Soldados salvaron a dos mexicanos de ahogarse en el río Grande
Un militar se lanzó al agua y llevó a los inmigrantes a la orilla con un salvavidas
Soldados del Ejército de los Estados Unidos asignados a la frontera sureste en apoyo de las autoridades migratorias durante la actual ola de indocumentados rescataron a dos mexicanos que intentaban cruzar el río Grande, informó este miércoles la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Los incidentes ocurrieron durante la madrugada del 11 de mayo, cuando varios indocumentados intentaron cruzar ilegalmente a Estados Unidos a través del río Grande, también conocido como río Bravo en el norte de México.
Los dos mexicanos formaban parte de un grupo de siete personas y estaban teniendo dificultades para mantenerse a flote en el cauce del río fronterizo a su paso por Texas, indicó CBP en un comunicado.
Ante esta situación, un soldado se tiró al agua y utilizó un salvavidas para llevar al mexicano a la orilla del río del lado estadounidense, mientras que un agente de la estación Laredo Sur y otro militar tuvieron que meterse al río para rescatar al otro indocumentado.
Los inmigrantes no necesitaron de asistencia médica y quedaron a disposición de las autoridades migratorias, que probablemente, en cumplimiento con las leyes vigentes, les expulsaron del país.
Esta es la tercera ocasión en lo que va de año que militares estadounidenses salvan la vida en el peligroso río, indicó CBP.
Los soldados del Ejército apoyan a CBP en el área de Laredo para garantizar la seguridad de la frontera, especialmente ahora que se mantiene el paulatino incremento desde hace un año en la llegada de indocumentados y solicitantes de asilo a la frontera de los EE.UU. con México.
En abril pasado, las autoridades estadounidenses detuvieron a 178.120 inmigrantes tras cruzar la frontera, la cifra más alta para ese mes registrada desde el año 2000.
Abandonaron a niñas centroamericanas
“Esto tiene que parar ahora”, así fue como reaccionó un granjero de Texas que encontró a cinco niñas abandonadas a su suerte cerca de su propiedad.
Jimmy Hobbs, un hombre de 75 años, encontró a las menores de origen centroamericano en condiciones deplorables que ponían en riesgo su vida. Sus edades oscilan entre los siete, tres y dos años. Una apenas tiene 11 meses.
“Si esto no te hace te hace enojar y te provoca querer salir y tomar las calles, no sé qué sí lo haría. Ellas no tienen a su mamá, ni a su padre ni a nadie. Ella es la esposa de uno de nuestros trabajadores, está aquí cuidando de la más pequeña”, dijo el hombre que se ha dedicado a trabajar la tierra toda su vida y nunca había visto algo así.
“Esperé un poco y después le llamé a uno de mis trabajadores, le pregunté que si su esposa podía venir y traer algo de agua y comida”, explicó el estadounidense sobre el momento en que encontró a las pequeñas, que probablemente habrían sido víctimas de tráfico de personas.
Según Katie, esposa de Hobbs, los casos así no son fuera de lo común, pues su finca se encuentra cerca del Río Grande, por el que cruzan muchas personas de México