Madre latina denuncia presunto secuestro de su hija por traficantes sexuales y falta de ayuda del NYPD
Tras los señalamientos de la mexicana, quien asegura que tuvo que rescatar sola a la joven de 16 años, pagando $48,000, la policía negó tener esa información y se defendió diciendo que la denuncia inicial fue solo por desaparición
El pasado 5 de junio, doña Maurilia Espinabarrio, originaria del estado de Guerrero, en México, notó en su casa de Sunset Park, Brooklyn, que su hija Alejandra de 16 años, estaba muy inquieta. La adolescente, quien es estudiante de 10 grado, se veía nerviosa y triste… horas más tarde desapareció.
La joven, nacida en Nueva York, no dio señales por varias semanas, y finalmente, según su madre, tras haber pagado una gruesa suma de dinero por su rescate, fue liberada por una presunta banda de traficantes sexuales que la habría secuestrado para prostituirla durante todo el tiempo que estuvo desaparecida.
Doña Maurilia , originaria del estado de Guerrero, en México, quien tiene como lengua primaria el mixteco, hizo la denuncia en un español donde le costaba encontrar las palabras adecuadas. Lo que sí repitió una y otra vez, de manera incesante y con evidente dolor, es que siente que la policía no ayudó a dar con el paradero de su hija, y que no tomó el caso en serio, porque se trataba de una familia de origen mexicano. Eso siente ella, y en medio de lágrimas por “el infierno” que presuntamente vivió su niña, la madre de familia asegura que aprendió que “para la policía y para los políticos, los mexicanos valen menos que nada” en la Gran Manzana.
“Yo estaba bañando a mis dos niñas más pequeñas y mi hija mayor me dijo: ‘mamá, te quiero mucho’ y lo mismo hizo con mis niñas. Se veía rara. Yo le pregunte qué le pasaba, le dije que algo le pasaba y ella me dijo que nada, que todo estaba bien, pero estaba nerviosa. Nos fuimos a dormir, y a las 5:00 de la mañana vi que mi hija no estaba en la casa. Me angustié, llamé a la policía para que me ayudara a encontrarla y les dije que corría peligro, pero no me pusieron cuidado. Me dijeron que seguramente se había ido con un novio o algún amigo”, narró la mexicana.
“Mi hija estaba secuestrada, la prostituyeron todos estos días y aunque yo desde el principio le dije a la policía quienes sabían donde estaba mi hija, ellos me dijeron que esos muchachos que le señalé no tenían nada que ver con la desaparición y que mi hija se había ido por ella misma, que nadie la había secuestrado. No valemos nada, no hay autoridad aquí, ya ni para que hablar porque no hicieron nada y no van a hacer nada”, agrega la madre, admitiendo que después de lo ocurrido ni ella ni su hija han querido denunciar el presunto secuestro y la presencia de traficantes sexuales en el vecindario, porque perdieron las esperanzas de que el NYPD las ayude.
La mexicana mixteca aseguró que al no tener apoyo decidió tratar de mover cielo y tierra para saber dónde estaba su hija. Colgó varios carteles con la foto de la joven en diferentes sitios del vecindario, compartió avisos en redes sociales y de boca en boca fue pasando la voz de la desaparición, sabiendo por información de primera mano que a su hija la tenían ratada. A comienzos de este mes, cuando iba caminando por la Quinta Avenida de Brooklyn, afirma que un hombre desconocido se le acercó y ahí empezó su nuevo calvario.
“Un señor me dijo: ¿usted es la mamá de Alejandra? Le dije que sí y me mostró un sitio. Me dijo, allá está su hija, Yo me alegré, dije: ‘bendito sea Dios’ encontré a mi hija, pero no estaba. Allá me dijeron: ‘le doy cinco días para que consiga $48 mil dólares’. Le dije: ‘deme pruebas’ y un tipo dijo ‘ni madres, usted verá si su hija lo vale o no. Si no me das la lana, la trueno'”, agregó la mujer, quien manifestó que vendió todas sus cosas, pidió dinero prestado y sacó sus ahorros para cumplir con la orden que había recibido.
Versión del NYPD
“La policía sí hizo sus investigaciones para dar con ella, aunque tal vez la mamá no lo vea, pero incluso averiguamos a ver si había salido del país y contactaron a personas que la mamá había mencionado para dar con ella”, aseguró el sargento Carlos Nieves, vocero del NYPD.
El oficial explicó que la joven se entregó de manera voluntaria el miércoles 8 de julio en un cuartel de policía en la localidad de Fallsburg, al norte del estado, tras ver su foto en la televisión, y enterarse que la estaban buscando.
“Ella fue entrevistada y la niña dijo que no quería decir con quien estaba ni dónde estaba. Es la primera vez que oímos estas denuncias de un secuestro y un rescate y lo que pedimos a la mamá es que si eso pasó así se acerque al cuartel y lo denuncie para poder empezar a investigar”, agregó Nieves.
El sargento destacó que si se trató de un caso de tráfico sexual y rapto, el NYPD toma esas acusaciones con mucha seriedad y mencionó que incluso hay una unidad especializada, pero reiteró que se requiere que la presunta víctima presente la denuncia.
Sobre las quejas de que el NYPD ignoró a la denunciante por ser mexicana, Nieves dijo que “el Departamento de Policía trata con igualdad a todas las personas, incluso si son indocumentadas” y agregó que si la mujer no habla bien español, puede solicitar traducción en su lengua original.
“Si hubo un crimen ahí, vamos a investigarlo, pero ellas deben reportarlo”, concluyó el vocero del NYPD.