente fronterizo estadounidense Brian Terry en diciembre de 2010.
El presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, dijo que al Departamento de Justicia “se le han acabado las excusas” y el Congreso le dio tiempo de sobra a Holder para cooperar plenamente con la investigación.